FASE B

Aún sin equipo, Batakis busca mostrar sintonía del gabinete post-Guzmán

Junto a Pesce y Scioli, afinó el diálogo con las empresas para contener la inflación. Con La Cámpora, supervisó una licitación clave para la obra del gasoducto.

Con actividad de gestión, la ministra de Economía, Silvina Batakis, buscó enviar un mensaje de alineamiento en las decisiones de la mesa chica del gabinete económico y disipar tensiones en la convivencia entre los sectores que responden a los distintos socios del Frente de Todos. Este viernes, junto a su par de Desarrollo Productivo, Daniel Scioli, y el presidente del Banco Central (BCRA), Miguel Ángel Pesce, encabezó una mesa de diálogo con representantes de compañías de alimentos, bebidas y productos básicos, luego confirmar el acuerdo para permitir aumentos en el plan Precios Cuidados. Más temprano, participó de la apertura de sobres para licitación del gasoducto Néstor Kirchner junto a los referentes camporistas de la Secretaría de Energía. Ambas fotos se produjeron luego del principio de distensión en el FdT tras la cena de reencuentro que mantuvieron las cabezas del frente oficialista que reunió a Alberto Fernández, Cristina Fernández de Kirchner y Sergio Massa.

 

En lo formal, la cumbre con Scioli, Pesce y las empresas sirvió para repasar la "importancia" de la renovación del plan antiinflacionario y conocer, de primera mano, los reclamos que tienen las empresas ante el aumento de los costos en la cadena de valor. En los hechos, los representantes del sector privado se llevaron "por primera vez una foto de unificación de criterios en términos económicos, productivos y financieros", que "genera cierta tranquilidad para afrontar las problemáticas que se profundizaron con el recambio en el Ministerio de Economía", confiaron fuentes empresarias consultadas por Letra P. Sin embargo, aclararon: "Esa coordinación tiene que plasmarse en los hechos, porque hasta ahora había divergencia en las decisiones e incluso esta semana se vio una situación de cuasiacefalía en la conducción".

 

Batakis todavía no presentó su gabinete completo. Esa situación, que en otras ocasiones habría sido casi un detalle de color, en la actualidad tomó una inusitada importancia por saber el origen político. Por caso y sin anuncio formal, la ministra les presentó a los representantes de las empresas Molinos Río de La Plata, Arcor, Mastellone, Mondelez, Quilmes, P&G y Unilever y de la Asociación de Fabricantes Argentinos de Coca Cola al nuevo secretario de Comercio Interior, Martín Pollera. Si bien no fue novedoso el nombre, ya que circuló esa posibilidad apenas renunció su antecesor Guillermo Hang, la importancia de ese puesto en la guerra contra la inflación hacía prever que el flamante funcionario, destinado a controlar los precios, iba a tener una bienvenida más destacada.

 

La tríada económica tuvo su segunda foto conjunta en apenas una semana. Ese team dejó claro el origen de las relaciones políticas que existen: mientras el jefe del BCRA le llevó al presidente Alberto Fernández el nombre de la actual ministra para asumir en Economía, Scioli dio el visto bueno para acompañarla y empoderarla en las funciones, ya que anteriormente había sido funcionaria de su equipo durante su mandato en la administración bonaerense. Tanto el jefe del Central, que elevó sus participaciones en actos de gobierno, como el titular de la cartera productiva apostaron al éxito de las políticas que aplique la mesa chica del gabinete económico y decidieron jugar fuerte en medio de una crisis por la escasez de dólares en las reservas, las presiones devaluatorias y la inflación en las góndolas.

 

Las remarcaciones abrieron una nueva señal de alerta. El jueves próximo, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), que dirige el frustrado ministro de Economía Marco Lavagna, dará a conocer la inflación de junio. Lejos de haber mostrado descenso, como había prometido el exministro Martín Guzmán, podría quedar unas décimas por encima del índice de mayo, que registró 5,1%. Con todo, la alarma está puesta en julio, luego de haber vivido una primera semana con subas de hasta el 20% ante la incertidumbre en los recambios.

 

Según el relevamiento mensual del Instituto de Estadísticas de los Trabajadores (IET), de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) y del Centro para la Concertación y el Desarrollo (CCD). “la inflación de las y los trabajadores asalariados registrados fue del 5,5% en junio, cortando la desaceleración registrada en abril y mayo”. “La inflación acumuló un 37% en el primer semestre del año y un 65,1% en los últimos 12 meses. Si la inflación del segundo semestre fuera igual a la del primer semestre (promedio 5,4% mensual), 2022 terminaría con una suba de precios acumulada del 87,9%. A esta altura, la inflación mensual debería ser inferior al 4,6% mensual para evitar que la inflación acumulada de 2022 super el 80%”, advirtió el informe.

 

Otro dato en clave política se vio cuando Batakis participó, de manera virtual, con el staff de Energía en la apertura de sobres para la licitación de la obra del gasoducto Néstor Kirchner. Su presencia junto a los integrantes de la Secretaría comandada por los funcionarios que responden a la conducción política de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner dejó señales: por un lado, la ratificación del camporismo en la área que desató la crisis con Guzmán por el denunciado "internismo exasperado" y las contradicciones en términos de aumento y segmentación de tarifas, a pesar de que la ministra había dicho, en declaraciones periodísticas, que tenía "libertad" de hacer cambios en ese enclave del Estado; por el otro, un dinamismo en sus funciones, luego de una semana en la que sobrevoló la ausencia de comando en materia económica.

 

“Ampliar nuestra capacidad energética es fundamental para liberar la actividad productiva del país y en eso estamos trabajando con todos los sectores”, sostuvo Batakis, según un comunicado de prensa que difundió la empresa del estado Energía Argentina (Enarsa). La escuchaban el secretario, Darío Martínez; el subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo; el presidente de Enarsa, Agustín Gerez; y el subgerente general, Gastón Leydet.

 

El gasoducto Néstor Kirchner forma parte del Programa Transport.Ar y tendrá una extensión de 573 kilómetros entre la localidad neuquina de Tratayén y Salliqueló, en el oeste de la provincia de Buenos Aires, atravesando Río Negro y La Pampa. "El proyecto también incluye obras complementarias como el gasoducto Mercedes-Cardales y el loop del gasoducto NEUBA II, totalizando así 680 kilómetros de cañerías en la Etapa I", destacó la empresa del estado. Hace poco menos de un mes atrás, la firma SIAT, perteneciente al Grupo Techint, se quedó con el negocio de la provisión de cañerías de 36 y 30 pulgadas. Esa concesión generó el reclamo de CFK para que la empresa de Paolo Rocca produzca esos caños en la Argentina y no en Brasil; como también una denuncia del exministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas por presuntos beneficios en favor de la T que provocó su expulsión del Gobierno y una investigación judicial que no encontró irregularidades.

 

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