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Corte Suprema: Javier Milei no retira los pliegos y los aliados piden suspender la sesión

La UCR insiste en borrar los expedientes de Lijo y de García-Mansilla. Los federales apuestan a ganar tiempo. Asistencias de UP, claves. Villarruel, expectante.

A una semana del tratamiento de los pliegos de los candidatos a la Corte Suprema, Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla, el panorama en el Senado es incierto. Los aliados del Gobierno -la UCR, el PRO y los bloques federales- insisten en pedir que se retiren los expedientes si no hay chances de aprobarlos. Ante el rechazo de Javier Milei, proponen suspender la sesión.

El pedido por ahora no fue tenido en cuenta por la Casa Rosada ni por Victoria Villarruel, quien mantendrá la convocatoria si el Presidente no reclama otra cosa.

Las autoridades de UP garantizan que eso no pasará. Confían en qué sentarán a sus 34 miembros, sólo tres menos que el cuórum. Sólo reconocen que hasta 14 podrían votar a favor del pliego de Lijo. "La convocatoria llegó después de hablar mucho puertas adentro", destacan sus voceros.

Si el peronismo tiene asistencia perfecta, el cuórum sería un hecho, porque los radicales Pablo Blanco y Martín Lousteau; y la larretista Guadalupe Tagliaferri anunciaron que estarán presentes. Con el abierto, alcanza con 25 rechazos (un tercio del total) para que un pliego se caiga. Este trío, Carolina Losada (UCR), Francisco Paoltroni (exlibertario) y un sector del PRO permitirían bochar el pliego de Lijo.

García-Mansilla, por ahora, no tiene quién lo defienda, aun cuando ya ocupa un lugar en la Corte a partir del decreto de Milei. El Gobierno le pedirá que no renuncie, aun si su pliego es rechazado.

Presión a Javier Milei

El bloque radical es el más interesado en evitar una derrota del Gobierno y le propuso a Milei, hace 15 días, que retirara los pliegos. Ante la falta de respuesta desde la Casa Rosada, Villarruel citó a la sesión para este jueves. Tomó un pedido de UP que, si bien el reglamento permite a la titular del Senado definir la fecha, no podía ignorar por tiempo indefinido.

En estos días, en la UCR y Provincias Unidas -el interbloque aliado del Gobierno- surgió la idea de pedir una postergación de la sesión hasta tanto no haya claridad en la votación.

“Es algo que solicitamos y por ahora no prosperó: tenemos como excusa el feriado del miércoles 2 de abril”, confirmó a Letra P uno miembro de PU. En el radicalismo confirmaron que avalan esa idea, pero que su plan A sigue siendo esperar a que Milei retire los pliegos.

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Ariel Lijo, candidato a juez de la Corte Suprema.

Ariel Lijo, candidato a juez de la Corte Suprema.

Pero el oficialismo no da señales de aceptar mover una ficha para bloquear la sesión. Desde la Casa Rosada no bajaron línea y Villarruel no quiere prolongar la agonía, a no ser que exista un pedido explícito del Presidente.

“Dimos tres semanas para una negociación. Nada va a cambiar si lo extendemos siete días más”, se justifican cerca de la vicepresidenta, quien por ahora descarta firmar una resolución para posponer la fecha.

Luego de la convocatoria, la semana pasada, Villarruel se comunicó con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, el único contacto que tiene con el Poder Ejecutivo. El funcionario reconoció, luego, que los aliados reclaman retirar los pliegos, pero que no está en los planes de Milei.

A todo o nada

Tal vez la mayor curiosidad de la sesión del jueves es que Milei y Unión por la Patria coinciden en que lo mejor es llevar los pliegos al recinto y que pase lo que tenga que pasar. En realidad, fue la idea del Presidente cuando los incluyó en el temario de extraordinarias. No se trataron porque los jefes de bloque se negaron a incluirlo en una sesión, como habían pedido los funcionarios de la Casa Rosada.

La firma del decreto presidencial para nombrar en la Corte a Lijo y García-Mansilla cambió la estrategia de Cristina Fernández de Kirchner, quien pasó de esperar un llamado para negociar a pedir rechazar los pliegos.

A la presidenta del PJ tampoco le agradó que, una vez en la Corte, García-Mansilla se haya plegado a la agenda de los jueces Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz. Los tres le negaron la licencia a Lijo y le impidieron asumir.

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Ricardo Lorenzetti, Carlos Rosenkrantz, Horacio Rosatti y Manuel García-Mansilla, integrantes de la

Ricardo Lorenzetti, Carlos Rosenkrantz, Horacio Rosatti y Manuel García-Mansilla, integrantes de la "nueva" Corte.

En el radicalismo hay mucho temor. Hay diez miembros de la bancada que no se pronunciaron y prefieren no dejar la marca de rechazo a los pliegos. Sobre todo, al de Lijo, quien si no llega a la Corte continuará siendo juez federal.

Además, Santiago Caputo, encargado de las gestiones judiciales, hizo saber que quienes rechacen los pliegos no podrán negociar nombres para cubrir vacantes en la justicia federal. Ningún radical se quiere quedar fuera de ese reparto.

En UP las cosas son más claras. Las autoridades cuentan entre ocho y 14 miembros dispuestos a votar a Lijo. Si el número se estira tal vez no sea posible rechazarlo.

En el oficialismo recuerdan que, durante todo un año, en conversaciones con referentes del Gobierno, el juez dijo tener los votos para aprobar su pliego y podrá demostrarlo. Al parecer, la altanería del magistrado no le cayó bien al asesor presidencial, quien aceptó su candidatura por gestión del otro cortesano, Ricardo Lorenzetti.

García-Mansilla tiene más detractores en el Senado. Sólo garantizaron el apoyo algunos partidos provinciales que decidieron ayudar al Gobierno en este tema. Aunque hay figuras de UP referenciadas en gobernadores no descartan ayudar, aunque sea insuficiente. El panorama es sombrío.

Fernando Salino, senador de Convicción Federal, el nuevo bloque de Unión por la Patria. 
Manuel García-Mansilla y Ariel Lijo, candidatos a la Corte Suprema. 

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