Ramón Muerza

"Tenemos salarios debajo de la canasta básica y Cavalieri solo va a una marcha"

Quiere desbancar al veterano cacique de Comercio en las elecciones de este jueves. Críticas al acuerdo paritario y revancha por 2018. El rol de la CGT.

Ramón Muerza llega apurado a la pequeña oficina que tiene montada sobre Avenida de Mayo. La temperatura atípica para el invierno no le impide convidar un café para conversar sobre su labor cotidiana que lo para como el principal referente opositor a Armando Cavalieri, uno de los dirigentes gremiales más longevos de la argentina contemporánea, con 87 años y 36 al frente del Sindicato de Empleados de Comercio.

 

 

Está conforme con lo que encuentra en el intercambio que le permiten sus recorridas, aunque no se sorprende con lo que escucha. “No solamente hay una buena recepción hacia nuestras propuestas: también se pone de manifiesto el cansancio que generan 36 años con las mismas personas al frente del sindicato”, dice conversando con Letra P.

 

"Cavalieri tiene un gremio cerrado y enrejado custodiado por patovicas". Fotos: Pablo Cuarterolo

El sindicato que se proponer conducir Muerza no exhibe un presente promisorio. Según describe, se trata de un sector con el 50% de trabajadores y trabajadoras en situación de informalidad, donde el personal registrado exhibe sueldos bajos que en algunos casos quedan por debajo de la línea de pobreza. Con todo, el candidato de la lista Granate Morada denuncia un sinnúmero de irregularidades que se expresan en persecuciones internas con el  fin de instalar un clima de temor entre afiliados y afiliadas. “Nosotros queremos que la gente pierda ese temor porque el cuarto oscuro es oscuro y nadie los va a perseguir por eso. Cavalieri tiene un gremio cerrado y enrejado que está custodiado por patovicas. Es un estilo que perdura hace 36 años”, asegura.

 

Cuando empieza a desglosar su propuesta, Muerza suma a las malas condiciones de trabajo, la problemática de la salud, expresada en el funcionamiento de la obra social del sindicato. “Los trabajadores tienen el carnet de una obra social, pero cada vez que van a atenderse tienen que pagar. Con los sueldos que estamos cobrando, la realidad se hace cada vez más difícil”, señala. “En esta última paritaria, Cavalieri impuso una ayuda solidaria mensual de $600 por trabajador. Son 1.100.000 afiliados, sacá la cuenta. Eso, que se firmó avalado por las cámaras, no tienen ningún tipo de control”, advierte.

 

En ese cúmulo de denuncias respecto del funcionamiento del sindicato, Muerza denuncia que Cavalieri sostiene acuerdos políticos históricos con el expresidente Mauricio Macri, el PRO y, actualmente, con el alcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Esas relaciones que se expresan en “favores mutuos” derivaron en una situación en la que la oposición asegura que “le robaron la elección”, durante el último proceso electoral interno.

 

“En 2018 el Ministerio de Trabajo determinó que nosotros perdimos la elección, pero eso no es lo que votaron los compañeros. Cavalieri está terminando su gestión con un certificado provisorio de autoridad, esa es la realidad”.

 

Familia, Rucci y Perón, la galería de fotos del mundo Muerza

La situación salarial es, sin duda, una de las principales preocupaciones del universo trabajador en todo el país. La solución al problema del poder adquisitivo promedio es en algunos casos más preocupante que en otros. Para este año, el sindicato acordó una pauta salarial que prevé un aumento del 59% en siete cuotas. Por la aceleración inflacionaria, se acordó adelantar la cuota pautada para enero (10,5%). “Es vergonzoso, porque adelantan políticamente la cuota que correspondía a enero, pero eso no implica ningún tipo de apertura de paritarias ni nada por el estilo. Fueron con los empresarios y simularon un aumento que se cobra 15 días antes de la elección. Eso no es un aumento, es el adelantamiento de algo que ya estaba acordado”, asegura Muerza. “Yo te puedo asegurar que nosotros asumimos el 28 de septiembre y el 29 vamos a pedir una reapertura de paritarias”, sentencia.

 

A la par de Muerza está sentada Nadia Maldonado, su compañera de fórmula que busca torcer el destino de un sindicato que, a pesar de representar un sector con más de un 60% de participación femenina, prácticamente no tiene mujeres en cargos de representación.

 

Muerza y Maldonado, la fórmula que busca desbancar a Cavalieri de Comercio

“Lo que más me duele es la falta de perspectiva. El último 8 de marzo hubo un montón de compañeras encerradas en un teatro para un acto en el que Cavalieri les dio una charla. Nosotros pensamos otra cosa, por eso salimos a la calle”, dice a modo de ejemplo. “Yo encontré un lugar en el que soy parte de un proyecto en el que las mujeres tenemos un lugar para participar y crecer", afirma Maldonado.

 

"A nosotras siempre se nos hace más difícil, pero acá logramos construir un espacio en el que el 50% de la lista somos mujeres, cosa que ya habíamos logrado en 2018. El hecho de que yo ocupe este lugar es el resultado de muchos años de lucha a partir de un trabajo permanente que venimos haciendo para pensar las cosas con perspectiva de género”, asegura la militante que acompaña a Muerza en sus recorridas y desarrolla su propia agenda en su rol de delegada de un call center.

 

El rol de la CGT

Muerza integra la Corriente Federal, que tiene representación en la conducción de la CGT a través de Pablo Moyano, y entiende que el rol de la central obrera debe asumir otro rol en el crítico presente nacional. “Nosotros padecemos esa situación. Cavalieri no puede acompañar una marcha contra la suba de precios sin hacer más nada. Su acuerdo paritario quedó muy atrás de la inflación. Tiene que convocar a la federación para pedir una reapertura de paritarias. (Sergio) Palazzo hizo un paro con La Bancaria y logró una mejora para salarios que rondan los 200 mil pesos. Nosotros tenemos salarios por debajo de la canasta básica y Cavalieri convoca a una marcha nacional sin mover nada. Obviamente, va muy poca gente”, asegura.

 

Imaginándose al frente del sindicato más numeroso del país, Muerza redobla la apuesta. “Siempre se dijo que éramos la columna vertebral del peronismo. Tenemos que ser también la cabeza. Tenemos que discutir política y dejar de ser espectadores, para cumplir un rol clave. Hay que sacar del medio los egoísmos de los dirigentes y pensar en un proyecto. El movimiento obrero debe tener 23 diputados nacionales, porque cada provincia tiene que tener un representante del movimiento obrero discutiendo el futuro del país”, concluye.

 

Martín Llaryora, gobernador de Córdoba. 
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