La continuidad de la actual bancada del Frente de Todos en la Cámara de Diputados, rebautizada como Unión por la Patria (UP), entró en crisis este jueves cuando un grupo de actuales y futuros miembros que no responden a gobernadores, denominados "sin tierra", intercambiaron charlas y mensajes para evaluar alguna forma de autonomía. Estudian varias alternativas: armar un bloque, mudarse a otro o quedarse con un sello propio, a modo de interbloque.
Antes de decidirlo, referentes de este sector participarán el miércoles de una reunión con la presidenta de la Cámara, Cecilia Moreau, en la que se empezará a definir si Germán Martínez continuará siendo el jefe de la bancada, como propone Máximo Kirchner, quien puede arrastrar algo menos de la mitad de los 105 miembros de UP. Como los gobernadores ya están en diálogo con el Gobierno, los sin tierra eran clave para que el santafesino se impusiera, por lo que, si se rebelan, su continuidad como jefe entró en duda.
La revuelta la inició el santafesino Roberto Mirabella, quien responde Omar Perotti, gobernador hasta el 10 de diciembre. El diputado tiene dos años más de mandato y el miércoles pasado se reunió con el jujeño Guillermo Snopek, quien se muda del Senado a la Cámara baja y tampoco tiene un mandatario provincial que le dicte órdenes.
Mirabella está dispuesto a dejar UP y armar un bloque propio, que se llamaría Defendamos Santa Fe. Su estadía en el oficialismo no fue fácil: se peleó con Alberto Fernández y el kirchnerismo por la gestión de temas agropecuarios, por medidas sobre la carne, la lechería y el biodiesel.
En una situación similar está Snopek, quien tomó la tarea de reclutar a sus futuros colegas que son opositores en sus provincias para armar un polo de poder capaz de marcar la cancha en Unión por la Patria o, si es necesario, dar un paso al costado. Hubo diálogos con referentes de Mendoza, Salta, Entre Ríos y hasta representantes bonaerenses que no responden a Axel Kicillof.
Todos quieren rediscutir las autoridades del bloque y la estrategia como opositor. Coincidieron en la molestia de haber enterado, a través de Letra P, que Máximo tenía decidido apoyar la continuidad de Martínez como jefe de bloque. El santafesino, por ahora, conserva perfil bajo, pero está dispuesto a seguir en el cargo si tiene consenso.
“Este no puede seguir de esta manera, con las jefaturas que definieron Alberto y Cristina (Fernández de Kirchner)”, fue uno de los chats entre los sin tierra. Hubo algunos que antes de tomar una decisión acordaron una reunión para lunes o martes próximo con el excandidato presidencial, Sergio Massa. “Él tiene siete bancas en UP y queremos saber qué hará, porque ganamos las nuestras con su boleta”, explicó uno de los rebeldes a Letra P.
¿Dónde ir?
La gran duda de los sin tierra es si tienen algún refugio para ir en caso de dar un portazo. La semana pasada, Mirabella y Snopek se cruzaron con Ignacio García Aresca, quien será presidente del bloque Córdoba Federal, de cinco miembros, que está asociado a Florencio Randazzo y la dupla de socialistas de Santa Fe.
García Aresca está dispuesto a ampliarlo con peronistas, con o sin jefes provinciales. El otro bloque del medio será Provincias Unidas, que sí está creciendo: a la base de rionegrinos y misioneros, le sumarán neuquinos, santacruceños y salteños.
Fuentes del Congreso aseguran que hubo gestiones del gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, para que ambas bancadas se unifiquen, pero Carlos Rovira, líder del oficialismo misionero, se resistió por la cercanía de los cordobeses al gobierno de Javier Milei. Con funcionarios en el Gabinete, el cordobesismo no la tiene fácil para exhibirse como oposición, al menos por un día.
Los rebeldes de UP por ahora prefieren agotar la discusión interna. Por otra parte, si las rupturas son en diciembre, se perjudicarán los 105 miembros del bloque porque podrían dejar de ser primera minoría. Por eso muchas fugas, de existir, podrían ser en febrero o marzo. Es de lo que se empezará a hablar estos días.