En el inicio del año electoral, Axel Kicillof definió una estrategia que va a contramano de las prácticas de su madrina política, Cristina Fernández de Kirchner, y de La Cámpora, con quienes está enfrentado. En oposición al tradicional verticalismo kirchnerista, decidió repartir bastones y darle autonomía a su tropa para armar en el territorio.
Recibe propuestas y con su mesa política define de qué actividades participará el o los miembros de su gabinete. El punto de largada de la campaña 2025 está en Mar del Plata, donde el kicillofismo prepara su primer gran acto del año. Además, se preparan otros en San Nicolás, Bahía Blanca y Junín.
Mientras tanto, el gobernador espera hasta que aclare. Tiene por delante definiciones clave por tomar en un contexto de distanciamiento y diálogo cero con CFK y Máximo Kirchner. La más importante es cómo serán las elecciones en Buenos Aires, concurrentes, como pide la expresidenta, o desdobladas, como reclama la tropa kicillofista.
Autonomía para armar
“Les dimos cierta autonomía a los compañeros de las secciones para que ellos decidan las acciones que quieren llevar adelante en los territorios y sobre esa base nosotros vemos si se suma Axel, los miembros del gabinete o sólo figuras locales o regionales”, explicó a Letra P un miembro estable de la mesa política del gobernador.
“Ante la propuesta de los compañeros les dijimos que avancen”, agrega y detalla que las acciones a realizarse se discuten en los territorios. “No bajamos la línea desde La Plata y cada grupo que se está juntando a nivel distrital o seccional va definiendo su estrategia”, afirma.
Eso no quiere decir que la mesa política del gobernador no esté al tanto o en constante diálogo con los sectores que apoyan a Kicillof, pero la decisión fue que las iniciativas no surjan desde el edificio gubernamental de calle 6 sino que sea la dirigencia de cada región la que decida, según sus propias particularidades, cuál es la mejor manera de encarar la campaña.
Bajo este esquema se realizan encuentros en el territorio, mesas de discusión, plenarios y estrategias de campaña y de apoyo a Kicillof, como volanteadas o pegatina de afiches.
A contramano de CFK y La Cámpora
Si bien Kicillof creció políticamente bajo el ala de CFK y sus lógicas de construcción, la estrategia que está implementando parece ser todo lo contrario a las que vio de su madrina política y de La Cámpora, donde el verticalismo fue regla.
La agrupación que lidera Máximo Kirchner es reconocida por la dureza en esa práctica. Nada se hace sin la venia de quienes conducen la agrupación o tienen altos niveles de responsabilidad. A eso se refería el ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés Larroque, cuando habló de “los tres ñatos que mandan WhatsApp”.
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CFK generó ruido cuando inició las recorridas por la provincia de Buenos Aires en el marco de su campaña por la presidencia del PJ visitando distritos sin previo aviso al peronismo local, como ocurrió con Avellaneda y La Matanza, donde gobiernan Jorge Ferraresi y Fernando Espinoza, respectivamente.
El acto en Mar del Plata, el punto de largada
El nacimiento del acto que el kicillofismo prepara para el próximo 8 de febrero en Mar del Plata fue bajo la lógica mencionada. La idea salió del encuentro que Larroque y Carlos Bianco tuvieron en La Plata con referentes de la Segunda, Cuarta y Quinta secciones electorales. Después de ese encuentro hubo reunión en Villa Gesell de referentes de la región y fue allí que, según uno de los presentes, “fue tomando forma armar un acto en Mar del Plata”.
Será similar al Plenario de la Militancia que se llevó adelante en Varela, con discusión en comisiones y un cierre final al que está invitado el gobernador. Se realizará en la universidad de esa localidad y los organizadores esperan la presencia de unos 3 mil militantes. Las próximas fechas tentativas son el 15 de febrero en San Nicolás y el 22 de ese mismo mes en Junín.
¿Poder de lapicera?
La pregunta que indefectiblemente surge es si esta repartija de bastones que Kicillof está haciendo con la dirigencia territorial se replicará de una forma similar a la hora de definir el armado de las listas, tanto si tiene que sentarse a una mesa a discutir los lugares de una nómina del peronismo unido con CFK, Máximo Kirchner y Sergio Massa, como si todo vuela por el aire y el peronismo va partido a la elección.
¿Le dará el gobernador la posibilidad a la dirigencia territorial de proponer sus propios nombres para integrar las nóminas seccionales? ¿O prevalecerá el estilo que se imprimió hasta ahora y que tuvo su punto máximo de conflicto en el cierre de listas de 2023 con la lapicera en manos de Kirchner?
Esperar hasta que aclare
Todavía faltan muchas respuestas. En el entorno del gobernador prefieren no apurarse hasta que el panorama pueda visualizarse con más claridad. El primer mojón a pasar es conocer qué pasa con las PASO nacional. Cuando eso esté resuelto, Kicillof decidirá si hace elecciones concurrentes o separa los comicios bonaerenses de los nacionales.
Cómo quedará a partir de esa resolución la relación con CFK será otro punto clave. Luego llegará el momento de atender el armado opositor. Cerca de Kicillof saben que una fusión entre La Libertad Avanza y el PRO en Buenos Aires les haría más difícil la elección, pero no quieren apurarse a sacar conclusiones.
“No sabemos cómo va a terminar. Se perdieron todas las lógicas de la política, todos los días hay señales en distintos sentidos, los amores y los odios duran muy poquito, falta un montón”, resume a Letra P un ministro bonaerense sobre el llamado que hizo Karina Milei a conformar un gran frente anti-Kicillof en Buenos Aires.