De Todos. Así será el nombre del espacio que históricamente nucleó al kirchnerismo de Córdoba y que, con la suma del peronismo frentetodista que encabeza el vicepresidente del Banco Nación, Carlos Caserio, suma a nombres históricos del PJ mediterráneo, como la titular del PAMI, Olga Riutort. También reúne un puñado de intendentes que hasta 2019 adscribieron al oficialismo nacional, pero en la provincia se encolumnaron con el cordobesismo.
El intendente de Embalse, Federico Alesandri, y la diputada camporista Gabriela Estévez integrarán la fórmula que competirá por la gobernación el próximo 25 de junio detrás de un esquema frentista que en la mañana de este miércoles firmaron el Partido de la Victoria, Nuevo Encuentro por la Democracia y la Equidad, el Partido Solidario, el Frente Grande, Kolina, el Partido Comunista, el Partido del Trabajo y del Pueblo y Patria Grande.
Allí se desprende otro dato que da cuenta del esquema de unidad casi total de las diferentes partes del todismo cordobés. El sello que representa a Juan Grabois en la provincia queda adentro de la alianza, un activo que recupera el espacio luego de una escisión de último momento del cierre de listas para las legislativas de 2021.
La alianza, que llevará el lema “Creo en Córdoba”, tiene como baja principal al intendente de Villa María, Martín Gill. Tal como lo venían advirtiendo algunos dirigentes del espacio, el exrector universitario terminó regresando a las filas del schiarettismo, luego de ser el referente que encabezó la boleta del Frente de Todos en 2021, en el tramo para Diputados. Con él, varios intendentes que habían participado del armado del FdT en la última elección también regresaron al PJ provincial, aunque otras tantas autoridades municipales se quedaron.
Con esos actores, una pata sindical importante y un grupo de pequeñas organizaciones territoriales que se despliegan a lo largo de la provincia, el equipo que saldrá a la cancha junto a Alesandri y Estévez buscará terciar en una elección polarizada entre Martín Llaryora (Hacemos Juntos por Córdoba) y Luis Juez (Juntos por el Cambio).
El objetivo es alumbrar una nueva etapa en el filokirchnerismo local, de la mano del delasotismo histórico que, disconforme con Schiaretti, encuentra en los armados nacionales una oportunidad para resurgir. El espacio cuenta en la actualidad con dos bancas en la Unicameral. Sus ocupantes ingresaron por las boletas de Hacemos por Córdoba y se emanciparon en medio de la disputa interna en el valle de Punilla.
Con los guiños nacionales correspondientes y sin negociar la identidad ese espacio buscará ser ampliado. En el llaryorismo acusan al todismo de tener una alianza con Juez. Mientras, el Frente de Todos se concentra en sus propios desafíos. “Si Llaryora pierde la elección, no será nuestra culpa. Es un problema suyo”, dicen ajustándose los botines para salir al partido.
