La disparada del Índice de Precios al Consumidor (IPC) durante febrero, que superó en casi 0,7% a lo esperado de antemano, marcó un quiebre en el plan antiinflación que el Gobierno puso en marcha desde la llegada de Roberto Feletti a la Secretaría de Comercio Interior. Los cambios anunciados por el presidente Alberto Fernández tendrán como novedad el intento de alinear las tensiones internas entre funcionarios y, a partir de ahí, crear nuevos fideicomisos y profundizar los Precios Cuidados, para abaratar los alimentos.
Fuentes gubernamentales consultadas por Letra P admitieron que desde el fin de semana, cuando tenían información anticipada de las subas de precios, y hasta el viernes próximo se multiplicarán las conversaciones entre los Ministerios de Economía, Agricultura y Desarrollo Productivo para limar asperezas y estar “convencidos” de un camino común.
Con la ley del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en mano, el Gobierno anunciará la creación de un nuevo fideicomiso para la compra de trigo, que le ponga tope al aumento del pan; el lanzamiento de una nueva tanda de Precios Cuidados, con controles de las góndolas para garantizar presencia de productos; y otras medidas que están danzando de despacho a despacho.
Los fideicomisos, que serán varios -según pudo saber este medio-, servirán para desacoplar los precios internos de la inflación mundial, que se desbocó con el inicio de la guerra Rusia-Ucrania, y de paso para poner una mano del Estado en los negocios privados, a donde se reclutan los “especuladores” que mencionó Alberto Fernández, minutos antes de que el Indec le ponga números rojos al IPC.
La mirada está puesta en los productores y fabricantes de alimentos. El rubro fue el que más traccionó la suba de precios en febrero, y que durante la primera quincena de marzo continuó metiendo presión. Justo en un mes en donde confluirán los aumentos de combustibles y otros vinculados a la energía.
De hecho, el Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas (ABC), que reúne a los exportadores de carne, le envió el martes una nota a la Secretaría de Comercio Interior y al Ministerio de Agricultura para darse de baja del abastecimiento de los cortes a precios populares que habían acordado entregar a supermercados, y que servían como ancla para los precios de las carnicerías.
Y por la mañana, los frigoríficos señalaron “informalidad en exportaciones de carnes, no ingreso de divisas y subfacturación de exportaciones”. Así lo confirmó a Letra P una fuente de ABC, que confirmó que la decisión había sido tomada horas antes del índice de inflación, e incluso de la denuncia de “especuladores” del Presidente.
Los exportadores están en la lista de “enemigos” que el Gobierno conforma por estas horas en el Palacio de Hacienda, en donde se concentran las negociaciones antiinflación. Es abierta y tiene varios integrantes: las cámaras de cultivos, los industriales productores de alimentos agrupados en la poderosa Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal), y otras.
La administración albertista medirá la lista de “amigos-enemigos” en el nivel de adhesión a las herramientas que anunciará para engrosar los controles de precios. Esta vez, tendrá como carta ordenadora un alineamiento de los funcionarios que reportan a la línea de acción directa.
El general y sus coroneles
Sucede que hasta el momento, las “recomendaciones” de Feletti eran fuertemente resistidas por Matías Kulfas, ministro de Desarrollo Productivo, y Julián Domínguez, de Agricultura, y eso permitía a actores del sector privado a sostener sus posturas en el despacho que más le convenía. Y ante la desatención interna, el secretario dejaba entrever su incomodidad en el gabinete antiinflación.
A pedido de Alberto Fernández, Martín Guzmán será el general de la guerra que planteó el Gobierno contra la inflación, y Kulfas, Feletti y Domínguez sus coroneles. Si llegan a buen puerto las negociaciones que se dan a puertas cerradas, no habrá recambios en el Gabinete, según afirmaron fuentes consultadas. Lo que dejó claro que en algún momento, hubo dudas sobre continuidades.
Si se concreta la aprobación el jueves, Guzmán tendrá el poder de fuego gracias al éxito del acuerdo con el FMI, que le dará al Gobierno un triunfo en el Congreso, incluso superando las internas de la coalición gobernante. Además, se convirtió en la avenida del medio dentro del propio Gobierno, en donde negocian el albertista Kulfas, el kirchnerista Feletti y el peronista Domínguez