PROYECCIÓN '23

Para dar pelea en Córdoba, Llamosas ya tiene custodios de su pago chico

El intendente de Río Cuarto busca integrar la fórmula peronista a la gobernación. Quiénes le cuidan las espaldas para el salto provincial. ¿Licencia en campaña?

RÍO CUARTO (Corresponsalía Córdoba) Desde que se lo propuso este año, mucho se habló del salto del intendente Juan Manuel Llamosas a la política provincial, de su búsqueda por hacer pie en La Docta y de cómo ese camino está lejos de ser lineal. Al mismo tiempo, ese movimiento ascendente en progreso abre varios interrogantes en el poder político de Río Cuarto: si el jefe de la segunda ciudad de Córdoba pone su nombre en la fórmula peronista, como candidato a vicegobernador de Martín Llaryora, ¿quién gobernaría el municipio en su lugar? O, para expresarlo mejor: ¿alguien gobernaría el municipio en su lugar?

 

El interrogante cobró fuerza nuevamente días atrás con la visita del gobernador Juan Schiaretti a la ciudad. El motivo fue el Día Nacional del Vecinalismo y, cuándo no, la pavimentación de un camino y varias cuadras riocuartenses, pero las fotos del mandatario provincial y del intendente, que puede ser el complemento de votos del interior que necesita Llaryora para consolidar su candidatura al Panal en 2023, jalonaron otro hito en la construcción de una postulación provincial que ya va más allá de las hipótesis.

 

Si Llamosas termina como copiloto de la fórmula cordobesista, la campaña pondrá sobre la mesa una cuestión tan concreta como determinante: si se tomará licencia del cargo para encarar las actividades proselitistas en el territorio cordobés. En la dirigencia de Río Cuarto, se da por descontado que hay dos abordajes posibles a ese interrogante: uno político y el otro legal.

 

El primero obedece exclusivamente a la estrategia que defina el propio Llamosas, dentro de su plan de instalación en Córdoba y despliegue territorial, con la idea de levantar niveles de conocimiento en el interior provincial y así entrar en un eventual binomio con Llaryora. En el entorno del riocuartense se inclinan por la alternativa de no echar mano de la licencia, para que el jefe comunal encare la campaña en funciones.

 

“Lo más conveniente es que siga en funciones durante la campaña, porque le permitiría seguir mostrando obras”, piensan en la mesa chica Llamosas, donde entienden que, frente a otros nombres del escenario provincial, su principal capital político es la gestión.

 

En el caso de que el Intendente efectivamente decida dejar de lado sus funciones para dedicarse exclusivamente a la campaña, el artículo 145 de la Carta Orgánica Municipal establece que será reemplazado en sus funciones por “el presidente del Concejo Deliberante o el concejal que el cuerpo designe”. En la práctica, el nombramiento se da por un acuerdo político entre los bloques.

 

Eso quiere decir que uno de los sucesores de Llamosas en el sillón de Mójica podría ser el schiarettista Darío Fuentes, presidente del legislativo local desde 2016, con pasado como funcionario provincial en el Centro Cívico de Río Cuarto.

 

Fuentes y Natali con Llaryora, el candidato del schiarettismo al que Llamosas busca secundar

Bajo el ala del diputado nacional Carlos Gutiérrez, hombre fuerte del gobernador en el sur cordobés, Fuentes cultiva un perfil moderado y suele consultar tanto a su mentor como al llamosismo a la hora de tomar decisiones.

 

Dentro del Concejo Deliberante, Fuentes se apoya en el presidente del bloque oficialista, Guillermo Natali, que le sigue en jerarquía y que también podría sustituir a Llamosas si el intendente hace uso de licencia. Natali, también enrolado en las filas del schiarettismo, conduce la bancada de Hacemos por Córdoba (HxC), que incluye también a llamosistas, nazaristas, socialistas y referentes de origen sindical.

 

Reemplazos de este tipo ya ocurrieron en la historia reciente de Río Cuarto, aunque en circunstancias diferentes. Por ejemplo, cuando el antecesor de Llamosas, Juan Jure, era suplido por el entonces presidente del Concejo Deliberante Claudio Miranda cuando el jefe comunal salía de vacaciones. Aquellos interinatos son recordados por el periodismo local por la llamativa hiperactividad del reemplazante en sus días de poder.

 

Quienes tratan de pensar más allá para evitar sorpresas, elucubran qué puede ocurrir si Llamosas finalmente se transforma en vicegobernador en 2023, y debe abandonar la intendencia de Río Cuarto durante el último tramo de mandato. Durante varios meses el Ejecutivo local quedaría acéfalo, ya que en el Imperio del Sur las elecciones están intencionalmente desfasadas de las provinciales, y los próximos comicios tendrán lugar recién a mediados de 2024.

 

La Carta Orgánica Municipal estipula en su artículo 145 que "en caso de impedimento para el ejercicio del cargo, las funciones del Intendente son desempeñadas por el Presidente del Concejo Deliberante y en su defecto por el concejal que para tal fin el Cuerpo designe. Si el impedimento es temporario, el reemplazo se realiza hasta que aquél cese y si es permanente, el reemplazo se realiza hasta completar el período”.

 

Más allá de todas las consideraciones, en el llamosismo relativizan la pertinencia de la disyuntiva y afirman que ni siquiera se plantearon el interrogante de una eventual acefalía. Al menos no por ahora. 

 

Ignacio Segura, presidente del Colegio de Abogados de Córdoba.
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