CÍRCULO SANTAFE

Dólar soja, verde

El atentado contra Cristina pisó la definición sobre la carta de Economía para seducir la liquidación de productores. El choque cerealeras y Mesa de Enlace.

ROSARIO (Corresponsalía Santa Fe) El primer esquema del dólar soja se venció con pena y sin gloria y en el medio cambiaron los tantos de productores y productoras de la zona núcleo santafesina que empiezan a ver la necesidad de liquidar de cara a la nueva campaña. Por eso era una semana clave para la definición del nuevo dólar ajustado para incentivar al campo a que le dé las divisas que tanto necesita el Gobierno, pero fueron días agitados que patearon una definición. Si ya venía a los tropezones por indefiniciones entre el Ministerio de Economía, la Mesa de Enlace y la presión de las cerealeras, todo se estancó luego del atentado fallido contra Cristina Fernández de Kirchner que, naturalmente, puso en el frezzer cualquier tipo de medidas por más que los agrodólares pidan cancha. 

 

El miércoles se venció el esquema del Banco Central para que los productores liquiden y el Ministerio de Economía al mando de Sergio Massa estaba enfocado en relanzar un nuevo modelo. El jueves se reunió con la Mesa de Enlace y todo parecía estar cocinado para un nuevo tipo de cambio: "dólar soja a 200pe", un prototipo made in Massa que prendió en quienes poseen los granos en el campo. 

 

Sin embargo, nada fue sencillo. “Algo pasó y no termina de salir”, dijo, el jueves por la tarde, un operador de la agroexportación a Letra P. “Si no es el viernes, es el lunes”, aseguró otra fuente al tanto. Todo fueron rumores y trascendidos, pero no había definiciones claras acerca del nuevo tesoro verde. Para colmo, se filtró un texto por WhatsApp de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro Exportador de Cereales (CEC) donde se detallaba la nueva normativa y daba a entender que era inminente. Giró por toda la dirigencia del agro, periodistas, y políticos, y se leyó como una presión al Gobierno, algo que desmienten desde la entidad.

 

Lo cierto es que las cerealeras, que tienen sus puertos mayormente en Santa Fe, están ávidas de granos para trabajar sus plantas de crushing y aceite, y desde el primer día quieren que el chacarero no escatime el grano. De hecho, se desmarcaron de la falta de liquidación. Allí se armó un choque entre las pretensiones de los exportadores y la de los dueños y dueñas de la producción que tardó mucho tiempo en empezar a desglosarse.

 

“La clave está en la Mesa de Enlace”, pateó la pelota una fuente de la agroexportación en las últimas horas y aún es incierto qué sucederá con el nuevo dólar. La dirigencia rural y las exportadoras esperaban que este viernes se comunique y ya se empiece a trabajar con el nuevo dólar. Pero el atentado contra la vicepresidenta desacomodó todo y deberá pasarse a los primeros días de la semana que viene. 

 

Un dirigente de los acopiadores opinó que se venderá como pan caliente y hasta proyecta un “aluvión de ventas”. Cree que la clave será la ventana de tiempo acotado a un mes, hasta incluso menos días porque la resolución se terminará estirando unos días. “En un mes volvés a vender a 140 pesos, van a querer vender a 200 o si se cierra un poco menos también”, agregó a Letra P. "No será un aluvión, pero se venderá bastante",  vaticinó a este medio un ejecutivo de peso de una cerealera ubicada en el Gran Rosario. 

 

Pasaron casi dos meses de intereses cruzados y resistencias y, ahora, parece abrirse una ventana donde todos quieren que se liquide: el Gobierno por las reservas raquíticas y la presión de las metas del FMI, las cerealeras para exportar y los productores para hacerse de dólares atractivos y financiar la nueva campaña de soja y maíz. Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) tendrá un récord de divisas por exportación de ambos con un alto tonelaje que compensaría la caída de los precios.

 

Si la aceptación es tan buena y rápida como, en principio, parece, cabe preguntarse si al final el Gobierno cedió más de las pretensiones del propio campo y, más aún, ahora que entra en un ciclo en que igual deberá liquidar para financiarse. Quizás por eso se negociaba hasta las últimas horas un rango de entre 187 y 200 pesos. Massa sabe que si consigue los 5.000 millones de dólares será un pleno económico y político propio, al margen del número final que las exportadoras le paguen al productor.

 

El chip de la campaña 2022/23 ya está puesto porque en breve se deben sembrar ambos cultivos. Es decir, productores y productoras empiezan a hacer números y la precampaña ya está en marcha. Todo cambió: de aquellas acusaciones de especulación, se pasó a negociar, a acceder por conveniencia y a meter primera en una economía sin margen. Por ahora el hilo está delante de la cabeza de los productores que se relamen, pero falta colocar la zanahoria.

 

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