Será candidata a diputada. Lejos del poder y abrazada al viejo hit de las denuncias. Cuentas ajustadas y cursos sobre Milei. Con Macri, todo mal
En el Instituto Hanna Arendt los 300 cupos para el curso sobre “Las lecturas de Javier Milei ” se agotaron rápido. Elisa Carrió llevaba tiempo en silencio y festejó al ver la cantidad de inscriptos para sus clases. Dice que la crisis económica le está comiendo el bolsillo, igual que a toda la clase media.
“Voy a hablar después de Semana Santa”, le avisó Lilita a su equipo de trabajo el año pasado, cuando su voz era requerida por todos los medios en plena campaña presidencial, en el proceso entre las elecciones generales y ballotage.
Carrió había pronosticado antes que nadie lo que se venía. En junio de 2023, previo a las elecciones primarias, fue la primera en advertir que Mauricio Macri se encaminaba a cerrar un acuerdo político con Milei y que aplicarían un “ajuste brutal” sobre la clase media. La relación entre Carrió y el expresidente ya era tensa. Desde entonces, no volvieron a cruzar palabra.
La líder de la Coalición Cívica dejó pasar los meses, el tiempo de recogimiento de Cuaresma y reapareció hace dos semanas para tirar con munición gruesa contra el Gobierno. Dijo que Milei está aplicando “el mayor ataque a la clase media de la historia” y que está implementando un “pymecidio” en el sector productivo.
"Tenés una recesión brutal. Están las facturas de luz, de gas. Ves cierres de negocios y el que se cae no comienza de nuevo. No hay un punto en V, hay una U muy larga”, dijo Carrió, que mostró, como ejemplo, su caso personal. Llevó a una entrevista en TN su recibo de haberes jubilatorios, por $ 742 mil y contó que tuvo que pagar $ 190 mil de luz, gastó $ 300 mil en remedios y se afilió al PAMI. “Te mato si no sacás algo”, relató Lilita que le mandó decir al ministro Toto Caputo, vía Martín Menem, sobre la licuación de salarios y jubilaciones.
De paso, Carrió promocionó su asignatura sobre Milei en el Instituto Hannah Arendt, que comenzó el miércoles pasado y dura tres clases, que ella dicta de manera virtual. El curso tiene como finalidad tratar de entender el pensamiento del Presidente a través de los autores que cita y toma como referencia. “La única forma de confrontarlo en sus ideas es estudiándolo”, dicen en la Coalición Cívica.
“Los contractualistas frente a la ética de la libertad de (Murray) Rothbard. ¿Cuáles son las diferencias? Su noción del derecho de propiedad: ¿nuevo saqueo? Qué piensa y cree Milei”, propone la descripción del curso. La primera edición contó con 300 asistentes, el máximo que permite la aplicación Zoom. Fue casi el doble de los inscriptos en cursos anteriores del mismo espacio.
La demanda fue un alivio para el bolsillo de Carrió, que dice sufrir el ajuste de Milei como cualquier exponente de la clase media. Lilita es su propio focus group. Como en los 90', durante el menemismo, y como hizo en el gobierno de Macri, cuando se trenzó en una guerra contra el exministro de Energía Juan José Aranguren por el tarifazo, la exdiputada se erigió hoy como vocera de los sectores golpeados por la crisis.
Fueron sus diputados los que presentaron un proyecto de movilidad jubilatoria y promovieron una sesión para aprobarlo. Juntaron 119 asistencias: no consiguieron cuórum, pero instalaron el debate. En Tribunales fue el legislador porteño de la Coalición Cívica Hernán Reyes quien presentó una denuncia contra las prepagas por cartelización.
Este miércoles, Carrió celebró la victoria después de que la Comisión Nacional de Defensa a la Competencia dictara una medida que ordenó reajustar los valores de las cuotas de los planes de salud según la inflación.
La reaparición de Lilita no tiene por única finalidad el debate público. Carrió ya avisó que buscará ser candidata en 2025 en alguna lista de la Ciudad de Buenos Aires, aunque no está claro cuál será su marco de alianzas. La relación con Macri y el PRO está rota. El vínculo con el sector radical de Martín Lousteau, también, por el histórico enfrentamiento de Carrió con Enrique "Coti" Nosiglia y con Daniel Angelici. Con Facundo Manes tampoco habla.
“Siempre estuve en el centro. No me corro de ahí, aunque se corra el 90% de la Argentina”, le dijo en julio del año pasado a La Nación. En el bloque más centrista de Diputados se ubicaron, después del recambio de diciembre, los seis diputados que responden a Carrió, conducidos por Juan Manuel López.
En la bancada Hacemos Coalición Federal, que preside Miguel Ángel Pichetto, también están Emilio Monzó y Nicolás Massot, entre otros. Carrió los respeta, aunque “con las reservas de saber quiénes son” y aduciendo que Pichetto se siente “siempre como siendo oficialista”. En ese contexto, Lilita procura que sus diputados mantengan su impronta y se mantengan en voceros de los sectores medios.
Como en la primera edición del debate frustrado por la ley ómnibus, la Coalición Cívica volvió a avisar que, fiel a su tradición, cuando el proyecto llegue nuevamente al recinto tampoco votará los artículos sobre delegación de facultades del Congreso al Presidente.
También dejó un aviso sobre el polémico decreto de necesidad y urgencia 70/2023. Dijo que no promoverá una sesión para rechazarlo, por considerar que sería “una bomba en la línea de flotación del Gobierno, un golpe de nocaut”. Pero en la Coalición Cívica aseguran que, si el resto de la oposición junta el cuórum, los seis diputados que responden a Carrió bajarán al recinto para votar en contra de su aprobación.
En paralelo, Carrió entró en alerta por la postulación de Ariel Lijo para la Corte Suprema. Les pidió al Consejo de la Magistratura y al procurador general, Eduardo Casal, que investiguen al juez y a su hermano, Freddy, un conocido operador judicial. Este lunes, salió en defensa de Jorge Lanata, uno de los tantos periodistas apuntados por Milei.
“El autoritarismo de Milei existe desde el principio. Los que realmente amamos, en serio, la libertad tendríamos que ver a tiempo el huevo de la serpiente”, publicó en su cuenta de Twitter. No recibió ninguna respuesta de Milei, que por ahora no reaccionó a los dichos de Carrió ni se ocupó de fustigarla en redes, como suele hacer con otros adversarios políticos.
La líder de la Coalición Cívica no tiene previsto callarse. Después de amagues de retiro y silencios prolongados, ya avisó a los propios que volvió para quedarse.