Horacio Rodríguez Larreta consiguió despegarse de la derrota nacional del oficialismo y del lastre del presidente Mauricio Macri en su boleta y se impuso con un triunfo clave para el futuro político del PRO. Con casi el 75% de los votos escrutados, el jefe de Gobierno porteño conseguía 55,5% de los votos, frente al 35,4 del candidato del Frente de Todos, Matías Lammens, que debutó en estas elecciones como el candidato de consenso de la unidad más amplia gestada por el peronismo en la Ciudad de Buenos Aires.
Con este resultado, el oficialismo consigue un triunfo importante en una jornada electoral catastrófica para Juntos por el Cambio, que le permitirá la sobrevida en el único distrito de peso en el que tenían chances de ganar, tras los resultados de las PASO. Al mismo tiempo, Larreta se ahorró el mal trago de encarar un nuevo tramo de campaña en la situación económica más que delicada que augura el período de transición.
El triunfo le abre la posibilidad al alcalde porteño de erguirse como el único referente triunfador del PRO frente a la derrota nacional y bonaerense que se llevó puestos a Mauricio Macri y María Eugenia Vidal. La gobernadora bonaerense ahondó más su caída electoral frente a Axel Kicillof que la deja, por el momento, fuera de juego en la interna del macrismo.
La estrategia de Larreta para lograr la reelección se sustentó en la incorporación de sectores opositores no peronistas de la ciudad, que le permitieron un doble juego. Por un lado, minimizar la fuga de votos de sectores que se alejaron de Juntos por el Cambio, y al mismo tiempo, presentar una oferta electoral más amplia que la que presentó hace cuatro años.
En ese esquema, sumó a Martín Lousteau y lo colocó como candidato a senador nacional e incorporó al socialista Roy Cortina, que hasta ese momento, había asumido un rol de opositor funcional al gobierno larretista.
Con ese movimiento, Larreta apostó a polarizar con el peronismo que, con la figura de Lammens, ofreció una alternativa moderada y "deskirchnerizada", en tono con la propuesta política de Alberto Fernández. Nobleza obliga, Lammens consiguió romper, por mucho, los números que había conseguido el kirchnerismo porteño en los últimos años.
La lectura fina del resultado también va a perfilar cómo quedará el mapa de poder de la Legislatura porteña.