TODOS CONTRA TODOS

Ya está: el FMI aprobó el acuerdo y mandó 9.650 millones de dólares

El directorio del organismo ratificó la propuesta que puso en una severa crisis interna al Gobierno. Refinanciará la deuda tomada por Macri. Metas y tensiones.

El Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó el Acuerdo de Facilidades Extendidas (FEE) con Argentina -el pacto que puso al gobernante Frente de Todos en riesgo de fractura- y desembolsó 9.650 millones de dólares para sustentar las reservas del Banco Central (BCRA). Sellado el entendimiento entre el presidente Alberto Fernández y la jefa del Fondo, Kristalina Georgieva, la Argentina deberá cumplir con objetivos que estabilicen la macroeconomía, entre ellos, una reducción de la emisión monetaria a través del achique del déficit y la reducción de la brecha cambiaria.

 

Según fuentes gubernamentales consultadas por Letra P, el Directorio Ejecutivo del FMI aprobó un nuevo acuerdo de 30 meses en el marco del Servicio del Fondo Ampliado para Argentina por un monto de 31.914 millones de DEG, equivalente a 45.000 millones de dólares, o el 1.000% de la cuota.

 

Una vez logrado el consenso mayoritario en el organismo multilateral de crédito, las autoridades dieron luz verde a un desembolso inmediato de 7.000 millones de DEG, lo que equivale a 9.650 millones de dólares.

 

Según pudo saber este medio, el board del FMI sostuvo que el programa argentino "establece objetivos pragmáticos y realistas, junto con políticas creíbles para fortalecer la estabilidad macroeconómica y comenzar a abordar los desafíos profundamente arraigados de Argentina".

 

"El programa busca mejorar las finanzas públicas y comenzar a reducir la alta inflación persistente a través de una estrategia múltiple, que implica una eliminación gradual de la financiación monetaria del déficit fiscal y mejoras en el marco de política monetaria", destacaron las fuentes consultadas.

 

Guzmán, y el día después

El éxito de la firma del acuerdo, su respaldo legislativo -con más votos opositores que oficialistas- y la ratificación en el board del FMI tuvo como capitán al ministro de Economía, Martín Guzmán. El plan que elaboró con el visto bueno de los técnicos del organismo Julie Kozack y Luis Cubeddu deberá cumplir con objetivos difíciles de antemano y agravados ahora por la guerra de Rusia con Ucrania, que cambió las variables de la economía mundial. También, por la otra guerra interna, que complica el andar del Gobierno. 

 

Uno de los puntos es la quita de subsidios en materia energética, justo cuando la crisis bélica pega de lleno en los precios internacionales de la energía. De hecho, las empresas ya planifican sus negocios con escasez de abastecimiento de gas por el crecimiento de los precios del Gas Natural Licuado (GNL) que el país compra para complementar con la generación y distribución nacional.

 

Ese objetivo fue uno de los principales motivos de tensión en el Frente de Todos. Como ejemplo, el contrapunto entre el secretario de Energía, Darío Martínez, con Guzmán por el pago de la importación de la energía fue un indicio claro del choque de miradas que tiene la administración de Alberto Fernández con los reclamos que hace la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

 

Para el kirchnerismo duro, que incluyó el portazo de Máximo Kirchner a la presidencia del bloque del FdT en Diputados, el acuerdo obligará a recortar beneficios para los sectores con menos ingresos y, también, golpeará a la producción nacional, porque estima que también serán reducidos fuertemente los beneficios para las fábricas de uso intensivo de la energía.

 

La baja inflación, con fuerte empuje en el inicio del año, tendrá éxito con el ajuste fiscal del Estado, según el entendimiento. El plan aprobado, que será auditado por el FMI de manera trimestral, exige al BCRA reducir la asistencia al Tesoro nacional, de modo de que Guzmán tenga que empezar a reducir asistencia a ciertos programas, sin afectar a los sociales.

 

El objetivo en materia cambiaria es eliminar el cepo al dólar, pero no contempla una libertad de mercado intempestiva, como utilizó Macri en 2015, sino con medidas que vayan cerrando la brecha entre el dólar oficial y los paralelos

 

Con menos subsidios, menor emisión monetaria y mejoras en la recaudación, el Gobierno buscará achicar el déficit y cumplir con las metas que le permitan activar, cada tres meses, los desembolsos para repagar la deuda. A medida que se vayan cumpliendo las metas o sus adaptaciones en el medio de las tensiones económicas mundiales, las rispideces dentro de frente oficialista también prometen hacerse más evidentes.

 

Automeme de Javier Milei. 
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