El INDEC cerró formalmente 2022 con la difusión del dato de inflación de diciembre: 5,1% en el mes, 94,8% en el año. No fue menos de 5% –como había anticipado Sergio Massa– ni el 5,5% que había anticipado el mercado ni el 5,8% con el que la Ciudad de Buenos Aires le había puesto un mojón a las expectativas de quienes están al acecho de cualquier inconducta estadística. El número es el más alto desde 1991, justo cuando el Plan de Convertibilidad empezaba a surtir efecto, pero importan sus efectos actuales: en lo social, es otro golpe para los sectores más rezagados y para los medios; en lo político, sienta el escenario para el próximo cuatrimestre, crucial para la definición de las candidaturas en el Frente de Todos y, en particular, para el futuro del ministro de Economía.
Una mala, pero con atenuantes: el sensible rubro Alimentos y bebidas, el que hace toda la diferencia en lo que se supone sigue siendo la base electoral del panperonismo, avanzó 4,7%, mucho, pero menos que el promedio. Una definitivamente negativa: la inflación núcleo, esto es la que excluye los precios regulados y los estacionales, marcó un 5,3% que indica que la inercia será un hueso duro de roer.
Así las cosas, ¿el IPC le sirve o no al plan "Massa 2023", acaso la única carta viable que le queda al oficialismo?
En principio, el dato no favorece al superministro porque interrumpe un breve lapso –apenas un bimestre– de reducción. Tampoco lo consuela que el guarismo no haya llegado al número mágico "100", lo que le permitió a Juntos por el Cambio verduguear al Gobierno como si lo suyo hubiese sido pura virtud antes de 2019. Votar en Argentina parece una opción eterna entre ciegos y tuertos.
Sin embargo, la verdadera promesa de Massa es llegar a menos del 4% en abril, un número que a priori no luce ya tan lejano.
El último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), la encuesta que el Banco Central realiza cada mes entre analistas de referencia, indica una expectativa inflacionaria del 94,8% para este año, lejos del 60% en el que el ministro quiere anclar expectativas, Precios Justos, evolución del tipo de cambio oficial y hasta paritarias. Para el mercado la tarea es imposible, pero fuentes sindicales le dijeron a Clarín que, al pedirles contención en las paritarias, el ministro de Economía les dijo: "Si me sale esta, me lanzo en abril". La UTA ya le respondió con un 31% para el primer semestre –con cláusula gatillo, claro–, pero "si esa no le sale", no habrá recomposición posible de los ingresos ni futuro electoral ni para Massa ni para ningún peronista.
En público, mantiene la cautela. Gestión, gestión y gestión: "Ojalá todos tengamos los huevos bien puestos en Argentina para enfrentar la inflación", declaró en Entre Ríos tras la difusión del IPC. Esta "es una carrera para seguir ese camino de 22 meses consecutivos de generación de empleo. No me suban a otra carrera, porque nuestra carrera es la del crecimiento y desarrollo económico de Argentina", se despegó. ¿A quién le habló de ese modo? "A aquellos que tienen tiempo de pasearse por las playas planteando candidaturas en vez de estar trabajando por el crecimiento y desarrollo de sus ciudades, de sus provincias o de la Argentina", se diferenció, incluso de algunos peronistas con quienes se sabe que no se quiere. Lo suyo, se sabe, se define entre abril y mayo… si todo va bien.
Mientras, Cristina Fernández de Kirchner sigue preservando al extitular de la Cámara de Diputados de sus dardos y hasta le permite eludir pronunciamientos públicos sobre los temas políticos más sensibles. Alberto Fernández también lo cuida, al punto que envió a su vocera, Gabriela Cerruti, a exagerar, presentando el no haber llegado al 100% como el cumplimiento de “un primer objetivo". ¿Y si subimos un poco el nivel de exigencia?
Mientras tanto, en otro día de carambolas, el trade electoral no dejó de funcionar y la esperanza del mercado en que el futuro esté teñido de amarillo le sigue facilitando a Massa el manejo de variables clave. La bolsa de Buenos Aires subió otro 4,3%, mientras que las acciones argentinas que cotizan en Nueva York treparon hasta 9%. Además, los títulos públicos en dólares, que vienen del décimo subsuelo, recuperaron hasta 9%.

Fuente: infodolar.com
El dólar, se sabe, es otra cosa: el blue perforó otro techo nominal –ya duplica al oficial– y el legal MEP –negociado en bolsa– pegó un salto significativo.