Con su propia agenda parlamentaria, ajena a la crisis económica que aqueja al Gobierno desde la abrupta partida de Martín Guzmán, los planes del oficialismo se vieron frustrados para tratar esta semana en el Senado el proyecto avalado por la Casa Rosada para ampliar la Corte a 25 miembros. Según fuentes parlamentarias, la mala noticia fue confirmada este miércoles en una reunión del interbloque del Frente de Todos donde sus autoridades detallaron que la sesión del jueves se suspendía por problemas logísticos y de salud. En los pasillos de la Cámara Alta, sin embargo, retumbaron otras versiones que van más allá de los problemas coyunturales: la falta de votos.
Uno de los inconvenientes tiene que ver con el puntano Adolfo Rodríguez Saá. En su despacho reina el silencio, pero dentro de la reunión del interbloque oficialista su nombre apareció como uno de los senadores del oficialismo que no acompañarán la propuesta porque no está de acuerdo. "No lo pudieron convencer y está ofendido porque ignoraron un proyecto que había presentado en 2017 y no lo tuvieron en cuenta", resumió a Letra P una fuente con acceso a la negociación parlamentaria que se viene tejiendo desde que el oficialismo comenzó a exhibir una mayor cohesión para sostener la iniciativa.
La idea fue impulsada originalmente por el cristinismo, pero ahora cuenta con el respaldo formal de Alberto Fernández y de 16 provincias de tinte peronista que suscribieron el breve proyecto de ampliación del máximo tribunal. La semana pasada siete de los gobernadores estuvieron en el plenario de Justicia y Asuntos Constitucionales, donde el proyecto ya cuenta con un dictamen de mayoría.
La estrategia para avanzar con la ampliación, en medio del tironeo entre el Poder Ejecutivo y el Judicial, ha sido paso a paso. La semana pasada, luego de escuchar a los gobernadores, fue firmado por un dictamen de mayoría. En ese momento, el titular del bloque Frente Nacional y Popular, José Mayans, dijo que querían llevarlo al recinto esta semana. Fue el mismo senador formoseño quien este miércoles le dijo a sus pares que se había caído la sesión. Además de Rodríguez Saá, también hay dudas en torno al rosarino Marcelo Lewandowski, sobre quien tampoco hay precisiones y su decisión forma parte de otro enigma cargado de secretismo.
Para el oficialismo, la ausencia de cualquier voto propio o aliado es determinante. Perdió el cuórum propio luego de las elecciones del año pasado y tiene 35 escaños, repartidos en dos bloques, el que lidera Mayans y el de Unidad Ciudadana, presidido por Juliana Di Tullio. Para sesionar requiere 37 bancas ocupadas, y el interbloque oficialista necesita sumar dos aliados claves que esta vez no pudo garantizar. Hasta ahora han recurrido a la Magdalena Solari Quintana, del Frente de la Concordia Misionero y a Alberto Weretilneck, de Juntos Somos Río Negro. El exgobernador patagónico ya había presentado un texto de su autoría para ampliar el máximo tribunal a 15 miembros y está en desacuerdo con la iniciativa del oficialismo.
Sobre la decisión de Solari Quintana también hay hermetismo, pero la negativa de Rodríguez Saá debilitó la aritmética del oficialismo. La negativa del rionegrino iba a ser cubierta con la riojana Clara Vega, que fue parte del interbloque de Juntos por el Cambio hasta el año pasado pero ahora vota los proyectos del oficialismo, siempre con intermitencias. En este caso respaldaría la ampliación del máximo tribunal, pero el poroteo de este miércoles no alcanzaría sin la cohesión de todos los senadores frentetodistas.