En medio de un domingo a pura rosca, Alberto Fernández demoró el anuncio sobre los cambios en la Jefatura de Gabinete tras la renuncia a Martín Guzmán al Ministerio de Economía, dimisión que profundizó la crisis del Gobierno. Tras reunirse, por horas, con el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y con los funcionarios que conforman su mesa chica en la Residencia de Olivos, el Presidente habló con la vice, Cristina Fernández de Kirchner. Así lo confirmaron fuentes de la Casa Rosada. Un nombre salió de la charla telefónica: Silvina Batakis.
La actual secretaria de Provincias del Ministerio del Interior ya había sonado durante la frenética búsqueda por la sucesión de Guzmán, pero recién tras el dialogo entre Fernández y la vicepresidenta, confirmaron fuentes oficiales, fue elegida.
A fines de 2019, Batakis llegó a Interior convocada por Eduardo de Pedro, con quien no tenía relación previa. Tampoco tenía vínculos con La Cámpora, aunque logró generar una relación de confianza con el ministro y su entorno.
Más allá de tener contacto con una de las terminales de poder como el cristinismo, por cargo y currículum, no obstante, también ostentaba hace tiempo relación con los gobernadores y sus ministros de economía. Precisamente fue una de ellos. Batakis condujo la economía bonaerense bajo la gestión de Daniel Scioli, el recién asumido ministro de Desarrollo Productivo. Es más, como parte de su campaña presidencial de publicitar lo que sería su gabinete, el exmotonauta había anticipado que su funcionaria sería la eventual encargada del Palacio de Hacienda si llegaba a la Casa Rosada en diciembre de 2015. Casi siete años después, Batakis se sentará en ese sillón.
Como gran parte de la extropa sciolista, estuvo en la asunción de Scioli como ministro. "Daniel la considera una gran profesional, muy formada, de gran calidad humana y muy respetada por todos", dicen en el entorno del exgobernador.
Puertas adentro, la economista fue una de las críticas del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que rubricó su antecesor. Por otro lado, ya a viva voz, desde su rol en Interior, fue una de las caras visibles de la pelea entre la Nación y la Ciudad de Buenos Aires por los puntos quitados de coparticipación.
La elección fue informada por la portavoz de Presidencia, Gabriela Cerruti, en las redes sociales. La renuncia de Guzmán, el sábado por la tarde, también fue revelada en Twitter.
Al cierre de esta nota, más allá de todas las versiones que circularon durante la jornada, en la Casa Rosada deslizaban que no habría más anuncios.
Domingo de rosca en Olivos
Tal como contó Letra P, Massa se enteró de la renuncia de Guzmán cuando estaba en la cancha de Tigre viendo el partido del Matador. El tigrense, que participó de las giras de Alberto Fernández en Estados Unidos y en Alemania, podría saltar al gabinete como garante del acuerdo entre el jefe de Estado y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Además del presidente de la Cámara baja, se encontraba en la residencia oficial el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, la portavoces Cerruti, el canciller Santiago Cafiero, y el subsecretario de Comunicación y Prensa de la Presidencia, Marcelo Martín, encargado de organizar los actos, transmisiones y conferencias.
Pasadas las 14.30, Massa dejó la quinta presidencial de Olivos por el túnel de la avenida Libertador. Se espera que en las próximas horas, el jefe de Estado dé a conocer el nombre de quien reemplazará a Guzmán en el Palacio de Hacienda. No se descarta que también anuncie otros cambios en el Gabinete.
Minutos antes de las 15, ingresó a la quinta de Olivos el secretario de Asuntos Estratégicos de la Presidencia, Gustavo Beliz, parte del círculo de confianza del Presidente.
La salida de Martín Guzmán detonó una nueva bomba en el interior de un Frente de Todos marcado por las fisuras internas de la coalición, pero no fue la única baja que sufrió el Ministerio de Economía, ya que gran parte del equipo que lo rodeaba y asistía pegó el portazo el mismo sábado por la tarde.
Junto con Guzmán, dimitieron todos los secretarios de Estado que le respondían directamente, a excepción de Sergio Chodos, representante ante el FMI y hombre clave en la reestructuración de la deuda. Se trata de los secretarios Raúl Enrique Rigo (de Hacienda), Roberto Arias (de Política Tributaria) y Fernando Morra (secretario de Política Económica).
En paralelo, también renunciaron los subsecretarios Ramiro Tosi (de Financiamiento), Rodrigo Ruete (de Relaciones Institucionales) y Maximiliano Ramírez (de Programación Macroeconómica).