La UCR y el socialismo, socios de Unidos para Cambiar Santa Fe, aceleran por la reforma constitucional.
La UCR y el socialismo de Santa Fe aceleraron a fondo para que la Legislatura sancione en noviembre una reforma constitucional. Ambos partidos, las cabezas de Unidos para Cambiar Santa Fe, afinan el contenido y unifican criterios. La reelección del gobernador Maximiliano Pullaro está adentro del proyecto. La fecha de las elecciones convencionales y el alcance de la revisión, los puntos a resolver.
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Como contó Letra P más de una vez, no le sobra tiempo al oficialismo, pero la participación más fuerte en la rosca de la reforma del ministro de Gobierno, Fabián Bastía, es una garantía para toda la coalición, especialmente para el socialismo, que de alguna manera se tiene que cargar al hombro el poroteo en Diputados.
Reunión cumbre en Unidos para Cambiar Santa Fe
La semana pasada, Bastía y el secretario de Vinculación Institucional, Julián Galdeano, se reunieron con dos actores clave del PS en la Cámara baja, Joaquín Blanco y Rubén Galassi. Compartieron su voluntad, ganas y deseo de alcanzar en 30 días una ley de necesidad de reforma, pero también evaluaron las dificultades. No obstante, la base está: avanzar.
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El asome de Bastía le da cuerpo a la negociación, pero no modifica de fondo la postura de la Casa Gris. El proyecto a sancionar tiene que ser impulsado por la Legislatura, no por Pullaro. Si, finalmente, no se alcanza una ley el 30 de noviembre y el radical se ve obligado a incluir el texto en extraordinarias, se verá. Por ahora se trabaja en la posibilidad de sancionar el mes próximo.
El radicalismo, que abandonó el stand by, estima que quedan tres sesiones dentro del periodo ordinario, pero evalúa que la aceleración es la de un auto de F1. “Si todo sale bien, en quince días podemos tener ley”, se entusiasma un dirigente importante de la UCR, que remarca que el contenido no tiene dificultades para atravesar el Senado y solo falta dirimir de dónde consigue seis votos Unidos para llegar a los dos tercios en Diputados.
Abrir el juego, el próximo paso de la UCR y el socialismo
Es de esperar que el diálogo se formalice en los próximos días hacia dos bandas: la interna, los partidos menores dentro de Unidos, y el peronismo, la oposición más racional que encuentra el oficialismo, incluso la que ingresó o boceteó proyectos de reforma constitucional en la cámara baja: Lucila De Ponti, en el primer caso, y el bloque perottista, en el segundo.
El formato y la fecha de elecciones de convencionales constituyentes sigue siendo, como adelantó Letra P, el tema fuerte de debate interno. Al cálculo sobre una eventual alianza opositora se suman otras inquietudes aún sin definición. “Hay un montón de factores dando vueltas, pero tenemos voluntad de abordarlos y resolverlos”, admite una de las figuras del oficialismo.
Por ejemplo: ¿Convencionales se vota con PASO o sin PASO? ¿Cómo congenian formatos electorales el radicalismo y el perottismo? ¿Está todo dado para concretar la elección en 2025?
El otro punto a resolver es el alcance de la reforma. ¿Se toca por encima o se toca de fondo? Algunas voces entienden que si se logra un acuerdo luego de 60 años, un hecho realmente histórico, hay que meterle trazo grueso a la revisión sin dudar. Pero otra ala comprende que, ante un eventual acuerdo opositor en la propia asamblea convencional, los retoques tienen que ser pocos y garantizar que la cosa no se le desbande a Unidos.