LA PLATA (Corresponsalía Buenos Aires) A pocos meses de ingresar en temporada alta de rosca preelectoral, en los laboratorios políticos del Frente de Todos (FdT) bonaerense circulan y se instalan escenarios que involucran a casi todos los actores del oficialismo, con danzas de nombres sobre eventuales candidaturas, modificaciones del cronograma electoral y, claro, especulaciones sobre la eliminación de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). La salida “para arriba” del gobernador Axel Kicillof, dejando Buenos Aires para pelear por el trofeo mayor, es parte de las alquimias que anidan en mesas de discusión.
Los dibujos en la arena de los distintos sectores del oficialismo están, todos, supeditados a lo que finalmente resuelva la figura central del espacio, la vicepresidenta Cristina Fernández, que viene dando señales de que no quiere competir por un nuevo período presidencial, pero, a la vez, gana cada vez más centralidad y protagonismo.
La Cámpora se encolumna cada vez más claramente detrás de la idea de la candidatura de CFK a la Casa Rosada, como única alternativa del Frente de Todos. Cerca de Máximo Kirchner entienden que el proceso judicial y el alegato de la vicepresidenta la colocaron en un nivel de centralidad política -aun mayor al que ya tenía- que torna imposible otra opción electoral. Por ahora, la vice dice en público que ella no irá, pero todo el mundo sabe que esperará hasta el último minuto para mostrar sus cartas.
La posibilidad de que Cristina finalmente no compita por un nuevo período se suma a los interrogantes sobre Sergio Massa, que esta semana sorprendió anunciando que está dando sus “últimas pisadas” en la política. En su primera reunión con los integrantes de la Mesa de Enlace, a poco de asumir en Economía, el tigrense aseguró que no competirá en la elección 2023 y que su llegada al gobierno no tenía que ver con una instalación en ese sentido. En su entorno, además, hay quienes le sugieren “guardarse” ante la posibilidad de una derrota, autoexcluirse ya y dedicarse a “construir prestigio” para el 27.
Si ninguno de los dos socios mayores de la coalición se pone al frente de esa carrera, para el FdT se abre un horizonte de dudas, lleno de especulaciones y danzas de nombres. Mucho dependerá de si finalmente se eliminan o no las primarias; mientras tanto, se dibujan escenarios.
En el conurbano bonaerense, desde la semana pasada comenzó a tejerse una movida que tiene como protagonistas a un grupo de intendentes peronistas cercano a Martín Insaurralde y como interlocutor, al diputado Kirchner. En un asado que compartieron días atrás, hubo referencias a un escenario con Cristina compitiendo por una banca en el Senado.
Al encuentro, en el Parque de Lomas, asistieron, además de Insaurralde y Máximo, Mariano Cascallares, Alberto Descalzo, Gustavo Menéndez y Juan Zabaleta, entre otros. Allí se habló de un teorema que gana adeptos entre algunos jefes comunales: incluye, con Cristina y Massa fuera de competencia, al bonaerense Kicillof como candidato único a la presidencia o -posibilidad más lejana- como ganador de unas PASO en las que podría competir con otro gobernador, como Juan Manzur, o el propio presidente Alberto Fernández.
La idea tiene una derivación lógica. Kicillof dejaría la pelea bonaerense, que recaería en Insaurralde, actual jefe de Gabinete, socio político del jefe de La Cámpora y presidente del PJ bonaerense y “primus inter pares” de un nutrido grupo de intendentes.
El lomense, que se puso “primero en la fila” para suceder al hijo político dilecto de CFK, “podría cosechar más votos que Kicillof”, dicen en esos laboratorios electorales del oficialismo, donde ven que Insaurralde mide mejor en sectores del electorado que no son los votantes tradicionales del peronismo. “Entre 4 y 5 puntos más, podría cosechar”, se entusiasman los más optimistas.
La dirigencia que rodea al gobernador dice que “irá donde decida Cristina”, pero no quiere saber nada con ese camino alternativo y se aferra al plan reeleccionista del Plan 6x6 que, asegura, fue el que la vicepresidenta le prometió a Kicillof.
Como sea, cerca del mandatario reconocen que esos teoremas forman parte de las conversaciones de los últimos días.