NOVENA SECCIÓN

Los tres vértices de la campaña de Ritondo

El diputado vidalista busca consolidar su candidatura a gobernador con el apoyo de Macri, su imagen de exministro y una negociación forzada con Larreta.

El diputado nacional y jefe del bloque del PRO en el Congreso, Cristian Ritondo, sigue a paso firme con su candidatura a gobernador de la provincia de Buenos Aires. Mientras tacha en el calendario los días que restan para las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorios (PASO) en las que vislumbra una interna con su par en la Cámara baja Diego Santilli, tiene en claro los ejes en los que se centrarán sus esfuerzos proselitistas.

 

Consciente de que no le alcanzará solamente con los apoyos de algunos dirigentes de peso del PRO, Ritondo busca que para la fecha límite las encuestas lo muestren con igual o mejor imagen que su competidor, el enviado de Horacio Rodríguez Larreta. Una de las primeras decisiones que tomó al respecto fue regresar de lleno a las recorridas por los distritos de la provincia.

 

“El mayor acierto de Santilli fue que nunca dejó de recorrer la provincia finalizada la campaña”, confesó uno de los dirigentes que integra la mesa chica de Ritondo. La consecuencia de esto se vio cuando analizaron el nivel de conocimiento que el exministro tiene en Buenos Aires. La solución a ese problema fue el armado de una intensa agenda de recorridas por cada uno de los 135 municipios, más el armado de foros distritales con los referentes locales que lo acompañan.

 

A eso se le suma la inclusión, en la medida de que las agendas lo permitan, de políticos con mayores niveles de instalación, como es el caso del expresidente Mauricio Macri y la exgobernadora y diputada nacional María Eugenia Vidal. Ambos mostraron su apoyo a Ritondo como candidato a gobernador por sobre Santilli.

 

En las usinas de campaña del exministro de Seguridad están convencidos de que el apoyo de Macri tiene una importancia “superlativa” y aprovechan para darle a su postulación una impronta específica: “Es el candidato a gobernador del expresidente”. Ese es uno de los tres vértices sobre los que Ritondo apoya su campaña. Los otros dos: una negociación con Rodríguez Larreta, quien necesita de todos en su búsqueda por convertirse en el candidato presidencial del partido amarillo; y el recuerdo de su paso al frente de la Policía Bonaerense y el publicitado relato del combate contra la inseguridad y el narcotráfico de lo que Vidal hizo su caballito de batalla. 

 

El apoyo de Macri quedó nuevamente explícito esta semana con la presencia del diputado Hernán Lombardi en el encuentro de equipos técnicos de Ritondo. Como contó Letra P, el exsecretario del Sistema de Medios Públicos integra la mesa chica del exjefe de Estado, oficia como vocero (muchas veces dice lo que el expresidente no puede) y articulador ante otros miembros del PRO y JxC.

 

No por nada el lanzamiento oficial de su candidatura coincidió con las primeras pintadas de “Macri presidente, Ritondo gobernador”. Pero la efusividad en la difusión de esas imágenes proselitistas, a la que luego se le sumó la recorrida en La Plata con el expresidente y Vidal, fue reemplazada por la cautela a hablar de acuerdos cerrados. Esa recorrida “fue algo que no se buscó, sino que se dio de forma espontánea”. La afirmación suena inverosímil. Sobre lo que no caben dudas es que Macri quiere ver qué tiene en agenda cada candidato antes de darle su respaldo total y el ritondismo lo sabe y se esfuerza.

 

“Macri sabe lo que fue la gestión de Ritondo en la provincia durante los cuatro años de Vidal. Por eso lo refrenda, confía en que puede hacer lo que cree que se tiene que hacer”, se entusiasma un legislador bonaerense que está en los equipos del exministro desde hace más de una década. Pero generar esa aprobación es también uno de los objetivos de su rival en la interna, algo que tienen muy en claro cerca del jefe del bloque del PRO. “(El exmandatario) se quedó con la imagen de Santilli como ministro de Ambiente y Espacio Público, los dos años que estuvo en Justicia y Seguridad lo hicieron evolucionar muchísimo”, sostuvo uno de los miembros del gabinete porteño ante la consulta de Letra P.

 

Pero no sólo cosecha la adhesión del expresidente. En la presentación de sus equipos técnicos, el martes, además de Lombardi también estuvo el intendente de Pinamar, Martín Yeza, ungido como el encargado de liderarlos. Su inclusión tiene otra lectura además de la experiencia que aporta tras casi ocho años de gestión municipal. “Se lleva bien con Larreta, pero juega a pleno con nosotros, lo que te da la pauta de que en la interna no existe los ‘anti’, sino que es todo solucionable”, se llenan de optimismo en el campamento ritondista.

 

La negociación con Larreta es otro vértice. Nunca lo dirá en público, pero Ritondo (el vidalismo) tiene la tesitura de que el anhelo del jefe de Gobierno por ser candidato a presidente lo beneficia: como explicó Pablo Lapuente en su nota La autodepuración amarilla, una tribu no puede quedarse con todo. De otro modo: si Larreta es el candidato a presidente elegido, deberá entregar casilleros y Santilli podría caer en la volteada.

 

En Uspallata remarcan que ese es “un límite” que no tienen pensando cruzar. Como si fuera una de las banderas sin posibilidades de entregar. Para Larreta, la candidatura de Santilli ya tiene una inversión considerable de tiempo y capital político. “Además de ser el que más mide”, remarcan en la Jefatura de Gobierno. No obstante, Ritondo cree que se puede forzar una negociación si las condiciones lo permiten, pero para eso su intención de voto tiene que ser igual a la de su rival cuando el calendario llegue a abril.

 

La tercera pata de la estrategia de Ritondo es su paso por Seguridad. “Caminó la provincia durante cuatro años y el recuerdo sobre lo que realizó sigue latente. Hay que potenciar eso mucho más”, agregó un exfuncionario que lo acompañó en aquella época. De acuerdo a los cálculos que manejan sobre su imagen, haber estado al mando de la Policía Bonaerense genera en el ideario colectivo que se trata de un dirigente con la muñeca necesaria para gobernar la provincia más grande del país.

 

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