En el marco de la 28ª edición de la Cumbre Iberoamérica, Alberto Fernández planteará este sábado en Santo Domingo, República Dominicana, el impacto del cambio climático y la sequía en la economía e insistirá en la necesidad de implementar cambios en el sistema financiero internacional.
El Presidente hablará durante siete minutos – cerca del mediodía, hora argentina- frente a los representantes de los 22 países que forman parte del bloque iberoamericano. En su discurso planteará cómo la pandemia, la guerra y, finalmente, la sequía destruyeron los sistemas financieros y cómo los países deben revisar su funcionamiento. Fernández marcará la nueva estrategia de la Argentina: explicar cómo el cambio climático no solo afecta el “buen vivir” en el planeta, si no que afecta directamente las economías.
El telón de fondo es, obviamente, la delicada situación financiera que atraviesa la Argentina, endeudada con el Fondo Monetario Internacional (FMI), afectada en su economía por la pandemia, luego por la crisis energética que generó la guerra en Ucrania y, por último, golpeada por la sequía que generará este año una pérdida de entre 15 y 20 mil millones de dólares. El FMI reconoció el impacto de la sequía en la economía en el último acuerdo que cerró con Argentina, en el que el ministro Sergio Massa consiguió la flexibilización de la meta de reservas.
Fernández llegará al Centro de Convenciones del Ministerio de Relaciones Exteriores, donde se celebra la Cumbre, pasadas las 9. Más temprano, se reunirá en el hotel El Embajador, donde se aloja, con el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez y el alto representante de la Unión Europea, Joseph Borrell.
El Presidente buscará abordar en esa reunión la discusión sobre los avances en la integración Unión Europea-Mercosur. Fernández tiene desde diciembre la presidencia pro témpore del Mercosur. El mandato dura seis meses y luego pasará a manos de Brasil. En tanto, España encabezará la Unión Europea durante el segundo semestre de este año. El mandatario argentino le planteará a los europeos la necesidad de revisar el tratado firmado en 2019, durante el gobierno de Mauricio Macri, a partir de la incorporación de cuatro nuevos documentos sobre cadenas de valor y temas ambientales.
Ya en la Cumbre, el Presidente se cruzará con su par de Ecuador, Guillermo Lasso, en medio de la tensión que generó entre los dos países la fuga de la exministra María de los Ángeles Duarte, que estaba refugiada en la embajada argentina en Quito y huyó hacia Caracas, Venezuela. Aunque Fernández y Lasso se vieron este viernes por la noche en la cena de honor que organizó el anfitrión, Luis Abinader, se estima que la tensión política podría verse el sábado, en el marco del cónclave. El encuentro en la cena fue frío.
La fuga de Duarte generó la expulsión de Ecuador del embajador argentino, Gabriel Fuks. A raíz de eso, Fernández le envió una carta a Lasso en la que calificó su reacción como “desmesurada” y le advirtió que “lastima la relación” bilateral. De rebote, la misiva también generó un incidente diplomático con Chile.
https://twitter.com/GafiFuks/status/1638568933543276544
“Quiero que sepa también que a todos debe lastimarnos que su Patria, como en la mía, como en Brasil o como en Chile la Justicia se haya puesto al servicio de quienes persiguen opositores”, escribió el Presidente. Eso provocó la reacción del ministro de Justicia de Chile, Luis Cordero, quien tildó a Fernández de “impertinente”.
Pese a eso, este viernes, la delegación argentina recibió este viernes en Santo Domingo una invitación para que el próximo 5 de abril Fernández viaje a Chile para participar junto al presidente Gabriel Boric de la conmemoración del abrazo de Maipú, que protagonizaron en 1818 Bernardo O'Higgins y José de San Martín. Boric conversó animadamente con la delegación argentina durante la cena de gala.
El documento
Sobre el final de la cumbre se dará a conocer el documento de consenso que firmarán los 22 países. El texto final lleva al menos dos meses de negociaciones. El canciller Santiago Cafiero envió en los últimos días al subsecretario de América Latina, Gustavo Martínez Pandiani, a cerrar la letra final el nombre de la Argentina.
Entre otros temas, el escrito se centrará en el impacto del cambio climático en las economías regionales y pedirá el fin de los bloqueos económicos que obstaculizan el crecimiento de los países. La mención está claramente dirigida a la situación de Venezuela y Cuba.
Además, según pudo saber Letra P, las conversaciones se trabaron en el punto que respecta a la invasión rusa a Ucrania. La posición de los países europeos, que bregaban por una condena a Rusia, chocó con la postura más intransigente de algunos países latinoamericanos como Venezuela, Cuba y Nicaragua. Como no hubo consenso entre todos los países, la declaración final tendría una mención más “lavada” a la guerra y a las consecuencias que genera, sin menciones directas a Rusia y Ucrania.
Por último, en sintonía con el planteo de Fernández, tendrá varios apartados dedicados al sistema financiero internacional.