CIERRE DE LISTAS

Guillermo Montenegro lleva al límite su indefinición y no asoma Plan B en Mar del Plata

Enojado por la virulencia de la pelea Larreta vs. Bullrich, el intendente amenaza con no presentarse a la reelección. La UCR espera una señal. Silencio PRO.

En el municipio de General Pueyrredón se viven momentos de tensión política e incertidumbre a horas del cierre de alianzas y a menos de dos semanas de la definición de candidaturas. Lejos de la certeza que hay en otros distritos que gobierna el PRO, en los que los intendentes están decididos a ir por la reelección o ya bendijeron a alguien para la sucesión, en Mar del Plata Guillermo Montenegro no tiene resuelto si buscará un segundo mandato o dejará al oficialismo tambaleando y sin un candidato de peso para una eventual continuidad de gobierno.

Cerca del jefe comunal aseguran que “está enojado en serio” y que “no puede creer el nivel de agresividad” en la interna que protagonizan Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, que está sacudiendo a la coalición. Si bien ambos precandidatos a presidente buscaron sumarlos cada uno a su team, Montenegro sabe que llegado el caso se alineará al ganador, aunque mantiene en vilo a todo el oficialismo local en una especie de llamado de atención a los líderes del partido sobre el riesgo que corre JxC con el nivel de virulencia verbal y diferencias políticas de las últimas semanas. Otras voces, en cambio, hablan de especulaciones: aseguran que el intendente se alista para un eventual ministerio nacional en caso de que la oposición llegue al gobierno en diciembre.

“Guillermo tiene una imagen positiva que supera el 65% e intención de voto en las boletas de Bullrich y Milei”, le dijeron a Letra P fuentes del entorno del intendente. Es por eso que nadie, en el campamento oficialista, se anima a caminar sólo o a autopercibirse candidateable, mientras que, por lo bajo, apuran una definición del exministro de Seguridad porteño.

El concejal Fernando Muro, un PRO puro que responde a Montenegro, podría aspirar a la intendencia sólo si el alcalde se bajara antes del cierre de listas, ya que no podría encabezar una boleta legislativa local para asumir posteriormente, si es que finalmente el jefe comunal se fuera en un eventual uso de licencia. Muro asumió la banca en 2021 y le quedan dos años en el Concejo Deliberante. Otro nombre que circula es el del secretario de Seguridad, Martín Ferlauto. Sin embargo, en el PRO marplatense prefieren el silencio mientras esperan una señal clara. Todos quieren la reelección.

Una fuente de vínculo diario con Montenegro le dijo a Letra P que lo que sí pretende el intendente es “que haya muchos marplatenses en las listas” y que “vería con buenos ojos una candidatura de Maxi (Abad)”. Se sabe, el presidente de la UCR bonaerense, lanzado a la pelea por la gobernación, también tiene sobre la mesa la oferta de Bullrich para sumarse a una fórmula nacional.

La figura de Abad es ineludible. Nacido en Ranchos, pero con militancia y trayectoria política en la perla de la Quinta sección electoral, el jefe del bloque de JxC en la Cámara de Diputados bonaerense con mandato hasta diciembre podría servirle a Bullrich los votos de los alcaldes radicales del interior bonaerense, un tesoro para nada despreciable en el distrito que aporta el 38% del padrón electoral nacional. No olvidar: en las elecciones de medio término pasadas, el radicalismo que comanda Abad le ganó la pulseada al PRO en las cuatro secciones electorales consideradas del interior, Cuarta, Quinta, Sexta y Séptima.

Independientemente de aquello, el legislador no descuida su pago chico y tiene allí la tarea de ordenar los patitos o de bendecir a un candidato propio si finalmente Montenegro se va a la casa. En el entorno de Abad son cautos a la hora de arrojar nombres: “Somos parte de un acuerdo de gobernabilidad en el que tenemos muchísima responsabilidad”, le dijo a Letra P alguien de chat permanente con el jefe radical.

De esta manera, aguardan la definición de Montenegro, aunque muestran una estructura fuerte, de mucha historia en la ciudad y que “cuenta con dirigentes jóvenes, preparados” y que deberán “juntarse a discutir si es que el intendente decide no presentarse”. Además de la presidencia del partido a nivel provincial con Abad, el radicalismo tiene a otro hombre fuerte en la región, como es el senador Ariel Martínez Bordaisco, y a funcionarias de primera línea entre quienes se cuentan Marina Sánchez Herrero, presidenta el Concejo Deliberante, y Vilma Baragiola, última candidata a la intendencia de la UCR.

Cabe destacar que el radicalismo marplatense atraviesa una situación singular en el Concejo, donde tiene ediles UCR puros, conducidos por Marianela Romero, quienes fueron noticia por un hecho grave: la Justicia les prohibió a tres funcionarios de la Secretaría de Desarrollo Social que conduce Baragiola -Daniel Teruel, Lucas Amodey y Santiago Reyes- acercarse a menos de 200 metros de tres concejales del mismo espacio -Daniel Núñez, Gustavo Pujato y Romero-, por supuestas amenazas y violencia física. Según pudo saber este medio, se trata de funcionarios que, junto a un grupo de sindicalistas, se afiliaron recientemente al partido, pero que tienen “militancia nula y cero trayectoria” en el espacio y que llegaron al gobierno de la mano del otro sector de la UCR que conduce el intendente de San Isidro, Gustavo Posse.

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