LA PLATA (Corresponsalía Buenos Aires) A diferencia de gran parte de la dirigencia bonaerense que trasladó la rosca política y actividades de gestión a la Costa Atlántica, el Movimiento Evita se quedará en el territorio para seguir preparándose para dar la batalla electoral en una veintena de distritos de la provincia de Buenos Aires. La tribu liderada por Emilio Pérsico tiene una fina estrategia, cronograma incluido, para llegar lo más fortalecida posible al momento de las definiciones.
“Todos los que ya definimos jugar seguimos de campaña”, asegura a Letra P un dirigente que planea competir en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatoria (PASO) por la intendencia de su distrito, al tiempo que remarca que el espacio sigue con la idea firme de presentarse a internas en todos aquellos municipios donde tienen armados sólidos; dice que no habrá verano ni temporada para ninguno de ellos.
Es más, mientras avanza en el armado del Partido de los Comunes, sello electoral que espera tener listo en los próximos meses, el Evita tiene armado un cronograma de trabajo de cara a la elección. En los meses de verano, enero y febrero, cada dirigente va a seguir profundizando el trabajo territorial en su distrito con recorrida por los barrios y unidades productivas y reuniéndose con vecinos y vecinas. Para esos meses, Pérsico ordenó encargar encuestas para saber el posicionamiento del sector en el electorado.
En marzo habrá un nuevo congreso partidario para, con el panorama político más claro, bajar línea para los meses de definiciones. En paralelo, entre ese mes y abril trabajarán en políticas de instalación más fuertes en los distritos para lograr mayores niveles de conocimiento y así avanzar en las negociaciones con fuerza en los meses de abril y junio, en la previa al cierre de listas. De vacaciones, nada.
Como contó Letra P, el Movimiento Evita tiene la intención de plantar candidatos en al menos veintidós distritos de la provincia de Buenos Aires, ubicados en el interior y en el conurbano, independientemente si estos son gobernados o no por el peronismo. En ese marco, la apuesta más fuerte está puesta en La Matanza, donde la diputada provincial Patricia Cubría –esposa de Pérsico– desafía al intendente Fernando Espinoza.
Con ese objetivo, la organización social que se enfrentó a la vicepresidenta Cristina Fernández por el manejo de los planes y convivió en constante tensión con los intendentes peronistas del conurbano comenzó hace meses a tender puentes. El puntapié inicial fue un encuentro entre Máximo Kirchner, Pérsico y Cubría en la casa de la pareja ubicada en La Matanza.
Después llegó el gesto cuando parte de la dirigencia del Movimiento Evita dijo presente en el acto por el Día del Militante que encabezó CFK en La Plata y se coronó con un encuentro entre Pérsico y la vicepresidenta. A eso se sumó una reunión que con Fernando Navarro a la cabeza compartieron una treintena de dirigentes del espacio con el jefe de Gabinete de la provincia de Buenos Aires, Martín Insaurralde, en Lomas de Zamora.