LA PLATA (Corresponsalía Buenos Aires) Desde mediados de 2020, cuando Transporte aún no era ministerio en el organigrama bonaerense, la gestión de Axel Kicillof dejó trascender el impulso de un nuevo sistema de Verificación Técnica Vehicular (VTV) tendiente a cambiar “radicalmente el paradigma actual”. Sin embargo, hasta el momento, la actual administración realizó seis prórrogas al sistema nacido del decreto 4103 de 1995, firmado por el entonces gobernador Eduardo Duhalde, quien estableció un tejido de once zonas para el control obligatorio de la mecánica vehicular bajo el sistema de concesión privada con pago de canon a la Provincia.
Las concesiones se otorgaron por dos décadas. Vencido ese plazo en 2015, el gobierno de María Eugenia Vidal sostuvo el sistema a base de prórrogas. Incluso, durante la gestión bonaerense del PRO, se produjo el arribo de una multinacional al control de una porción de este negocio multimillonario que ya tenía otras empresas de capitales extranjeros orbitándolo.
Para graficar el tenor del negocio basta con ver una porción de los números: solo en la zona I, que abarca los distritos de Vicente López, San Isidro, San Fernando, Tigre, San Martín, Campana y Zárate, la VTV Norte inspeccionó alrededor de 350 mil vehículos en 2019. Actualmente, la verificación de un automóvil estándar (de hasta 2.500 kg.) tiene una tarifa superior a los $ 3.150. En 2022, la VTV registró un incremento del 90%. 350.000 x 3.150 = 1.102.500.000.
Las multinacionales que juegan fuerte
Este sistema de facturación asegurada –la revisión vehicular es obligatoria cada año– reparte concesiones en varias firmas, detrás de las cuales asoman multinacionales poderosas del sector.
Una de ellas es el Grupo SGS, multinacional de origen francés que maneja las empresas Verauto La Plata S.A. (a cargo de las inspecciones en la capital bonaerense y zona de influencia); Concesionaria Zona 5, que opera en el sur del conurbano; VTV S.A., a cargo del servicio en la región de Luján, General Rodríguez, Baradero, San Pedro y Pergamino; e ITV S.A., que tiene la concesión en La Matanza y Merlo.
SGS se define “líder mundial en inspección, verificación, análisis y certificación”. Tiene más de 96.000 empleados por todo el mundo. En Argentina, se radicó en plena década infame, cuando en 1938 desembarcó para ofrecer servicios relacionados a la actividad agrícola. Hoy, las unidades de negocios se diversificaron en ramas donde la inspección técnica vehicular juega un papel fuerte..
En 2018, SGS obtuvo en Argentina ganancias millonarias en euros, muy por encima de las registradas en España, por ejemplo. En 2019, este grupo figuró entre las mil empresas que más facturaron en Argentina. De acuerdo a la revista Mercado, SGS registró ventas por más de $3.000 millones, por encima de lo facturado por pesos pesado como Chery-Socma, Boldt o Helport.
Como directivos locales a cargo de las empresas concesionarias de VTV, aparece como presidente Germán Leandro Rebolo, mientras que, como vice, figura Mercedes Larrobla Mendez, directora de finanzas de SGS en la región. Como director titular se alista el ingeniero John Malcolm Greyling.
La VTV Norte es comandada por el contador y abogado Martín Hernán Serrano, quien responde a la multinacional que sostiene las riendas de esta planta desde el vidalismo: Opus Inspection, pulpo de capitales suecos que es un jugador fuerte a escala global en el rubro de verificación vehicular.
En 2018, el Grupo Opus había adquirido el 100% de las acciones de dos empresas de VTV (Norte y Metro) que poseía la española Macovit Sociedad de Inversiones SL por casi 11 millones de euros. Lo curioso de ese caso es que el arribo de Opus como jugador bonaerense se dio en simultáneo con un incremento de casi el 43% avalado por la gestión Cambiemos.
Por otro lado, aparece Applus Iteuve Argentina, la cual opera en este negocio por estos pagos desde 1997. En 2016, el gobierno porteño de Horacio Rodríguez Larreta le adjudicó dos concesiones para la implementación del servicio de Verificación Técnica Vehicular (VTV) en la ciudad de Buenos Aires, sosteniendo las que ya poseía en la provincia de Buenos Aires. La cara visible de esta multinacional en el país es el español Aitor Retes Aguado, quien, además, es miembro del bureau permanente del Comité Internacional de Inspección de Vehículos, una especie de autoridad mundial que fija los parámetros de la inspección vehicular. No casualmente allí conviven los popes del sector, entre ellos SGS, Applus y Opus, todos con porciones de la torta de la VTV bonaerense.
El sistema prometido
Entre los principales lineamientos del nuevo sistema impulsado por la gestión Kicillof se proponen plazos de concesión más acotados -a diferencia de los veinte años actuales-, mayor cantidad de plantas fijas con cobertura en todo el territorio bonaerense, una “mayor competencia entre los oferentes a fin de evitar la monopolización del servicio” y la implementación de mecanismos “que le permitan a la provincia tener un mayor control del canon”, entre otros aspectos. No obstante, mientras esto no se aplique, el Ejecutivo estima “necesario extender la prórroga de los contratos de concesión del servicio”. ¿Seguirá todo igual después del 31 de enero?