Alberto Fernández no. Martín Guzmán. Designado por el Presidente para dar el "debate de ideas" -el eufemismo que usó Cristina Fernández de Kirchner el viernes en Chaco para negar que hay una pelea en el Frente de Todos- al interior de la coalición gobernante, el ministro de Economía volvió a ponerse la armadura para hacerle de escudo al jefe de Estado y respondió una a una las críticas de la vicepresidenta. En esa faena, que cumplió en una entrevista con la periodista María O'Donell en Urbana Play, ratificó una vez más el rumbo del Gobierno. "Bienvenido el debate de ideas", dijo, incorporado algo de picardía a su oralidad ultrasolemne, y ratificó, una vez más, el rumbo del Gobierno: "Bienvenido el debate", chicaneó, pero avisó: "Mantenemos un compromiso firme con este programa".
El jefe de Estado partió este lunes rumbo a España y Alemania en una escapada cocinada a último momento en medio de la feroz interna todista. Lo hizo después de pasar en absoluto silencio todo el fin de semana posterior al discurso en el que CFK dijo que su gobierno no está honrando la confianza depositada por el electorado en las uirnas de 2019. En su reemplazo, el titular del Palacio de Hacienda ofició de vocero y se puso la (no) pelea con Cristina al hombro.
Por caso, cargó sobre la política de subsidios implementada durante los gobierno kirchneristas. Lo hizo un día antes de las audiencias públicas por los aumentos de tarifas, el funcionario se preguntó: “¿En qué país funcionan subsidios energéticos de cuatro puntos del PBI?”. Dardo para Cristina.
"Tuvimos en cuatro años, de 2015 a 2019, casi 20 puntos de pérdida del salario real. Comenzamos nuestro gobierno y se empiezan a recuperar salarios y viene la pandemia, cae la producción y lo que se hizo fue proteger a la producción del trabajo como con el ATP", argumentó el ministro, centro de todas las críticas del cristinismo duro que reclama un cambio de rumbo en la política económica. Ergo: la renuncia de Guzmán y sus pares Matías Kulfas (Desarrollo Productivo) y Claudio Moroni (Trabajo).
"Hubo logros importantes, pero también hubo problemas de consistencia macroeconómica", expresó respecto del último mandato de Cristina y agregó que en ese período también se perdieron reservas del Banco Central. “Hubo una evolución en la cual parte de lo que hoy se discute fue dañado. Por ejemplo, hubo una fuerte pérdida de reservas. También hubo una reestructuración muy buena y necesaria de la deuda que le dio al país espacio para desarrollarse, pero después tuvimos que la dinámica externa no era sostenible”, agregó el funcionario, que reconoció que le pegan "de todos lados".
A la espera de los datos de inflación de abril, uno de los temas recurrentes que el cristinismo utiliza para pegarle al ministro, Guzmán dijo que la cifra será "menos mala que marzo", pero reconoció que "hay un problema en Argentina con la inflación y hay que atacarla". En ese punto, volvió a remarcar que esa pelea "requiere de un programa económico consistente".
En otro orden, el polemista designado por el Presidente defendió el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y recordó que parte del kirchnerismo duro (con Máximo Kirchner a la cabeza) se negó a acompañarlo en el Congreso. "Sin un acuerdo con el FMI, habría menos dólares, no más dólares, y, cuando en la Argentina hay menos dólares, hay ajuste. El no acuerdo era ajuste", apuntó.
Las críticas y las respuestas
Inflación
CFK: "Que acá nadie se haga la víctima, las únicos víctimas son los que no llegan a fin de mes. Tenemos la obligación de debatir y discutir, no la boleta única. Cómo hacemos para devolverle a la gente la esperanza y los anhelos porque esa es mi mayor preocupación y también mi mayor sensación de amargura. La confianza que nos depositaron. Los anhelos, las esperanzas... No le estamos haciendo honor a tanta confianza, tanto amor y tanta esperanza que nos depositaron. Hoy hay una insatisfacción democrática grande, la plata no alcanza, no llega a fin de mes y se produce un fenómeno que no habíamos conocido, que es el de los trabajadores en relación de dependencia pobres. Esto nunca había pasado. Algo, alguien o algunos están fallando".
Guzmán: "Sabíamos que marzo iba a ser el peor mes en términos de inflación. Abril es menos malo, pero tenemos un problema en la Argentina con la inflación y hay que atacarla con firmeza, de forma decidida, y eso requiere de un programa económico consistente. Desde el gobierno nacional mantenemos un compromiso firme con este programa porque consideramos que es un programa para la recuperación económica que va a sentar las condiciones para bajar la inflación.
Acuerdo con el FMI
CFK: "Tenemos una deuda con el FMI que no teníamos y tenemos condicionamientos también por parte del fondo. El FMI está exigiendo siempre devaluación permanente por arriba del índice de precios al consumidor y la tasa de interés por arriba de eso. Miren, eso no va a dar crecimiento ni baja de la inflación. Si el diagnóstico es que la inflación y los costos en este país es por el dólar, la devaluación permanente solo mantiene e incrementa la inflación.
Guzmán: "Sin un acuerdo con el FMI, habría menos dólares, no más dólares, y, cuando en la Argentina hay menos dólares, hay ajuste. El no acuerdo era ajuste. Lo que había que lograr era un acuerdo de no ajuste y eso fue lo que logramos. Lo que pasa con el debate que se está dando, el debate de ideas, es que alguno puede decir ‘¿qué va a pasar con este programa? ¿se hace o no se hace?’. Desde el gobierno nacional mantenemos un compromiso firme con este programa porque consideramos que es para la recuperación económica que va a sentar las condiciones para bajar la inflación.
Dólar
CFK: “Hoy tenemos como moneda de ahorro al dólar. Se requiere gestión para monitorear esto, porque uno registra que en el 2020 y 2021 ha habido un gran salto en las exportaciones. Tuvimos dos años de superávit comercial, que yo no tuve jamás, y, sin embargo, no tenemos dólares en las reservas. Entonces ¿Qué pasa con la gestión de la política monetaria y cambiaria?”.
Guzmán: "La Argentina necesita una moneda propia. Cuando un país lleva mucho tiempo con inflación de dos dígitos, eso tiende a generar una desconfianza en la moneda. No es consistente pensar que el Estado puede vivir de prestado o emitir una moneda que la gente quiere menos. Si decimos que hay bimonetarismo, al mismo tiempo tenemos que ser cuidadosos con la emisión y, si no abunda el crédito, hay que tener cuidado con lo fiscal y elegir dónde se utilizan los recursos".