"El rival es Sergio Massa". Esa frase se convirtió en un mantra libertario, ya que tanto el candidato presidencial de La Libertad Avanza, Javier Milei, como su asesor político, Santiago Caputo, la repitieron en los primeros encuentros que mantuvieron para preparar los dos debates que habrá entre los cinco aspirantes a llegar a la Casa Rosada.
El tigrense es para Milei el único obstáculo que tiene para sustituir a Alberto Fernández, porque, según las encuestas que recibe, aún le impide ganar en primera vuelta. Los mismos sondeos muestran a Bullrich en poco más de 20 puntos y fuera de competencia. Si la tendencia se sostiene, los debates serán casi un preludio de un ballotage.
Con este escenario, Milei se entrena para polemizar con Massa sobre la coyuntura económica, junto a sus asesores predilectos Carlos Rodríguez y Darío Epstein. Aunque es el ámbito en el que más cómodo se mueve, tendrá el desafío de explicar su plan de dolarización, que desde su triunfo en las primarias empezó a ser mirado con lupa por los actores económicos.
Si bien el diputado explica, una y otra vez, que se trata de una canasta de monedas, en la que el dólar será una opción más -aunque la más elegida-, no termina de dejar claro cuándo dejará de emitir pesos y cómo evitará una corrida bancaria si resulta electo. En el debate presidencial, tratará de explicarlo.
En el búnker libertario no creen que las campañas del miedo funcionen en su contra, porque entre sus votantes hay muchos desesperanzados que perdieron los temores. Pero aún así, saben que Massa jugará esa carta y se preparan para responder.
La hoja de ruta del discurso de Milei será su plan de gobierno, presentado poco antes de las elecciones primarias, en el que no están algunas de las medidas polémicas que propuso en sus incursiones televisivas, como habilitar la venta de órganos o, la más reciente, cerrar el Conicet.
"Lo que no está en el programa, no existe", es otra de las frases de cabecera del diputado, quien de todos modos deberá explicar porqué dijo lo que dijo, cada vez que le recriminen sus polémicas iniciativas. "No es tan grave, se puede aclarar", minimizan en su entorno.
Para los temas no económicos, Milei se apoyará en sus potenciales ministros, como Sandra Pettovello, propuesta para ser titular de la cartera de Capital Humano, que agrupará a las áreas de Educación, Trabajo y Salud. Las dos primeras ya tienen referentes que se involucraron en el discurso del debate: Martín Krause y Miguel Ponte, el exsecretario de Empleo de Mauricio Macri.
Ponte habría sido el gestor de la reunión de Milei con el gastronómico Luis Barrionuevo, para avanzar en una reforma laboral similar a la que Macri intentó, pero no tuvo consenso en el Congreso.
Krause deberá diseñar un discurso para ampliar su propuesta de cambiar la educación universitaria gratuita con vouchers educativos, que tampoco está bien especificada en su plan de gobierno. Su figura genera recelos en el equipo de LLA porque lo consideran alejado de los ideales liberales.
En cuestiones de relaciones exteriores, la asesoría está a cargo de Diana Mondino, designada como potencial canciller, quien la última semana sorprendió al prometer el respeto a los derechos de los habitantes de las Islas Malvinas, una declaración que colisiona con el reclamo de la soberanía que realiza el país en los foros internacionales.
Otra figura de consulta de Milei es Nicolás Posse, su excompañero en Corporación América y futuro jefe de Gabinete si La Libertad Avanza gana la elección presidencial. Caputo es quien monitorea la preparación y estará a cargo de los media training para entrenar al candidato presidencial, que no salió bien parado de su única experiencia similar, cuando se sometió al debate por la elección de la Ciudad en 2021.
Llevar apuntes
Como explicó Letra P, Karina Milei, jefa de campaña de su hermano, puso condiciones para garantizar la presencia en los debates presidenciales, durante las reuniones de coordinación que hubo en la Cámara Electoral con apoderados de todas las fuerzas.
La última fue este martes y se llegó a un principio de acuerdo. El jueves se firmará el compromiso definitivo, con las pautas para los debates del 1 y el 8 de octubre, en Santiago del Estero y la Ciudad de Buenos Aires.
Milei tenía miedo de someterse a un cara a cara con Miriam Bregman, su rival del Frente de Izquierda, similar al que tuvo en el debate de 2021, en la señal de cable Todo Noticias. Pero los apoderados de las otras fuerzas no exigieron cambiar de modalidad y, como el debate presidencial de 2019, las repreguntas serán desde el atril.
Al libertario tampoco le agradaba la participación ciudadana, una de las novedades de este debate. La Cámara Electoral sugirió que pudiera haber público presente facultado a hacer consultas y Karina Milei se opuso. Tanto, que hasta preguntó que sanciones había si Milei no asistía. Finalmente, se acordó que haya un registro de consultas genéricas, sobre los temas que no estén incluidos entre los ejes del debate.
La otra obsesión de Milei era tener apuntes en el atril durante el debate, una opción que Massa prefería evitar. Fue aceptada porque a Patricia Bullrich también le interesaba ayudarse de papeles.