Por primera vez en décadas, el peronismo de Chubut se encuentra en un momento en el cual las internas y peleas personales ordenan -o desordenan- la política y sus alianzas antes que cualquier intento de proyecto a encarar por sus referentes.
El bastión del titular del partido, Gustavo Fita, la ciudad de Comodoro Rivadavia, es el epicentro de una serie de disputas cuyas esquirlas salpican a la gestión municipal de Othar Macharashvili. El intendente armó un equipo de "propios", enemistado con su antecesor, Juan Pablo Luque, que evalúa rifar o no su capital político en este turno electoral.
Este año, las diputadas Ana Clara Romero (PRO) y Eugenia Alianiello (Unión por la Patria) culminarán su mandato, dejando vacantes las dos bancas que se disputarían en octubre en un escenario de tercios. Por un lado, el frente Despierta Chubut que lidera el gobernador Ignacio Torres y que se lanzará oficialmente este sábado 5 de julio. En la vereda opositora, el Partido Justicialista y La Libertad Avanza, que también transita una interna feroz entre sus bases y las autoridades.
Embed - https://publish.x.com/oembed?url=https://x.com/Letra_P/status/1932806918357078490&partner=&hide_thread=false
La última campaña y la derrota electoral de 2023 en el camino a la gobernación de Luque dejó literalmente un campo minado en la ciudad petrolera, donde las acusaciones de traición y poca colaboración entre referentes del peronismo local, dejó un tendal de heridas abiertas de cara a las elecciones generales, donde los personalismos podrían costarle al PJ una de las dos bancas que se juegan en octubre.
El PJ irá a internas el 3 de agosto y dos semanas más tarde vencerá el plazo para la oficialización de las candidaturas de cara a los comicios generales de octubre. El partido conformará un frente conjunto con Chubut Somos Todos, el Partido de los Trabajadores del Pueblo, Unidad Socialista, el Partido de la Victoria y el Frente Renovador, cuyo presidente hasta el mes pasado, Alejandro Sandilo, dio el portazo ante el escenario de alianza con el peronismo, dejando a cargo a la diputada provincial Vanesa Abril.
Macharashvili y el PJ aliado en Chubut
Tras la asunción de Macharasvilli al frente del municipio comodorense, Luque cerró filas en la municipalidad, circunscribiendo la gestión a personas de su estrecha confianza y dejando afuera del Ejecutivo a las estructuras del PJ tradicional de la ciudad, que responden al senador Carlos Linares. En la cruzada, Macharashvili también borró de su gabinete cualquier bastión de su antecesor y también a cualquier actor que respondiera al presidente del PJ provincial y titular de la CGT "Saúl Ubaldini", Gustavo Fita.
sampaoli_macha.png
Macharashvili junto a su viceintendente y referente de Luque, Maximiliano Sampaoli. La relación entre ambos tomó importante distancia.
Macharasvilli optó por tener una gestión cien por ciento propia y alineada al gobernador Nacho Torres, escenario que profundizó aún más el alejamiento de las estructuras peronistas locales del poder municipal y de sus recursos.
Hasta la fecha, está situación multiplica enojos y reproches. Quedó en evidencia durante el último acto del PJ, donde la premisa era mostrar unidad y solidaridad con la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner tras el fallo de la Corte Suprema, pero el encuentro se tiñó de discursos contra el intendente, en especial por parte de Luque, dejando un sinsabor en la concurrencia, que terminó siendo testigo de una pelea de medianeras en la ciudad más grande de Chubut.
Embed - https://publish.x.com/oembed?url=https://x.com/dantebowen/status/1935497602352472203&partner=&hide_thread=false
Fita, Linares y la mesa chica
Fita fue ungido al frente del PJ de Chubut con el apoyo de Linares y un tibio acompañamiento de Luque en un proceso electoral partidario que terminó judicializado. A las desventuras de la interna, el diputado provincial le suma una causa contra su hermana que tramita en la justicia provincial con más de 800 denuncias por el presunto delito de estafa.
Como si no tuviera pocos dolores de cabeza, Fita es cuestionado por el poco protagonismo en las sesiones legislativas y por ausentarse del recinto en varias ocasiones para viajar a Europa, mientras a nivel local se debatían las muestras de acompañamiento del justicialismo a la expresidenta. Todo mientras se tejían los cierres electorales del frente encabezado por el PJ con el apoyo del massismo, donde puertas adentro prevalecen los reproches y pases de factura.
Mientras tanto, Linares observa el escenario desde afuera, ejerciendo un rol de mediador en medio del fraccionamiento peronista, pero a sabiendas de que el PJ provincial es una olla a presión. En estas condiciones, Comodoro Rivadavia amenaza con exportar su interna al resto de la provincia, complicando aún más el escenario electoral rumbo a octubre, donde aún no hay candidatos firmes. Los nombres en danza son los de Dante Bowen, que transita su segunda gestión al frente de la intendencia de Dolavon, y el propio Luque, apoyado por el binomio Fita-Linares.
El peronismo, lejos de la paz interna
Los peronismos del resto de las regiones de Chubut miran el escenario con cierta perplejidad y buscan alternativas rumbo a las elecciones legislativas, pero la realidad es que el centro de gravedad política del PJ provincial sigue siendo Comodoro Rivadavia y sus eternas internas.
Embed - https://publish.x.com/oembed?url=https://x.com/PJCHoficialOk/status/1938393152181936444&partner=&hide_thread=false
Las disputas puertas adentro, incluso, demoraron la decisión de Luque de oficializar su candidatura a diputado, a pesar de que una mayoría estima que ello sería más una especulación del exintendente, que querría volver a postularse a la intendencia de su ciudad en 2027. Fuentes cercanas al último candidato a gobernador del PJ aseguraron que tendría más para perder jugando su capital político en este turno electoral.
Los tiempos se aceleran, la espuma no merma y la dinámica rupturista que se respira en el peronismo comodorense amenaza con que, por primera vez, el PJ pueda quedarse sin una banca en el Congreso en las próximas elecciones.