TODOS CONTRA TODOS

La Fórmula Coqui para ordenar el FdT y la mesa que reclama Cristina

Capitanich quiere exportar el modelo del peronismo chaqueño, con órganos de representación y debate. Lo que pide la vice. El documento y el reparto de sillas.

La idea estuvo sobre la mesa desde el inicio del gobierno de Alberto Fernández. A principios de enero de 2020, cuando el coronavirus todavía no había siquiera aparecido del otro lado del mundo, el Presidente le encargó a Jorge Capitanich que trabajara en la arquitectura de la institucionalización del Frente de Todos. Pensaba, por ese entonces, en un modelo parecido al del Frente Amplio uruguayo. El gobernador de Chaco se puso manos a la obra, pero la pandemia, primero; las internas y la derrota electoral, después, dejaron en suspenso el proceso que ahora está otra vez en el centro de la discusión y que adquiere distintas formas, según el interlocutor.

 

“Tengo todo escrito. Yo lo hice y se lo pasé a todos”, le contó Capitanich a Letra P el viernes en Chaco, donde recibió a Cristina Fernández de Kirchner. El documento que recibió la plana mayor del Gobierno ocupa menos de 20 páginas y contiene una declaración de principios que pone “la unidad en la diversidad” en el corazón de su identidad y una propuesta para la organización el armado de un congreso nacional, consejos provinciales y municipales, juntas y comités.    

 

Capitanich compartió el documento con Cristina Kirchner y también con el Presidente y las personas de confianza de cada cual, el ministro del Interior Eduardo de Pedro, y el canciller Santiago Cafiero, entre otros. Para su armado, el gobernador trabajó con el intendente de Zárate, Osvaldo Caffaro, de origen socialista.

 

El documento, al que tuvo acceso Letra P, muestra el esquema que Capitanich pensó para Chaco y que tendría su réplica nacional. “Proponemos un modelo de organización institucional del espacio en base a la representación orgánica de los partidos que conforman el Frente de Todos en los municipios, en las provincias y a nivel nacional”, dice.

 

En el sistema de organización que plantea se incluye para Chaco, por ejemplo, la creación de un Congreso Provincial integrado por un número de representantes que se definirá en función del porcentaje de afiliados de cada partido y un Consejo Provincial de 36 miembros, entre otras cosas. El documento incluye cuadros y una tabla con los números precisos de integrantes de cada órgano.

 

La implementación del programa prevé cuatro etapas. En primer lugar, la reunión de partidos que integran el FdT con el gobernador de la provincia, con el objetivo de analizar el documento de organización y recibir sugerencias. Luego llegaría la elaboración de la carta orgánica; tercero, la declaración de principios y, por último, el armado de los órganos.

 

El modelo se traslada al ámbito nacional, donde se propone la integración de órganos propios que reflejen la proporcionalidad de la representación de cada sector, con el Partido Justicialista como columna vertebral y Sergio Massa como socio principal, que integraría a los 16 partidos que formaron parte de la alianza del FdT en 2019. Aunque la idea fue promovida en un principio por el mismo Presidente, poco más de dos años después, todavía no se concretó.

 

En paralelo, el sector alineado con Cristina viene planteando la necesidad de avanzar en el armado de una mesa política para la toma de decisiones. Según explican cerca de la vicepresidenta, las propuestas son complementarias y no excluyentes: la institucionalización del FdT, que implica la creación de un ámbito formal de deliberación similar al de cualquier partido político, no implica anular la convocatoria a los referentes del espacio para debatir el rumbo del Gobierno.  

 

“Las dos cosas son buenas para una coalición”, dicen en el Instituto Patria. En efecto, el ejemplo que impulsa el cristinismo es el armado de la mesa del FdT en la provincia de Buenos Aires, que encabeza Axel Kicillof e integran referentes de todos los partidos que forman el espacio.

 

La representación no sigue el criterio de la proporcionalidad. Allí están sentados Kicillof; Máximo Kirchner; la vicegobernadora Verónica Magario; la presidenta de la empresa Agua y Saneamientos Argentinos (AySA), Malena Galmarini, en representación del Frente Renovador; el intendente de Ensenada, Mario Secco, por el Frente Grande; el presidente de Kolina y funcionario de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Carlos Castagneto; la diputada nacional Mónica Macha, referente de Nuevo Encuentro; la ministra de Gobierno de Buenos Aires, Cristina Álvarez Rodríguez; y el jefe de Gabinete provincial, Martín Insaurralde. Ese esquema es el que Cristina pretende que Fernández replique en el ámbito nacional. El Presidente, por ahora, no dio señales de avance en ninguno de los dos sentidos.

 

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