Juntos en el barro

El plan C de Patricia Bullrich: Facundo Manes gobernador

La presidenta del PRO analiza todas las variables y no descarta persuadir al radical para amalgamar ambas boletas. Grindetti es la opción principal, ante la dificultad para acordar con Ritondo.

Mientras ciertas métricas de las redes sociales alimentan su sueño presidencial, Patricia Bullrich se permite ensayar distintos movimientos políticos sobre el amplio tablero de la provincia de Buenos Aires. De hecho, al regresar de su gira por los Estados Unidos le anticipó a su equipo que encumbrará a uno de sus tres candidatos a la gobernación más temprano que tarde, pelea en la que el macrista Néstor Grindetti es el mejor posicionado, pero la titular del PRO tampoco descarta la posibilidad de cerrar un acuerdo con la cúpula del radicalismo que le garantice una maquinaria electoral aceitada en el territorio donde expone su mayor déficit: armado y fiscalización. De hacerlo, hasta se ilusiona con persuadir a Facundo Manes de que desista de sus aspiraciones presidencialistas y compita por la gobernación.

Pese a que hay una mesa nacional, otra bonaerense, y hasta una para el interior del país diagramando las estrategias de campaña, todas las voces consultadas por Letra P coincidieron en que será Bullrich la que, en definitiva, marcará los pasos a seguir cuando vuelva del territorio norteamericano, al que arribó hace unos días para participar de una conferencia sobre seguridad jurídica en América Latina, con especial incidencia en Argentina.

En primera instancia deberá resolver qué hará con los tres candidatos a la gobernación que tiene en la actualidad. La urgencia tiene que ver con que, según admite frente a sus armadores, sabe que deberá sintetizar una estrategia política para enfrentar a su principal competidor interno, Horacio Rodríguez Larreta, que respalda a Diego Santilli en la provincia del 37% del padrón electoral. Quienes traducen con precisión sus palabras están convencidos que Grindetti es el plan A para competir por la gobernación, no sólo porque el intendente de Lanús le aporta la estructura de un distrito potente del conurbano, sino también porque le da un canal de diálogo directo con el expresidente, Mauricio Macri.

Casi por razones similares a las del intendente de Lanús, Cristian Ritondo es su plan B, ya que, si bien no gobierna un municipio, conduce uno de los aparatos amarillos más amplios del territorio bonaerense. Los dos obstáculos que enfrenta Bullrich para llegar a un acuerdo con el presidente del bloque PRO en la Cámara de Diputados es que aún sigue atado a la suerte de su jefa política, María Eugenia Vidal y, por el otro, es que hay quienes aconsejan pensar bien antes de cerrar un acuerdo con Ritondo. "Tenemos dudas sobre si nos podría generar un efecto Aníbal irremontable", explican con cierta suspicacia, al creer que su imagen negativa podría arrastrar la boleta nacional del ala dura hacia abajo.

https://twitter.com/PatoBullrich/status/1632488704777281538

Quizá por esto, y por que aún no está claro qué hará la cúpula de la UCR, es que la exministra de Seguridad no descarta tener al diputado del partido centenario y neurocientífico dentro de su esquema bonaerense. Una primera aproximación mantuvieron en una reunión privada el sábado 4 de marzo en el exclusivo Park Hyatt Mendoza. Fue en el marco de la foto que agitó al radicalismo, con varias de sus figuras, incluidas el presidenciable boinablanca, que postaron junto a Bullrich.

De todo modos, según confiaron fuentes de ambos espacios, Manes le reiteró a la titular del PRO que mantiene vivas sus aspiraciones de competir por el sillón de Rivadavia. Como repitió en otras oportunidades, aclaró que sólo se metería en esa empresa si toda la orgánica de su espacio lo acompaña. Es la misma estructura que codicia Bullrich: en su mano a mano con Larreta, como contó Letra P, la exministra apuesta a competir por la fiscalización en 101.457 mesas, una cifra que enarbolan en su comando de campaña correspondiente a los comicios de 2021.

Las condiciones para un Manes candidato a presidente penden de un hilo. Quedó demostrado también con la amplia fotografía que Bullrich logró junto a los radicales en Mendoza, en el marco de la Fiesta Nacional de la Vendimia. Sin Gerardo Morales en ese plano que cuidadosamente diseñaron Damian Arabia, uno de los armadores incondicionales de Bullrich en el interior del país, Hernán Lombardi, hombre de confianza de Macri, y Sebastián García de Luca, flamante conductor de la estrategia bonaerense, todas las lecturas políticas fueron en un mismo sentido: Bullrich logró una foto radical anti Larreta y la posibilidad de llegar a un acuerdo por listas cruzadas.

Irónicamente, la presidenta del PRO puede terminar auspiciando una maniobra que un sector del radicalismo también le pide, por ahora sin éxito, a Manes. En su pulseada con Larreta, Bullrich mantiene todas las variantes posibles abiertas.

Patricia Bullrich en un plenario partidario en La Plata.
manes se jacta del apoyo de macri: dice que soy el radical con mas votos

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