El Frente de Todos (FdT) y Juntos por el Cambio (JxC) no son las únicas coaliciones que analizan qué hacer ante la crisis económica y social, en medio del aparatoso desembarco de Sergio Massa como nuevo ministro de Economía: el Frente de Izquierda Unidad (FITU) también está sumergido en debates puertas adentro, con sectores que advierten sobre la necesidad de avanzar hacia un plan de lucha que consagre la unidad de la clase trabajadora y otros, más radicalizados, que fantasean con un estallido social, a lo 2001, "para que se vayan todos"; un borrón y cuenta nueva. Las candidaturas forman otra línea de discusión.
El contexto actual, para todas las fracciones que conformaron una alianza en 2011, es más que complejo y, auguran, lo peor todavía no pasó. Es más, sus principales referentes no se inmutan al decir que ven al futuro repetir el pasado con el arribo del exintendente de Tigre al Palacio de Hacienda. E Partido de los Trabajadores Socialistas, el Partido Obrero y el Movimiento Socialista de los Trabajadores discuten diferentes salidas que le pueden ofrecer a una clase trabajadora vapuleada por la inflación.
Christian Castillo, referente del PTS, es uno de quienes creen que el peligro está más que latente y es de proporciones amplias, tras el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). También, que la devaluación se encuentra a la vuelta de la esquina producto, apunta, de las presiones del campo y de las grandes empresas, con un gobierno debilitado y con nuevo elenco económico".
Preocupado, el dirigente ve en la coalición gobernante planteos que, desde su óptica, aparecen en Cambiemos y en los sectores libertarios. “Representan el ajuste como la solución a la crisis”, graficó ante Letra P. Por eso, el escenario, según el excandidato a diputado nacional, amerita un pedido de convocatoria para un plan de lucha. “En eso coincide todo el FITU, es nuestra declaración ante la crisis”, añadió, antes de opinar que un estallido de por sí “no resuelve nada”. “La bronca tiene que estar canalizada hacia la unidad de la clase trabajadora; caso contrario, no sirve”, espetó.
En esa línea se mueve Gabriel Solano, miembro del PO y legislador porteño. Además de reclamar la baja del pacto con el FMI, el diputado menciona el riesgo latente de una hiperinflación, gracias a una emisión monetaria que cree brutal en medio de un cuadro de división política del Frente de Todos. El nuevo funcionario de Fernández le genera el mismo sentimiento que a sus socios de espacio. Una de las frases que más repite por estos días es la siguiente: “Si (Mauricio) Macri prometía la ´lluvia de inversiones y así nos fue, ahora Massa nos promete la ´garúa de dólares´ y así nos irá”.
A favor de un plan de lucha que involucre a la CGT, el hombre que fue postulante a jefe de Gobierno por la izquierda pretende una convocatoria con banderas socialistas con un rumbo claro. Sus banderas: “Reestructuración del sistema financiero y del comercio exterior, hoy utilizado por grupos internacionales; nacionalización de la energía por los subsidios y aumentos salariales equiparables a la inflación, más un plan de obras públicas con eje en la vivienda popular”.
El MST no se queda atrás y ofrece argumentos para entrar en la discusión. Es el partido con menos antigüedad dentro de la alianza, ya que se incorporó para las elecciones de 2019. No oculta divergencias a través de Celeste Fierro, una de las figuras que no teme un nuevo 2001 ni los lemas de aquellos tiempos. “Las condiciones están; por eso, decimos que se tienen que ir todos y tenemos que estar en las calles. Hacen falta elecciones anticipadas para una asamblea constituyente que decida todo”, reclamó.
Fierro cree, además, que el camino pasa por ampliar el FITU, sumando cuadros y “a quienes quieren salir a pelear”.
El lanzamiento a la carrera electoral, como realizó el PTS con Myriam Bregman y Alejandro Vilca, es otro de los temas donde hay chispazos en la unidad de la izquierda. “No es oportuno e impide que otros sectores se sumen”, apuntó la cordobesa, escueta, algo en lo que coincide Solano cada vez que puede.