FASE M

Massa siembra con las cerealeras para tener brotes en primavera

Las agroexportadoras fueron determinantes para el nuevo dólar soja. La promesa y el vínculo a largo plazo. Acuerdo antes de reunirse con el FMI. Los dos campos.

De todos los vínculos con el establishment que se le endosan a Sergio Massa, el primero que parece darle resultados concretos desde que es ministro de Economía es el que mantiene con el sector agroexportador. El dólar soja negociado y acordado con cerealeras para incentivar la liquidación y darle oxígeno a las reservas es una muestra del entendimiento que puede lograr con el poder económico a diferencia de otros dirigentes. Parece ser la punta del ovillo de una relación que pretende mantenerse: el funcionario ya les prometió fecha para el tratamiento de la ley que impulsan cerealeras desde el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA).  

 

En un razonamiento contrafáctico, con Martín Guzmán parecía imposible llegar a ese acuerdo sectorial, no porque el exministro no tuviera fichas puestas en la agroindustria como generadora de divisas, al contrario; sino porque políticamente no se lo hubiesen permitido. En este caso, sea por la coyuntura, por el filoso abismo económico que cada tanto rumbea y asusta hasta a los más dogmáticos, o la autonomía con la que se mueve, el tigrense acordó con los dueños de los agrodólares en un trabajo fino de varias semanas que le ayudará a encarar con respaldo la gira por Estados Unidos y reunión con el FMI.

 

Massa sabe que la llegada al campo es por dos vías y bajo distintas formas: la Mesa de Enlace que representa a las y los productores y se salpica del barro político; y el eslabón empresarial que va desde corredores, bolsas, acopios y, por supuesto, las cerealeras que hacen su lobby. Se allanó un puente con ambos, pero más firme con el segundo grupo con quienes el ministro puede tender lazos y proyectos a largo plazo y no solamente coyunturales. 

 

Como contó Letra P, en el medio de la discusión del dólar soja hubo un choque entre las pretensiones de exportadores y productores, tensión que fue minando de complejidades la medida. “La presencia de las agroexportadoras tiene que ver con un acuerdo en el que se prevén 5.000 millones de dólares garantizados para septiembre”, resaltó Massa en el anuncio, ante la mirada de Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera (CIARA) y del Centro de Exportadores de Cereales (CEC).

 

A la medida le descuentan el éxito y hasta sostienen en Economía que los 5.000 dólares serán un piso, no un techo. En rigor, además del alivio cambiario por mayores reservas y fiscal por más recaudación de retenciones, con este anuncio se termina de borrar el fantasma de una fuerte devaluación que hasta hace una semanas pululaba por el mercado. Hasta hay lugar para una paradoja: quien termina salvando de ese riesgo económico al Frente de Todos (FdT) es el establishment del agro, señalado por otros socios de la coalición oficial, como el kirchnerismo. El dato del día después es que este lunes bajó el paralelo: dólar soja mata al blue.

 

No todo son relaciones institucionales: hay lapicera y es la de Gabriel Rubinstein, número dos en el Ministerio de Economía. De hecho, hace un tiempo giró un paper de su autoría donde establecía en 200 el señuelo para la liquidación de la soja. Se hizo realidad. “Es un esfuerzo, no una regla”, aclaró Massa en el anuncio, no sea cosa que alguno creyera que la "soja a 200 pesos" será eterna y terminen las licuando retenciones de sus costos.

 

El director de la consultora P&G y ex funcionario santafesino del Frente Progresista, Pablo Olivares, desglosa la medida: “En lo monetario implicará una creación de base monetaria por $300.000 millones que, en su mayor parte, el BCRA deberá esterilizar y a tasas altas. Lo cual agrava el déficit cuasifical. Antes de ir a Estados Unidos, Massa prefirió que le pregunten cómo va a controlar esa mayor emisión, pero llevando elementos que permitan dar 'buenas noticias' sobre los puntos que más preocupan allá: reservas y déficit fiscal”. 

 

Brotes verdes

En la introducción al anuncio de la medida, el ministro decidió darle protagonismo a las cerealeras y aceiteras por encima de todos. “El sector agroindustrial es clave porque es la turbina de la economía argentina. Por eso tener un vínculo de trabajo, de sinergia y sincronismo es muy importante”, sostuvo. Pero estaba regalón el ministro y les prometió fecha para el tratamiento del proyecto de exportaciones que motorizan con la bolsas de cereales para incrementarlas en 40 mil millones de dólares con reducción impositiva a diez años. “Sabemos la importancia que tiene el tratamiento de la ley de agroindustria por parte del Parlamento y aspiramos que en este mismo mes de septiembre tengamos el tratamiento”. 

 

El presidente de la Bolsa de Cereales y del Consejo Agroindustrial, José Martins, tomó la promesa massista al pie de la letra: “Fue contundente con la fecha y que se trate en ambas Cámaras. Somos optimistas”, le dijo a Letra P. En su paso como  presidente de Diputados, el tigrense le dio cuerda y engendró una buena sintonía, pero no pudo sacar la ley que tenía un mal augurio en el Senado. Ahora, como ministro pretende darle el caramelo mayor y antes de fin de año. 

 

Beltramone, candidato a fiscal general de Santa Fe.
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