Con una lista única a nivel provincial, el PJ de Corrientes definirá este domingo la conducción de 16 distritos en el cierre de un controvertido proceso de normalización que generó nuevas rupturas dentro del peronismo. De cara a las elecciones 2025 que definarán al sucesor de Gustavo Valdés, el desafío se traslada ahora al armado de un frente electoral ampliado.
Como ya contó Letra P, el camino a la normalización partidaria se topó con las discusiones históricas al interior del partido, que desembocó en una foto de unidad que dejó a un costado a algunas de las figuras más importantes del espacio. Entre otros referentes, ya pegaron el portazo el diputado Jorge Antonio Romero, su par en la cámara baja Nancy Sand y los senadores provinciales José "Pitín" Aragón y Martín Barrionuevo.
La cristinista Ana Almirón será proclamada el 23 de marzo como presidenta del partido y Martín Ascúa será consagrado como el candidato a la gobernación con el que el peronismo saldrá a la búsqueda de aliados para buscar arrebatarle el poder al radicalismo que manda en la provincia desde 2001. En el listado de tareas urgentes, también buscarán sanar las heridas que derivaron en la ruptura y evitar una nueva diáspora.
La interna del PJ que no fue en la Capital
El domingo habrá internas en Bella Vista, Caá Catí, Concepción del Yaguareté Corá, Curuzú Cuatiá, Gobernador Virasoro, Goya, Herlitzka, Itatí, Ituzaingó, La Cruz, Mburucuyá, Paso de la Patria, San Isidro, San Lorenzo, San Luis del Palmar y San Miguel.
Cuando se consagraron las candidaturas, también se preveía una competencia interna en la Ciudad de Corrientes, pero Aragón se bajó de la precandidatura a la intendencia y Marlene Gauna de la que aspiraba a conducir el PJ en la capital.
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Unidad peronista es la lista que encabezan en la capital Félix Pacayut y Daniel Flores que se quedará con la conducción y la precandidatura a la intendencia. Se trata de un espacio disidente a la del Peronismo para la Victoria que será proclamada a nivel provincial y que corporizará el descontento de muchos de los sectores internos con el proceso que comandaron los interventores Teresa García y Máximo Rodríguez. Junto a esa dupla, todos los desencantados también ubican a José Ottavis, consejero del PJ que a nivel nacional conduce Cristina Fernández de Kirchner y armador en la provincia.
Identificados históricamente con Fabián Ríos, el intendente que fue el último candidato a gobernador por el peronismo, el espacio capitalino se prepara para tomarle el pulso a la nueva conducción del PJ con cuyos integrantes reconocen no tener mayores diferencias. Las distancias aparecen con el modo en que se manejó el proceso de unidad y con las eventuales intenciones de cara a la conformación de alianzas.
El fantasma de Ricardo Colombi
Las lecturas sobre por qué la unidad terminó estallado varían según a quién se le pregunte. Sin embargo, uno de los elementos que más aparece tiene que ver con la estrategia electoral en un escenario que vislumbra un reseteo en el mapa político provincial.
Las últimas dos elecciones se polarizaron entre la alianza oficialista que encabezó Valdés y el peronismo, en 2021 con Ríos y en 2017, con Camau Espíndola. Ese panorama se modificará debido a la irrupción de La Libertad Avanza, que ya avisó que presentará su propia lista en la contienda, y la ruptura entre Valdés y Ricardo Colombi, que camina la provincia con la intención de volver al sillón de Ferré.
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Gustavo Valdés y Ricardo Colombi enfrentados por el poder en Corrientes.
A ese escenario se suma el candidato del peronismo que será consagrado luego de la normalización, el intendente de Paso de los Libres, Ascúa. Sin embargo, la futura conducción partidaria ya avisó que luego del 23 de marzo, cuando las autoridades sean proclamadas, la candidatura se pondrá a consideración de las partes de un futuro frente electoral, donde esperan sumar al menos a dos de los precandidatos que también recorren Corrientes con el deseo de suceder a Valdés: el diputado provincial del Frente Renovador Germán Braillard y el intendente de Gobernador Virasoro, Emiliano Fernández.
En ese lugar, la oposición interna levanta la voz y advierte sobre eventuales movimientos que acercarían al peronismo a Colombi, algo a lo que se rehúsan de modo tajante. “Hacer eso es degradar al PJ para garantizar la continuidad del mismo modelo que nos trajo hasta aquí”, dicen.
Escenario de cuartos en Corrientes, hasta que duela
Hay sectores que entienden que la primera tarea que debería encarar la conducción de Almirón es salir a buscar a los heridos que terminaron bajándose de la lista de unidad, aunque entre los heridos por la pelea dudan que las cosas puedan recomponerse en el corto plazo. En otros tiempos, los señalados eran “los de La Cámpora”. Ahora, el dedo se puso más fino y advierten sobre la interna que ubica de un lado a Máximo Kirchner, en otro a Axel Kicillof y en otro a CFK, a la que responsabilizan por hegemonizar las posturas y cerrar los debates al interior del partido.
“Hubo una reunión con ella a finales del año pasado de la que todos salimos muy ilusionados, pero después de eso se rompió todo”, advierte uno de los díscolos consultados por Letra P. Entre quienes formarán parte de la futura conducción aseguran que eso no es cierto y que todos los sectores están contemplados en el esquema que se quedará al frente del PJ normalizado.
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Sin embargo, el debate se patea para adelante y una eventual alianza con Colombi hace estallar todos los cálculos. Si eso pasa, aseguran desde los espacios que quedaron relegados de la unidad, habrá una lista peronista por fuera de lo que defina la conducción partidaria. De hecho hay quienes ya avisaron que no se quedarán quietas y buscarán canalizar sus posturas por vías alternativas.
Como viene dando cuenta Letra P, nombres sobran y en un escenario en el que el oficialismo podría sacar alguna ventaja, una elección que sostenga el piso histórico del peronismo podría garantizar el ingreso a una segunda vuelta, que será la que defina la elección si la diáspora opositora no se la hace demasiado fácil a la lista de Valdés.
Pese a todo, el peronismo quedará normalizado luego de la elección de este domingo. En todos los distritos en los que habrá competencia serán dos las listas que competirán y hay algunas ciudades en las que las conducciones quedarán acéfalas o intervenidas por la conducción provincial. En ese marco, el debate lejos quedará de saldarse y el peronismo correntino celebrará temporalmente con la venia de CFK, aunque el final de la película todavía quede demasiado lejos.