El candidato a jefe de Gobierno de Juntos por el Cambio (JxC), Jorge Macri, apela a todo lo que tiene disponible para conseguir una victoria en primera vuelta en octubre, algo que sólo sucedió en 2019 desde que la Ciudad de Buenos Aires es autónoma. Un festejo el 22-O lo libraría de quedar rehén de cualquier tipo de sorpresa en las elecciones presidenciales, si hay también un ballotage a nivel nacional. Con ese objetivo en mente, el funcionario larretista mantiene funcionando como reloj suizo a su mesa chica en donde cada figura tiene un rol puntual.
En los cálculos que hacen en la mesa chica del ministro de Gobierno confían en llegar a 48 puntos, por lo que precisan de tres más para coronarse con la mitad más uno de los sufragios, requerimiento de la Constitución porteña para evitar una segunda vuelta. Llegado el caso, en la ecuación de ballotage, hay una variable de preferencia: el mejor rival para un mano a mano en noviembre sería Leandro Santoro, postulante de Unión por la Patria y no Ramiro Marra, de La Libertad Avanza.
En 2003 el exmandatario Mauricio Macri compitió por primera vez en la Ciudad. En la antesala de aquellas elecciones presidenciales, estaba más de 20 puntos por encima de su rival, Aníbal Ibarra, que buscaba un segundo mandato. Lo que el titular de Boca no tuvo en cuenta fue que Néstor Kirchner, ya electo jefe de Estado, volcó todo el aparato para favorecer al entonces jefe de Gobierno, lo que inclinó la balanza en su contra.
Si bien el escenario en 2023 es diferente, y la hegemonía del PRO en la Ciudad lleva 16 años, Jorge Macri prepara el tramo final de la campaña con todas las variables en la mesa para evitar sorpresas y apostar a una victoria en primera vuelta. "Independientemente del rival, estamos bien porque el voto más fuerte es contra el kirchnerismo", se entusiasman en el comando de campaña amarilla.
El encargado de coordinar todas las acciones es el exsecretario General de la Presidencia de Cambiemos, Fernando De Andreis, que tiene en Mora Jozami, especialista en opinión pública, a otra exfuncionaria de la gestión de Macri.
En lo que respecta al equipo propio de Jorge Macri, hay tres nombres muy conocidos en las filas del PRO. El primero es la mano derecha del ministro de Gobierno, César “Tuta” Torres, que lo acompaña desde hace 20 años.
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Torres es quien se encarga de las labores más políticas del armado de Macri. Planifica estrategias, teje alianzas y junta adhesiones. Lo secunda el exembajador en México, Ezequiel Sabor, quien se sumó a las filas del ministro de Gobierno el año pasado después de un alejamiento de la política de más de año y medio donde se dedicó de lleno al ámbito privado en el sector gastronómico.
Sabor tiene un vínculo fluido dentro del PRO con el expresidente Macri. La relación entre ambos mejoró después de la decisión del exsecretario de Trabajo de meterse de lleno en la campaña porteña. Los contactos con el mundo gremial es otro de los aportes que hace a la mesa chica del ministro de Gobierno.
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El exembajador en México y exsecretario de Trabajo, Ezequiel Sabor.
Torres y Sabor coordinan todas las acciones de armado político de Macri. El triángulo lo completa el expresidente del Ente Regulador de Servicios Públicos de la Ciudad, Alejandro Ameijenda, que es el brazo ejecutor de toda la logística de campaña. Miembro del PRO desde su fundación, el exfuncionario porteño cuenta con la experiencia de varias campañas sobre sus hombros para que cada stand, mesa en una esquina o acto tenga todo lo que se necesita en tiempo y forma.
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El expresidente del Ente Regulador de Servicios Públicos, Alejandro Ameijenda.
Pero no todo es rosca en el esquema de Jorge Macri. Después del resultado de las PASO su jefe de Gabinete, Gabino Tapia, empezó a combinar su rol de persona de consulta con la preparación de una hipotética administración porteña jorgemacrista a partir de diciembre.
Tapia recorre cada uno de los ministerios, habla con los jefes de cada área y toma nota de lo que debe cambiarse como también mantenerse. A eso le suma el trabajo de reclutador de figuras. Si bien el candidato a jefe de Gobierno ya posee varios años de gestión en Vicente López, la escala de la Ciudad es mucho mayor a la del municipio bonaerense.
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El jefe de Gabinete de Jorge Macri, Gabino Tapia.
Quien también está presente es la actual intendenta de Vicente López, Soledad Martínez, quien acompaña a Jorge Macri desde hace décadas. Ambos tiene una confianza total en el otro y suelen consultarse sobre temas de sus respectivas campañas. La actual jefa comunal fue, dentro de JxC, la que mejor resultado obtuvo en las PASO, con una diferencia de 30 puntos sobre el segundo, lo que la posiciona como una apuesta fija para octubre.