La interna amarilla sin fin

Córdoba: la pelea que incendia al PRO llega a la Legislatura y la define el alfil de Patricia Bullrich

Agost Carreño y la macrista Botta se disputan la jefatura del bloque. El halcón Ignacio Sala, mediador decisivo. Qué se juega cada uno. La ruptura cantada.

El PRO en Córdoba continúa en su lucha por el poder en un partido que 0,5% el 26-0. Con la llegada de Oscar Agost Carreño a la Legislatura, la presidencia del bloque es el botín más preciado. La espada de Mauricio Macri en la provincia, la concejala Soher El Sukaria, puja para que ese espacio lo ocupe Patricia Botta.

El tercer integrante de la bancada, Ignacio Sala, alineado a la facción de Patricia Bullrich, se ubica en el medio de ambas posturas y, sin intenciones de liderazgo, apuesta a la unión del espacio. Pero responde a Laura Rodríguez Machado, la dirigente aliada a La Libertad Avanza que mantiene su ficha de afiliación amarilla, enfrentada con la concejala y en un postura cercana a la de Carreño ya que siempre rechazó las intervenciones que ordenó el expresidente.

El telón de fondo es la pelea por el control del espacio. Las intervenciones al partido en Córdoba están revocadas por la Justicia, a favor del diputado de Encuentro Federal. El Sukaria resiste. Que el PRO arde, no hay dudas, pero ¿se parte? ¿o logrará mantener la línea de tres? Todo apunta a lo primero.

Qué quiere Oscar Agost Carreño

Desde el 10 de diciembre, Agost Carreño abandona su banca en Diputados y vuelve a la Legislatura de Córdoba. No oculta su objetivo: busca ocupar la presidencia del bloque del PRO en el recinto.

Su postura muestra un delicado equilibrio entre la negociación interna y la confrontación de fondo con el macrismo cordobés. El futuro legislador mantiene conversaciones paralelas con Botta y Sala, ambos integrantes del bloque, aunque solo la dirigente que responde a El Sukaria ha manifestado aspiraciones de conducción.

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Botta le planteó de manera directa que, en esta nueva etapa, considera que sería positivo asumir la presidencia del bloque. El todavía diputado sospecha que sobre ella pesa la influencia de la macrista El Sukaria, quien le exige oponerse a su figura. Pese a ese condicionamiento, Carreño definió como prudente un encuentro y buscó sostener el diálogo para evitar una ruptura. Diálogo aún sin resolución.

Lo cierto es que, una ruptura no sería una hipótesis alejada de la realidad, sobre todo porque todas las intervenciones ordenadas por el PRO a nivel nacional están revocadas, a favor de Agost Carreño. La última que se dispuso en el último cónclave del Consejo Nacional nunca se llegó a ejecutar y está judicializada. En una cautelar la jueza María Servini la dejó sin efecto, por lo que la apelación es lo que le queda a los alfiles de Macri.

Carreño promete resistir judicialmente cada embate hasta concretar la interna para la renovación de autoridades que desencadenó este largo proceso de fuegos cruzados.

Soher El Sukaria, la retadora incansable

Es en esa puja -política y judicial- por la presidencia del PRO en Córdoba que la concejala El Sukara, referencia del macrismo duro en Córdoba y última interventora designada por el propio Mauricio Macri -con freno judicial-, expuso sin rodeos la tensión que atraviesa al bloque del PRO en la Legislatura provincial.

PAtricia Botta
Patricia Botta (izquierda)

Patricia Botta (izquierda)

La concejala, que se posiciona como garante del orden partidario que considera el líder nacional, plantea la incertidumbre sobre el futuro del bloque. Mientras tanto, al igual que la legisladora Botta, expresa a su tropa la resistencia interna a que Carreño reasuma con pretensiones de conducción, en un PRO cordobés que todavía busca una conducción clara tras el reordenamiento político impulsado por el escenario nacional.

Botta, ¿cederá al pedido de Agost Carreño y habrá acuerdo? ¿Se forma un monobloque? Se palpitan minutos decisivos.

Ignacio Sala, ¿el mediador del PRO?

Sala quedó ubicado en el centro exacto de la tormenta interna del PRO en la Legislatura. Sin aspiraciones personales por la conducción del bloque, asumió de hecho el rol de mediador entre Botta y Agost Carreño. Desde ese lugar, el exintendente de La Paisanita intenta sostener una línea de equilibrio que prioriza la unidad, aunque reconoce que el margen de maniobra es cada vez más estrecho.

El propio legislador describió su situación como estar “entre la espada y la pared”, una definición que grafica el nivel de presión cruzada que recibe. La disputa requiere que uno de los dos sectores ceda para evitar un quiebre. “Hoy lo veo difícil”, admitió Sala, dejando en evidencia que la negociación está empantanada y que los puentes entre las partes se encuentran en un punto de máxima fragilidad.

machado bornoroni
Gabriel Bornoroni, diputado y armador de LLA en Córdoba y Laura Rodríguez Machado, del PRO, y diputada electa de LLA.

Gabriel Bornoroni, diputado y armador de LLA en Córdoba y Laura Rodríguez Machado, del PRO, y diputada electa de LLA.

Con terminal política en Patricia Bullrich y vínculos directos con Rodríguez Machado, Sala juega una ficha clave en la interna: buscar que Botta reduzca su resistencia a la conducción de Carreño para descomprimir el conflicto. Su apuesta es evitar una ruptura que debilite aún más al PRO cordobés en un contexto de reordenamiento nacional del partido y pérdida de poder el distritos claves.

Sin embargo, su rol de articulador también lo expone a quedar atrapado entre dos fuegos, en una interna donde las lealtades externas pesan tanto como las disputas locales por el control del bloque.

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