La Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) le recomendó al secretario de Comercio, Roberto Feletti, dar el visto bueno al acuerdo con el que Disney propone desprenderse de activos claves para fusionarse con FOX en la Argentina. La medida tal vez sea la más significativa en materia de regulación de medios en la gestión de Alberto Fernández. Demandó acuerdos políticos en la coalición de gobierno que, también en este tema, mostraba perspectivas contrapuestas. No parece haberse impuesto una de modo definitivo sobre la otra. Tampoco las empresas pueden celebrar un triunfo. El gigante del entretenimiento fue empujado por el Estado a vender una parte clave del paquete, pero pudo elegir a quién.
Disney se ve obligada a vender los derechos de las principales competencias deportivas -esa lista extensa que incorporó, para el mercado local, cuando compró FOX a nivel global-, pero los cederá a la empresa que eligió: MediaPro. Es una organización con la que tiene acuerdos de producción y relaciones desde hace mucho tiempo. Manos amigas. Responderá, así, a las exigencias establecidas por la CNDC para aprobar, finalmente, la fusión informada en marzo de 2019.
La CNDC entiende que la firma Imagina Media Audiovisual, de MediaPro, “reúne íntegramente los requisitos establecidos en el Condicionamiento–Orden de Desinversión” a partir de lo cual se avala el proceso de desinversión. El organismo estatal no encontró elementos probatorios de propiedad entre Disney y MediaPro, grupo empresario que controla una serie de firmas entre las que se destaca Imagina Media Audiovisual. Por ello, “puede constituirse en sublicenciatario”. Es decir, queda habilitado a controlar los derechos de transmisión televisiva relacionados a torneos y competencias deportivas que eran de FOX.
El paquete a ceder incluye las señales deportivas Fox Sports (1, 2 y 3) más los derechos de transmisión la Copa Conmebol Libertadores; la UEFA Champions League; NFL (Fútbol Americano); MLB (Béisbol); Fórmula 1; UFC (Lucha); y WWE (Lucha Libre); Premier Boxing Champions (Boxeo); Liga ACB (Básquet); World Rugby Sevens (Rugby); y el ATP World Tour 250 de Córdoba (Tenis). Fuentes del mercado informan que Mediapro abonará 30 millones de dólares por ello.
Como se explicó en Letra P, MediaPro fue fundada en 1994, en Barcelona, por Jaume Roures. En la actualidad, es la segunda productora de televisión más importante de toda España. Hoy ha perdido su capital accionario ibérico para dejar lugar a un dueño mayoritario de origen chino: el fondo Orient Hontai.
Con Disney tienen trayectorias vinculadas. Desarrollaron producciones en común, comparten equipamiento, personal, proveedores y hasta edificios, pero la CNDC “no encontró relaciones verticales y/u horizontales que generen preocupación desde el punto de vista de la competencia".
En los próximos tiempos, ambas firmas deberán cumplir una serie de trámites controlados por Defensa de la Competencia. Primero, y en un plazo no mayor a seis meses, Disney deberá adecuar los contratos vigentes con los distribuidores de señales para garantizar el cumplimiento de las medidas conductuales establecidas y podrá proveer a MediaPro servicios de producción y de publicidad en esa transición.
Además, por un plazo de cinco años deberán respetar los compromisos establecidos para evitar los efectos de cartera (paquetización) con cableoperadoras. Es decir que cuando venzan contratos por los derechos vigentes, Disney podría intentar comprarlos, pero estará limitado de incluirlos en sus señales (ESPN) hasta 2027.
Entre las dudas que la decisión habilita se destaca qué pasará con la distribución de estos contenidos en Internet. ¿Disney podrá seguir explotando los derechos en el mercado de plataformas? Desde el primer momento, la CNDC se enfocó en la posición dominante que la fusión generaba en el mercado de TV paga por cable. El dictamen se enfoca en ese sector, por lo que Disney está obligada a ceder el paquete para la TV. Habrá que ver qué decisiones toma al respecto, con qué equipo de trabajo lo sostiene y cuál es el modelo de negocio que planifica.
¿Qué va a pasar a partir de ahora? ¿Cuándo se va a notar en la pantalla? ¿Tendrá impacto en quienes trabajan en la empresa? Esas preguntas todavía no tienen respuesta. Hay contratos firmados, competencias en desarrollo y trámites por completar. Lo que se acaba de completar es un proceso extenso, que implicó un trabajo riguroso por parte del sector técnico especializado de la CNDC. Aunque no queda claro si contempló una perspectiva específica para limitar la concentración en un mercado tan peculiar como el de la comunicación, o si la mirada fue solo economicista.
Se completó un trámite relevante en la historia de los procesos de concentración de empresas de medios en Argentina: no siempre se puede todo ni como quieren las empresas. Se constata un freno a la política de hecho consumado del mercado. El resto, está por venir.