LA PLATA (Corresponsalía Buenos Aires) Suelo agreste para el enraizamiento de propuestas de corte peronista, el interior bonaerense resultó particularmente hostil para la boleta del Frente de Todos (FdT) en las últimas legislativas. Sobre ese antecedente prenden las alertas en el oficialismo de cara a los comicios ejecutivos de octubre, no solo frente a la necesidad de mantener la comandancia de los distritos que administra, sino también para tributar a la competencia a nivel provincial, con el objetivo de gobernar otros cuatro años y evitar una debacle en la Letislatura, donde, a priori, la cosa no pinta bien.
En ese marco, los principales distritos de la Buenos Aires profunda resultan determinantes para empujar al armado oficialista de abajo hacia arriba. Así, en numerosos enclaves seccionales actualmente administrados por Juntos, La Cámpora anota nombres propios para la pelea por la intendencia, tanto a partir de dirigentes que ya compitieron y buscan su revancha o a partir del impulso que representó hacerse de la manija de los PJ locales bajo el paraguas del conductor del partido a nivel provincial, el diputado Máximo Kirchner.
En la mayoría de estos municipios alejados del conurbano donde el camporismo siembra precandidaturas, las particularidades de cada receta confluyen en el común denominador de construir un discurso más vecinalista, recostado en las críticas a la gestión local y a ponderar los nexos con las políticas públicas nacionales y provinciales que se anclan en el distrito. Desacoplar la discusión de la macro de la lupa local es una meta central.
En Mar del Plata, Fernanda Raverta acentúa recorridas y reuniones con la mira puesta en el sillón principal de General Pueyrredón. Tras la derrota de 2019 por escaso margen frente al macrista Guillermo Montenegr, la titular de Anses logró sumar espacios y dirigentes a su armado. A diferencia del escenario planteado hace cuatro años, en el camporismo miran con buenos ojos la posibilidad de una interna en las PASO que logre incorporar a otros espacios al redil del FdT local (entre los que mencionan a Acción Marplatense, del exintendente Gustavo Pulti) y que conserve en el mismo plato a críticos como Rodolfo Manino Iriart. Como sea, las heridas sin cicatrizar abren interrogantes sobre los comportamientos post Primarias.
Esas inquietudes también flotan en otro rincón de la Quinta sección electoral donde La Cámpora hace sus apuestas: Pinamar. En el municipio gobernado por Martín Yeza, el dirigente de ADN PRO que ya avisó que no competirá por otro mandato, el FdT registra una puja interna vigente, con números recientes que marcan un predominio del camporismo, que tiene allí como referente al concejal Gregorio Estanga, quien irá por la intendencia este año.
Con una interna de tres, en 2021 Todos había dado el batacazo al imponerse 40 a 37% en las PASO a Juntos. Pero en las generales la taba se dio vuelta y Juntos se impuso al FdT, que cosechó mil votos menos de los que había logrado dos meses antes. Esos números dirigieron la mirada puertas adentro del peronismo pinamarense. Tras ganar la interna, Estanga integró lista con Sol Besteiro, respaldada por vecinalistas de Propin, quien se ubicó en segundo lugar. Sin perforar por poco el piso del 25% para sumarse, quedó la nómina que lideró Martín Porretti. Hubo charlas para integrar a Porretti en aquella lista, pero no prosperaron. Hay quienes dicen que no fue posible debido a objeciones del sector de Besteiro. Así, Estanga no pudo fidelizar en las generales la totalidad de votos que jugaron en la interna del FdT, considerando que Porretti aglutinaba a un sector del peronismo de centro reacio al camporismo.
A 2023, además de la mano levantada de Estanga para competir por la intendencia, también agita Porreti, que días atrás dejó entrever intensiones de jugar, en interacción con el titular del PJ local, Horacio Errasquin. Por lo pronto, cerca del concejal camporista admiten a Letra P que es muy posible otra disputa interna para definir candidaturas, aunque esperan que, en esta oportunidad, “entiendan que post PASO, a quien gane hay que acompañarlo”.
También en la Quinta, Tandil ofrece a primera vista un escenario más ordenado en el FdT tras la referencia del diputado nacional Rogelio Iparraguirre. Bajo el lema localista “Trabajar por Tandil”, el dirigente camporista hace constante difusión de gestiones de políticas públicas para su distrito ante organismos nacionales y bonaerenses. En algunos, incluso, lo hace en compañía del actual intendente, el caudillo radical Miguel Lunghi, quien lo venció en 2019. “Me encantaría volver a competir con él”, dijo a Letra P Iparraguirre, confiado en que en 2023 el resultado cambia.
En el distrito más populoso de la Séptima sección, Olavarría, el principal apuntado para pelear la intendencia es el titular regional del Anses y concejal Maximiliano Wesner, quien fue una de las grandes apuestas del camporismo en los últimos años y hombre de confianza del diputado provincial César Valicenti, referente seccional del kirchnerismo. Otro de los nombres en carpeta es el del actual subsecretario de Minería bonaerense, Federico Aguilera, quien fue la apuesta del FdT en las elecciones de 2019 y no resigna expectativas sobre la posibilidad de tomarse revancha.
Sin embargo, pese al liderazgo de La Cámpora, algunos sectores del peronismo olavarriense arengan por una mayor amplitud para seducir al electorado alejado del kirchnerismo. En ese sentido, hay aroma a interna en las PASO. Hacia finales de 2022 tomó fuerza la posible postulación del empresario Hernán Parra, que cuenta con el respaldo del senador provincial Eduardo “Bali” Bucca y del eseverrismo.
En la Cuarta sección, Junín exhibe una tensa convivencia entre el camporismo que ganó terreno allí con la designación como presidente del PJ local de Andrés Merani y el espacio de Unidad Ciudadana que impulsa la revancha para la intendencia de la concejala Victoria Muffarotto. En el principal bastión de la Segunda, San Nicolás, la concejala camporista Cecilia Comerio, que lideró las últimas dos propuestas del FdT nicoleño, vuelve a sonar como precandidata. Aunque allí también construyen otros sectores, como aquel que empuja a Adolfo Suárez Erdaire.