"A volveeeeeer, vamos a volver...". El larretismo hizo propio el cántico kirchnerista de desahogo de cuatro años en el llano. Fue en el acto del sábado pasado en el que, por enésima vez, el jefe de Gobierno porteño esquivó un lanzamiento con un "paso a paso". La militancia H aplaudía no el regreso de un Horacio Rodríguez Larreta que, desde 2019, no se fue a ningún lado. Auguraban, en cambio, la vuelta de otros excambiemistas que viven aún en el llano. Al ritmo de la crisis oficialista, comenzaron a asomar la cabeza.
El primero es, obvio, el mismísimo Mauricio Macri, que comparte el podio con Patricia Bullrich, quien al menos heredó un cargo partidario al frente del PRO. El expresidente sólo asumió en la Fundación FIFA y, a pesar de que su exministra de Seguridad jura que le dijo que no será candidato en 2023, el misterio continúa.
A esa dupla se suma el otro integrante de la boleta 2019 de Juntos por el Cambio: el exsenador Miguel Ángel Pichetto. El histórico peronista, que secundó a Macri como postulante a vicepresidente, estuvo poco en la calle: en julio de 2020, asumió al frente de la Auditoría General de la Nación (AGN). "Es muy leal a Mauricio", resumen sobre su status actual. Número puesto en caso de un segundo tiempo.
Con él estaba otro exfuncionario en el peronismo cambiemista, en su caso, un vidalista: el senador provincial Joaquín de la Torre, que ofició de ministro de Gobierno bonaerense. Ahora está ultimando un proyecto para desdoblar las elecciones en la provincia para que los temas bonaerenses tengan su propia campaña y no queden tapados por los nacionales. Integrante de la mesa local de JxC, forma parte del ecosistema de Facundo Manes, anotado ya para las presidenciales.
Pero hay un llano que es un páramo, sin cargos ni puestos ni nada. Allí hay no pocos exministros. Después de romper un silencio de meses, a excepción de defensas jurídicas por su gestión en Transporte, en agosto pasado Guillermo Dietrich volvió a hablar con los medios. No sólo eso: en una cuasi campaña, se sacó selfis en siete ciudades de Santa Fe, en varias del conurbano bonaerense y en barrios de la Ciudad. En algunos casos, la gira del posible policandidato tuvo condimentos personales: por amistad, recorrió Malvinas Argentinas con el concejal con aspiraciones Lucas Aparicio, que reemplazó a Jorge Triaca como secretario de Trabajo, que dejó el cargo desgastado a fines de 2018.
"¿Qué quiere Guillo?" Varios se hacen esa pregunta. De innegable cercanía con el expresidente, fue parte de la comitiva que acompañó a Macri a su fallida declaración en el juzgado de Dolores por el supuesto espionaje a familiares de la tripulación del ARA San Juan. "Está trabajando para Horacio", afirma un funcionario de Larreta, una frase bastante repetida por estos días.
Es más, en alguna mesa política porteña ya le tienen un espacio reservado a Dietrich, aspiracional pero no cerrado: lo quieren de candidato para intentar destronar a Gustavo Posse en San Isidro, el pago de otro exfuncionario macrista a quien Macri le negó una interna con el cacique radical: Ramón Lanús. El extitular de la Agencia de Bienes del Estado (AABE) hizo pie en sus pagos como concejal y forma parte del team halcón de Bullrich.
Otro enrolado en el bando de la exministra es uno que no se fue del todo, si bien bajó al territorio: Javier Iguacel. Exministro de Energía, es intendente de Capitán Sarmiento desde 2019. Bullrich lo enarbola como eventual postulante a gobernador, frente a la opción larretista de Diego Santilli, como parte de su plan de encabezar la boleta nacional.
Más aspiraciones mantiene el excanciller Jorge Faurie. "Quiere ser gobernador, pero no le da la nafta", lo grafican, en referencia a Santa Fe, provincia donde las internas de JxC están a la orden del día. Forma parte del armado de la senadora Carolina Losada y de otra exconductora de TV, Anita Martínez, actual concejala de Rosario. Días atrás, se tomó un café con el excandidato a gobernador y exembajador Miguel del Sel.
Esta misma semana, el martes, Bullrich reunió a su "gabinete". A sus equipos técnicos sumó a Faurie y también a otro exministro macrista: Dante Sica, extitular de Producción.
El otrora superpoderoso Marcos Peña se mantiene en las sombras. El exjefe de Gabinete se acopló al último tramo de la campaña 2021 de JxC y hasta estuvo en el búnker para los festejos, cuentan testigos. Desde entonces, no volvió a asomarse, pero hay quienes descuentan que sigue en comunicación con Macri. El exmandatario mantiene cerca a su mano derecha incondicional, el exsecretario de la Presidencia Fernando De Andreis.
Es un equivalente a Federico Salvai, que sigue junto a María Eugenia Vidal, otra anotada para regresar, todavía con casillero a definir, mientras mantiene aspiraciones nacionales y otros la circunscriben al ámbito porteño. El exjefe de Gabinete bonaerense abrió un estudio jurídico y una consultora con otro exministro, Gustavo Ferrari (Justicia), que ya estuvo cerca de volver para asumir en la administración porteña.
Junto a otros economistas, el último ministro del área de Macri y titular de esa cartera con Vidal, Hernán Lacunza, está armando un plan para el futuro gobierno. Si bien el préstamo stand by lo tomó su antecesor Nicolás Dujovne, ofició de vocero defensivo mientras la Casa Rosada cerraba el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Del otro lado de la vereda también se amontona gente: son los que no volverán. Por un lado, por motu propio, a quienes la gestión los expulsó del ámbito público, como Juan José Aranguren; y por el otro, los que fueron quemados después, como el exministro de Trabajo vidalista Marcelo Villegas, envuelto en el escándalo de la GestaPRO.