Todos contra todos

Fernández prende la pipa de la paz: "Tenemos que dejar de lado las diferencias"

En Chaco, en un evento de institucionalización del Frente de Todos, el Presidente buscó bajar la tensión interna. Macri, el enemigo y la "derecha maldita".

"El día que nos dividimos, (Mauricio) Macri fue presidente", cerró Alberto Fernández, en un discurso de tono conciliador hacia una interna que viene bajando de intensidad. Al cierre de una semana en la que la tensión se trasladó al otro socio del Frente de Todos, Sergio Massa, en su pulseada con el empoderado ministro de Economía, Martín Guzmán, el mandatario prendió la pipa de la paz este sábado. "Les pido que no pierdan de vista dónde está el verdadero peligro, (en) esa derecha impiadosa que tuvo un presidente que nos endeudó como nadie y ahora anda paseando por los canales, dando cátedras de gobernabilidad", reprochó. 

 

No parece casual el lugar elegido para el llamado presidencial a superar las diferencias, con las que dijo que en el oficialismo han "aprendido a convivir". Sobre el escenario montando en Chaco, el anfitrión Jorge Capitanich acababa de alabar la institucionalización del Frente de Todos a nivel provincial. Se sabe que el gobernador es metódico en las cuestiones partidarias y, tras la victoria de 2019, fue uno de los primeros en recomendar a los socios de la coalición que miraran como espejo experiencias uruguayas para formalizar la alianza. La "ecuación Coqui" fue contada por Letra P

 

En la misma línea que la portavoz Gabriela Cerruti inauguró esta semana, el fantasma de un regreso del macrismo en 2023 vuelve a intentar ser la amalgama del FdT, al menos para la visión albertista y su llamado a olvidar las diferencias. "El enemigo nuestro no está en el Frente de Todos, es esa derecha maldita que, una vez más, quiere volver a someter al pueblo", acusó Fernández. 

 

El jefe de Estado también esbozó un argumento por la positiva. "Tenemos que dejar de lado las diferencias que podamos tener. Tenemos un denominador común que nos une, lo que discutimos es por el camino de cómo llegar", graficó. De esta forma, Fernández insiste con la pax armada entre los socios, sin llegar a romper el FdT como algunos dirigentes del PJ le reclaman o, en el otro extremo de las soluciones, sentarse en una mesa con Cristina Fernández de Kirchner. En tres días se cumplirán tres meses desde que no habla con su vicepresidenta. Un punto medio, salomónico. 

 

Al cierre del monólogo de Fernández, la locutora del acto describió a Fernández como el "presidente del Frente de Todos". Un cargo que nunca llegó a formalizarse, vacante aún, a cambio de asumir la titularidad del PJ Nacional. "Alberto y Coqui, un solo corazón", le gritaron al mandatario desde el auditorio, luego de una de las tantas veces que recalcó que lo que él estaba pidiendo para el FdT no difería de la visión del gobernador. El chaqueño es uno de los anotados, con el aval del Instituto Patria, para prepararse de cara a la eventual interna todista en 2023, auspiciada por la Casa Rosada.

 

"Hemos aprendidos a convivir con esas diferencias, a respetarnos con esas diferencias", destacó Fernández, al explicitar el virtual status quo de permanente tensión interna que vive la coalición. Con Cristina Kirchner resguardada hace días, al igual que su hijo Máximo Kirchner, tampoco han apuntado sus cañones otros voceros K, como el lanzallamas designado Andrés Larroque. En el cristinismo, por ahora, no opinaron sobre el discurso presidencial en Chaco y prevalece el silencio.

 

Sucede que tampoco hubo un llamado formal a conformar una mesa chica de decisiones, como reclaman en el Patria. Apenas fue un esbozo. "Les pido que nos organicemos, no podemos darnos el lujo de dejarles el poder, en el 2023, en manos de los que siguen diciendo que no hay que crear más universidades", afirmó, en una clara referencia a una declaración de María Eugenia Vidal

 

La falta debate interno quedó, otra vez, reflejada esta semana en la pulseada Massa-Guzmán. A pesar de la agua bajo el puente, este sábado ambos salieron a hablar en los medios. Cerca del tigrense destacaron el anuncio de Ganancias, como una primera victoria arrebatada a la oposición, que por la interna les venían ganando de mano al imponer temas positivos en la agenda pública. 

 

Por otro lado, en una extensa entrevista en la AM 750, Guzmán pareció dar por descontado que las discusiones no volverán a ser a puertas cerradas. Pero, respaldado por el mandatario, prometió que no se tocará la dirección del rumbo. "El debate se volvió público. Es conocido que esto se dio en la esfera púbica y cada quien manifestó sus posiciones, pero hay una realidad: se ha avanzado sobre la base del programa económico que el gobierno trazó, y se sigue avanzando en esa línea. Hoy no debería quedar ninguna duda de que ese es el camino". 

 


 

 

Alberto Fernández.
Jorge Macri y Javier Milei

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