Partido Justicialista

A la espera de CFK, el cristinismo apuesta a que Ricardo Quintela se baje de la pelea

Este sábado, Máximo Kirchner motorizará el clamor. Falta que la exmandataria acepte. Primero, los avales; después, el anuncio. No hay vuelta atrás.

Hay un obstáculo para este camino que comenzó a transitar la expresidenta, aunque en rigor aún no aceptó el convite, pero en su entorno admiten que no hay vuelta atrás: será candidata en las elecciones partidarias del 19 noviembre en las que, todavía sigue anotado el riojano Ricardo Quintela. A pesar de lo que el gobernador dice en público, en el cristinismo creen que declinará su postulación para no enfrentar a su jefa en las urnas.

"Va a estirar todo lo que pueda para subirse el precio y a último minuto se va a bajar", auguraron en una de las trincheras. Hay un antecedente reciente discutible: por supuesta falta de avales, Unión por la Patria no aceptó la lista de Daniel Scioli en 2023 con la que quería enfrentar a Sergio Massa, problema que no tuvo Juan Grabois. Hay quienes apuestan a que el gobernador también tenga problemas con su documentación.

CFK vs. el resto

A pesar de que espera otro final, un sector del cristinismo se envalentona: "Vayamos a elecciones y veamos qué tiene cada uno". Eso es clave no sólo para el proceso interno, también para las legislativas de 2025: una división prematura del peronismo obligaría a anticipar o explicitar posicionamientos.

La decisión de un dirigente es clave: en el Instituto Patria daban por sentado que Axel Kicillof promociona la postulación de su par riojano. Como prueba exhiben la charla prevista de Quintela en Avellaneda del miércoles que viene con Jorge Ferraresi como anfitrión. El intendente kicillofista viene chocando de frente con La Cámpora hace semanas.

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Del otro lado, el cristinismo ubica también a La banda de la sopa, el grupo de dirigentes del peronismo bonaerense que pide jubilar a Cristina Kirchner desde que la expresidenta reapareció en abril en Quilmes. Entre sus integrantes están Fernando Gray, enfrentado con Máximo Kirchner desde que lo apartó del PJ bonaerense, y el exintendente Juan Zabaleta.

Un clamor con pocas voces ajenas

Pasadas 24 horas del lanzamiento del operativo clamor, no demasiadas voces ajenas al ecosistema kirchnerista se plegaron al coro público. "Es tiempo de unidad, de ir todos hacia el mismo lado con un solo objetivo común: la reconstrucción que le devuelva la esperanza a los argentinos. Estoy convencido de que desde el PJ Nacional, Cristina Kirchner puede liderar este proceso", tuiteó el exgobernador de San Juan Sergio Uñac.

También se plegó el PJ de Catamarca, tierra de Lucía Corpacci, otra que sonó para ser la síntesis peronista para suceder a Alberto Fernández en al conducción partidaria. Pero CFK decidió jugar. La pregunta es por qué.

Las razón de mi vida

El crinistismo aduce que es la única figura capaz de ordenar a un peronismo anti-Javier Milei. Sus detractores dicen que ella divide más de lo que unifica, mientras esperan que se aparte para dar paso a la renovación. La expresidenta dejó en claro con sus recientes apariciones que está lejos de jubilarse. "No se va a ir a su casa a cuidar a los nietos, no se va a retirar de la escena, entonces mejor que lo haga desde un lugar de conducción formal", argumenta el cristinismo.

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El clamor no es gratis, no hay vuelta atrás porque sería un error no forzado que puede costarle muy caro a Cristina Kirchner, según admiten en sus filas. Y no sólo eso: durante sus dos mandatos evitó exagerar con la liturgia peronista y asistió a contados aniversarios partidarios.

Después de años de intervención, fuera de la presidencia, Néstor Kirchner asumió el control del PJ, pero como parte de una estrategia defensiva en pleno enfrentamiento con el campo por la resolución 125. Sentado en ese sillón fue candidato a diputado al año siguiente. ¿Cristina transitará ese mismo camino? El 2024 huele un poco a 2016, año en el que allanó su postulación a senadora con Unidad Ciudadana. Incluso fue a La Matanza con la misma campera de jean.

"Cristina va a tener que poner los pies en el barro, hablar con todos, hasta el último concejal. El PJ no puede ser el partido de las efemérides, se lo va a tener que poner al hombro para renovarlo", opinó uno de los que celebra el clamor. En la Argentina de Milei, no parece una tarea fácil.

Cristina Fernández de Kirchner en el balcón del Instituto Patria. 
Axel Kicillof

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