SANTA FE EN LLAMAS

Cómo se cocinó la decisión de Alberto Fernández de enviar el Ejército a Rosario

La medida sorprendió a Perotti y Javkin. Dudas por aclarar sobre la cantidad de gendarmes. Ánibal aterriza en Rosario. Primeras repercusiones.

La decisión del presidente Alberto Fernández de reforzar la presencia de fuerzas federales en Rosario luego del ataque a un supermercado de la familia de Lionel Messi a lo que se sumaron dos homicidios (uno de un niño de 11 años) en las últimas 48 horas tuvo como antesala un encuentro del que participaron el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, y el intendente Pablo Javkin y emisarios de la Casa Rosada, en el que se terminaron de pulir las medidas dispuestas para la ciudad santafesina.

Perotti, Javkin y el jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad, José Lucas Gaincerain, se reunieron este martes en Rosario para planificar trabajo conjunto en el territorio, algo que el Estado provincial y el local vienen reclamando hace rato. Tanto el gobernador como el intendente se retiraron muy conformes con el cónclave, mucho más conducente que la verba inconducente del titular del área nacional, Aníbal Fernández.

A esta altura, el ministro se convirtió en persona no grata para Santa Fe y Rosario. El diputado Roberto Mirabella pide lo que Perotti no puede: la renuncia de Fernández directamente, sin peros. Aníbal aterrizará en Rosario este miércoles, según lo anunciado por el Presidente, para poner en funciones en Rosario una sede de la Unidad de Información Financiera (UIF), espacio que servirá para investigar el circuito de operaciones ilegales del narcotráfico.

La reunión provechosa del comando conjunto chocó con los anuncios de Fernández. Dos fuentes al tanto de las negociaciones le confiaron a Letra P que el mensaje del Presidente no es una consecuencia de la visita de Gaincerain. “Viene por otro lado”, confió un funcionario santafesino. Perotti, por ejemplo, se enteró de las novedades recién llegado a Expo Agro.

Fernández anunció un refuerzo de fuerzas federales “hasta alcanzar en esta etapa” los 1400 efectivos para Rosario. Por otro lado, decidió que el Ejército, a través de su compañía de ingenieros, participe en la urbanización de barrios populares.

Con respecto al primer punto, prima una duda medular en la gestión provincial. Ya operan unos mil gendarmes en la ciudad, entonces ¿se sumarán apenas 400 agentes? ¿O los 1400 se sumarán a los mil ya existentes? Además de la cantidad, el reclamo de Provincia y Municipio reside en la coordinación de las tareas. Como ejemplo se usa el caso del arribo de 20 agentes de una fuerza federal que no disponían de móviles, por lo que se movían en patrulleros de la policía santafesina. La cantidad en sí misma no ataca el problema.

Se espera, a la vez, que el arribo del Ejército sea el complemento del desembarco. En 2013, durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, la ministra de Seguridad, Nilda Garré, encontró un vacío legal en la ley de Seguridad Interior. En esa normativa está prohibido el uso de las Fuerzas Armadas dentro del país salvo para cuestiones logísticas, como son las elecciones.

Ahí Garré, junto a su secretario de Seguridad, Sergio Berni, determinaron que el Ejército podía acompañar a la Gendarmería en el patrullaje de la frontera siempre y cuando las detenciones, de haberlas, sean realizadas por el efectivo de la fuerza de seguridad.

Ese refuerzo, a priori, para la administración de Perotti no sería suficiente para poder combatir la situación de la violencia narco en la provincia. En declaraciones a la prensa, antes del anuncio, el gobernador se quejó sobre la asimetría de los recursos que Nación destina en materia de Seguridad en la Ciudad de Buenos Aires en comparación con los de Santa Fe.

Se aguarda entonces que, cuando arribe a Rosario este miércoles, el ministro Fernández aclare las dudas ¿Qué cantidad de federales llegarán y cuál será el rol concreto del Ejército? Perotti fue muy cuidadoso y diplomático cuando le consultaron en Expo Agro y pidió esperar. Pero en off, desde el gobierno provincial sostienen que los anuncios son “una ayuda más”, pero que sirve sobre todo para que Nación “tome dimensión real” de lo que pasa en Rosario.

El intendente de Rosario Pablo Javkin reunido con Horacio Rodriguez Larreta tras el ataque a Lionel Messi 

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