LA PLATA (Corresponsalía Buenos Aires) En suelo bonaerense empieza a germinar en forma silenciosa la posibilidad de impulsar la suspensión de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). Es tema de conversación en mesas de rosca peronista a la que se sienta parte de la tropa intendentista y otra dirigencia de diversas tribus del Frente de Todos (FdT). Mientras tanto, en La Plata, el gobernador Axel Kicillof se muestra ajeno a la discusión, en la tranquilidad de saberse el único candidato de Todos, para la reelección; el elegido por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, figura central de la coalición oficialista.
Expectante por los movimientos del adversario, en el campamento de Juntos ya avisan que rechazan tal posibilidad. Es lógico: la oposición sacó buen provecho a las internas en las primarias del año pasado. En 2023 le serviría, además, para saldar la interna feroz con la que está lidiando. Advierte que la decisión debe pasar por el Congreso y por la Legislatura. En el oficialismo hay quienes le prenden velas a la nación para que dé el primer paso.
Son varias las razones por las cuales algunos intendentes agitan la suspensión, pero la principal es evitar lidiar con internas en sus distritos que generen desgaste en un panorama que sabe complejo desde el vamos. Quieren tener la lapicera, comandar listas de unidad y esquivar una pelea desgastante que cuesta tiempo y recursos.
Dirigentes del Frente Renovador también sacuden el avispero en el mismo sentido, aunque una suspensión perjudique a algunos dirigentes del partido. El argumento va en línea con la política de austeridad que encaró el jefe político del espacio, Sergio Massa, en el Ministerio de Economía, donde puso en marcha un fuerte recorte de gastos explicado con la teoría de la reasignación de recursos. “Si estamos recortando en educación, en cultura, en todos lados, cómo vamos a gastar 400 palos en una interna inútil. En este contexto no tiene lógica”, dijo a Letra P un massista de la mesa chica bonaerense.
Matizan el objetivo aclarando que sería “por única vez”, como hizo Salta y analizan hacerlo otras provincias. Pero ninguno de los actores quiere militar abiertamente la suspensión, aguardan que se active la dirigencia nacional, tras lo cual debiera enviarse un proyecto al Congreso y sancionarse la ley para que la provincia de Buenos Aires puede adherir.
La avanzada en tándem de intendentes y dirigentes del massismo no altera la dinámica del gobernador. Ante la consulta de Letra P, en su entorno aseguran que no es un tema en este momento, aunque reconocen la existencia de la iniciativa en algunas terminales peronistas. Kicillof camina concentrado en el objetivo de la reelección, sabiéndose único candidato. Es el elegido de CFK, es apoyado por el massismo y todo plan B que algunos dirigentes barajaron tiempo atrás terminó desinflándose.
No obstante, en diálogo con este medio, un funcionario cercano al mandatario consideró que las PASO son un elemento que “fortalece la democracia”, además de ser una muy buena herramienta para dirimir candidaturas. En esa línea, desestimó argumentos como el económico: “El fortalecimiento de la democracia nunca es un gasto”.
A juzgar por el momento que atraviesa cada coalición, la suspensión de las internas es un problema para la oposición, que transita una interna feroz eclipsada durante largo tiempo por la guerra de Todos contra Todos, pero que volvió a la superficie con las reacciones ante el atentado contra la vicepresidenta. Las PASO son la manera más sana de dirimir postulaciones, sin dejar demasiadas heridas. Pese a que la vocera presidencial, Gabriela Cerruti, negó que el gobierno busque avanzar en ese sentido, la oposición abre el paraguas. En el documento emitido tras la última reunión de la mesa nacional de Juntos por el Cambio se alerta “sobre los cambios en las reglas electorales a seis meses de las aperturas de los procesos electorales” y se critica una eventual suspensión porque -dicen- “atenta contra la transparencia y la continuidad de las reglas existentes”.
En el FdT reconocen que eliminar la elección perjudica a su adversario y analizan cómo impactaría el hecho de ir directamente a una general en el voto libertario, del que Juntos -el PRO, particularmente- quiere apropiarse, aunque sin pagar el costo de una alianza. Acaso el radicalismo podría verse beneficiado, toda vez que sin primarias tome cuerpo la chance de la fórmula mixta única que le permitiría no presentar candidato a gobernador y, en cambio, acompañar a un postulante amarillo. Otras voces del centenario partido, quienes incluso reconocen la carencia de una figura para buscar la gobernación, dicen, en cambio, que la UCR debe tener postulaciones en todos los distritos y dar la pelea para no volver a ser furgón de cola, y para eso las PASO son clave.