El primer gesto en la tregua frentetodista del área de Energía se verá este viernes, para intentar dejar en el olvido la convivencia conflictiva que se llevó puesto al exministro Martín Guzmán. Será con el debut del registro para usuarios que necesiten mantener los subsidios en las tarifas de los servicios de gas y electricidad. La operación quedará en manos del flamante subsecretario de Planeamiento Energético, Gonzalo Soriano, y será respaldada por el secretario de Energía, Darío Martínez, y todas sus áreas, que reportan a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Si bien se ratificó que el plan original se mantendrá intacto, un esquema que fue criticado por el Instituto Patria desde el bosquejo guzmanista, la incorporación de un punto, que contempla geolocalización para evitar aumentos compulsivos, fue la llave para acompañar la decisión de la ministra de Economía, Silvina Batakis.
Soriano, una persona de confianza de Santiago Yanotti, vicepresidente de Cammesa, reemplazaría al renunciante Santiago López Osornio, el funcionario que se había quedado con toda la responsabilidad de la segmentación por decisión de Guzmán, que buscó desplazar a La Cámpora de la intervención del nuevo esquema tarifario. Ambos son tucumanos y trabajan bajo el mando del jefe de Gabinete, Juan Manzur, que terminó cumpliendo una función de equilibrio entre el camporismo energético y el Ministerio de Economía.
Martínez había tomado dos decisiones en torno a la segmentación, en plena guerra con Guzmán. La primera fue la firma del decreto 332, del 16 de junio, que estableció la puesta en marcha el nuevo esquema tarifario y, por reclamo del exministro, le dio potestad de diseño a López Osornio, el único soldado que respondía al quinto piso del Palacio de Hacienda; y sacó de la cancha al subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo, luego de un informe que desaconsejaba aumentos en las tarifas en este 2022. La segunda fue la resolución 467, del 27 de junio, que delegó de manera exclusiva a la Subsecretaría de Planeamiento Energético todas las responsabilidades para llevar adelante el plan que reducirá los subsidios energéticos. Ambas normas le dieron a Guzmán un fuerte poder, que al final no pudo dominar porque la segmentación quedó en el freezer hasta su renuncia.
Ahora el panorama interno es distinto. Fuentes gubernamentales consultadas por Letra P confirmaron que, si bien se mantiene la resolución de Martínez y la aplicación total está en manos de Soriano, tanto la subsecretaría de Basualdo como los interventores de los entes reguladores Soledad Manin (ENRE) y Federico Bernal (Enargas), "aportarán el expertise y capacidad técnica necesaria para acompañar" el plan avalado por el presidente Alberto Fernández.
"El procedimiento de aplicación de esta política tendrá su primer movimiento este viernes con la habilitación online del Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE), donde los clientes deberán inscribirse para poder ser exceptuados de la quita de subsidios. Una vez transcurrido un tiempo prudencial de la apertura del registro, se evaluará si la cantidad de usuarios inscriptos resulta significativa y representativa del total de clientes de cada una de las jurisdicciones del país de manera tal que se comience a aplicar la reducción de subsidios", señalaron las fuentes consultadas.
En los hechos, esta modificación clave en las aspiraciones del camporismo energético, contó con el aval de Batakis y se transformó en una muestra de la "muy buena convivencia" y del "respaldo" implícito al plan de la ministra de Economía. "El problema con Guzmán era político y técnico", admitieron a este medio desde la Secretaría de Energía, ya que el plan del exministro había tomado un germen que inoculó el kirchnerismo, pero descartó opciones de geolocalización, porque su aplicación iba a ser más tardía, aunque menos conflictiva en términos legales. La judicialización de la segmentación estaba a la vuelta de la esquina, según admitían las propias empresas de distribución.
En términos jurídicos, ahora se invierte el orden probatorio: mientras que el plan Guzmán buscaba dejar sin subsidios a todos los clientes que no se anotaran o no pudieran justificar la necesidad de continuar con el beneficio; con esta modificación, el registro tendrá un plazo "prudencial" para "evaluar" la cantidad de inscriptos para poder recién, en coordinación con cada provincia, avanzar de manera más ágil en su implementación. Esa incorporación responde a la lógica de geolocalización que reclamaba el espacio referenciado en el Instituto Patria, que busca quitarle presión a los sectores bajos y medios de la población, en el medio de la crisis inflacionaria.
¿Quiénes dejan el subsidio?
"El Estado cubre, en promedio, más del 70% del costo de la energía que llega a los hogares. En el esquema aplicado hasta junio de 2022, el subsidio alcanzaba incluso a los sectores de mayores ingresos que no necesitaban del acompañamiento del Estado. Esta nueva propuesta de segmentación tiene como objetivo asignar los subsidios a la energía según la capacidad económica de los hogares, manteniendo los subsidios en aquellos con ingresos bajos y medios que requieren de la asistencia estatal para pagar sus boletas de electricidad y gas. Establecer este nuevo sistema de distribución de subsidios es avanzar hacia un acceso más justo a los servicios energéticos", señaló el Gobierno.
El esquema, según el ratificado decreto 332, se aplicará de este modo: ingresos mensuales netos superiores a un valor equivalente a 3,5 Canastas Básicas Totales, que (350 mil pesos, según los últimos datos de Indec), titulares de tres o más automóviles con antigüedad menor a cinco años; titulares de tres o más inmuebles; titulares de una o más aeronaves o embarcaciones de lujo, y/o titulares de activos societarios que exterioricen capacidad económica plena.