Como en una especie de efecto espejo con lo que sucede a nivel nacional, el peronismo marplatense se muestra alineado en casi todos los sectores, con una alianza estratégica del kirchnerismo con el massismo, encabezada por Fernanda Raverta y acompañada del Frente Renovador local, que enfrentará al sciolista Rodolfo Iriart en las Primarias Abieras, Simultáneas y Obligatorias (PASO). A días del cierre de listas, en el ravertismo confían en superar cómodamente la interna y avisan que el intendente Guillermo Montenegro presentará una candidatura “testimonial” para dejar el municipio en diciembre e irse a un cargo nacional si la alianza opositora retoma el poder central.
En el espacio de la camporista estiman que, “si la oposición gana en la Nación, en diciembre Montenegro se va a ir a un ministerio con (Patricia) Bullrich o con (Horacio Rodríguez) Larreta y va a dejar acá al primero de la lista”. En ese marco, toma singular trascendencia la puja por ver quién ocupará el primer lugar en la nómina de aspirantes al Concejo Deliberante, primer escalón en la línea sucesoria de la jefatura comunal, atendiendo la poderosa estructura que tiene la UCR marplatense, que, por ahora, mantiene prudencia a la hora de hablar de precandidaturas. Lo mismo sucede en el PRO, con un par de ediles que responden directamente al alcalde, pero que por el momento eligen el silencio.
Con la titular de la ANSES camina un amplio abanico dirigencial del peronismo: desde el massismo, en sus dos vertientes -con el sector de Juan Manuel Cheppi y el de Ariel Ciano-, hasta los gremios de la CGT, CTA, organizaciones sociales y el Movimiento Evita. En este campamento aseguran que su potencia electoral les alcanza y sobra para vencer en las PASO a Iriart y hasta se entusiasman con ganar el municipio si es que el oficialismo finalmente prescinde de Montenegro para pelear la intendencia. Como contó Letra P, el jefe comunal lleva al límite su decisión y mantiene a la coalición de gobierno sin Plan B a la vista.
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El entorno de Raverta se entusiasma con las encuestas. Fuentes del sector afirmaron a este medio que la jefa de la ANSES está en 31 puntos porcentuales de intención de voto, a tiro de los 34 que –dice el peronismo– tiene el alcalde. “La gestión se desplomó en los últimos meses y bajó muchos puntos”, afirman.
En la otra orilla de Unión por la Patria (UP) –versión remozada del Frente de Todos– se encuentra Manino Iriart, un sciolista histórico que pide interna. El director nacional de Correo Argentino está caminando con Daniel Scioli desde que el embajador en Brasil se lanzó como precandidato a presidente. Funcionario y legislador en los años en los que el exvicepresidente gobernó Buenos Aires, acompaña al exmotonauta y a la precandidata a la gobernación Victoria Tolosa Paz por todas las secciones electorales para aportar músculo político. Cerca de Iriart, le aseguraron a Letra P que el peronismo “no está ofreciendo buenos candidatos para una ciudad como Mar del Plata. Si le ponemos uno de izquierda a una sociedad como esta, se nos va a complicar”. El sector apunta con una oferta de “punto medio”, al estilo Scioli, mientras que sostiene que, si finalmente pierde la interna con Raverta, está dispuesto a acompañar.
En el sciolismo marplatense sacan cuentas con datos sobre la mesa: en 2017, conformaron el “Punto de encuentro Pensar Mar del Plata”, un espacio de debate del que participaron casi todas las fuerzas, con las universidades, el sector público y el privado. “Nos voltearon la lista en 2021 y en las elecciones del PJ de 2022, con todos esos sectores, sin estructura ni candidatos fuertes, sacamos el 42% al aparato de Raverta”, se animan.
Cabe destacar que, hace poco más de un año, la pareja de Iriart, Débora Indarte, se fue del FdT y armó un monobloque en la Cámara de Diputados bonaerense, acusando que La Cámpora se negó a tratar proyectos suyos por discrepancias internas. “Obstaculizan de manera permanente el desempeño de mi función”, dijo en su momento la legisladora. A pesar de mantenerse alineada al gobierno que encabeza Axel Kicillof, la relación política se rompió.
De todas formas, la precandidatura de Iriart estaría atada a la suerte de Scioli en la contienda nacional. Es por eso que, si bien en la alianza cámpora/massismo no descartan sumar al sector disidente, muestran cierta cautela en la que contemplan la integración, pero como en cualquier otra negociación: “Los lugares que buscan ellos son los mismos que busca la CGT, que reúne 65 gremios, la CTA y otros espacios”, dijo a Letra P un dirigente de peso de la Quinta sección electoral y soltó la chicana: “Débora (Indart) fue diputada porque la pusimos en la lista a dedo. A Manino, el Correo se lo conseguimos nosotros; entonces, ¿cuando el dedo te cae a vos está bárbaro y cuando no te toca no?”
Por otra parte, en el sciolismo local que lidera Iriart no descartan dialogar con Gustavo Pulti, dueño del sello Acción Marplatense. El exintendente de raíz vecinalista y aliado a Scioli durante sus 8 años de gobierno en la provincia, podría llegar a un acuerdo con Iriart para, de mínima, asegurarse la continuidad de sus dos ediles en el Concejo y buscar algo más de representación legislativa.