Interna gremial

Se reconfigura el mapa de mando de la UOM: vencedores, vencidos y el futuro de Caló

Cómo queda parado el líder sindical tras las elecciones seccionales. Avellaneda es un hervidero y define este viernes. En el oeste, está el agite.

En un contexto donde el líder nacional del gremio, Antonio Caló, aún no logra cerrar un acuerdo paritario para sus representados, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) reconfigura su mapa de caciques seccionales en un clima de aguda tensión. Un caso paradigmático es el de Avellaneda, la seccional más fuerte del sindicato que, como tal, extiende a lo largo de cinco días sus elecciones, por lo que este viernes se dilucidará qué agrupación estará al mando durante los próximos cuatro años.

 

Allí, el duelo se da entre la Nueva Lista Rosa, que lleva a Daniel Daporta (quien reemplazó al frente de la seccional a Armando Leyes, fallecido el año pasado por covid) y la lista Celeste y Blanca que impulsa a Felipe Anriquez, mediante la agrupación Beltrán. Hasta el cierre de esta nota, ambos sectores se disparan con munición gruesa.

 

El sector de Daporta denuncia “una grave situación que enturbia el normal desarrollo de las elecciones”. Comunicado mediante, acusaron a miembros de la lista rival de recorrer fábricas para ofrecer “3.000 pesos, un asado y transporte de ida y vuelta” con “la condición de que voten su lista”. En el espacio de Anriquez lo niegan y retrucaron que la sede seccional “fue militarizada para realizar las elecciones” y subrayaron que “el proceso electoral no es ni claro ni trasparente”. Previo a conocerse el resultado de la contienda electoral, previsto para la noche de este viernes, se auguran horas movidas.

 

Arde UOM Avellaneda. En el sector que impulsa a Daporta acusan a la lista rival de intentos de soborno. Este viernes cierra la elección.

No menos convulsionado es el panorama en la seccional Morón, otro bastión metalúrgico bonaerense que también congrega a varios distritos del oeste del conurbano. Allí, el sismo interno se avizora previo al inicio del acto electoral que fue suspendido. Como contó Letra P, la renuncia de tres candidatos de la lista del actual secretario General, Sergio Souto, hizo que la Junta Electoral Nacional le quitara la oficialización a esa nómina, quedando solo la opositora lista Verde y Blanca de la Agrupación Rucci, que impulsó al actual Adjunto, Rubén Andrada. Souto relacionó las renuncias a sus críticas a la conducción de Caló y aseguró que contaba con el aval de la Junta Electoral local.

 

Comenzada la elección, la Justicia Federal de San Martín hizo lugar al recurso de amparo presentado por la lista de Souto y suspendió la elección. Del otro lado, refutaron esas acciones e insisten en la validez del acto comicial y confían en un aval del Ministerio de Trabajo. Pero, al momento, de un lado y otro hay hermetismo e incertidumbre.

 

Arde UOM Avellaneda. En la lista de Anriquez denuncian presencia policial en la sede durante los comicios.

En Quilmes se produjo el gran batacazo: tras cuatro décadas de dominio en la seccional, fue derrotado Francisco Gutiérrez. El exintendente quilmeño cayó a manos de Adrián Pérez, dirigente peronista que, entre los planteos que llevó a la campaña, prometió el fin de las reelecciones indefinidas.

 

Fuera del Gran Buenos Aires, una de las elecciones donde se registraron episodios de tensión fue Villa Constitución. En esta seccional santafesina fue reelecto por amplio margen Pablo González. Pero en la opositora lista Celeste, que encabezó Cristian Miguez, denunciaron que la Junta Electoral dominada por el oficialismo “mantuvo ocultos los padrones hasta la hora del escrutinio”. La oposición, que ubica al oficialismo de González directamente bajo el ala de Caló, cuestionó además la presencia policial en la sede la UOM seccional durante el cierre de los comicios y alertó que varios afiliados no pudieron emitir su voto al no figurar en las mesas.

 

En otra seccional santafesina, El Trébol, tras más de tres décadas habrá una nueva lista al frente. Se trata de la Azul y Blanca, encabezada por Ricardo Ozuna, que se impuso con amplitud a la lista Celeste y Blanca. “Este será el comienzo de nuevos proyectos”, enfatizaron en las redes sociales.

 

En uno de los bastiones metalúrgicos de la Patagonia, Río Grande, “El Zurdo” Oscar Martínez sostuvo las riendas de la UOM en este enclave fueguino. Con dos décadas en su haber al frente de esta seccional, donde sintonizó con la conducción de Caló, Martínez en esta oportunidad tuvo que sortear una ajustada interna de tres, donde por primera vez estuvo en la disputa una mujer, Fernanda Santana, que encabezó la lista turquesa y cosechó apenas un centenar de votos menos que Martínez. Más reducida aún fue la distancia (76 votos) entre el ganador y quien lo secundó, Pablo Ibañez (Cevive).

 

En Tucumán, Caló también tuvo buenas noticias. El actual adjunto, Gabriel Gamez, fue electo secretario General liderando la lista blanca, que se impuso a la lista azul encabezada por quien venía conduciendo la seccional tucumana, “El Mudo” Marcelo Sosa. El triunfo de Gamez fue rotundo, doblegando en votos a su rival. En la UOM San Francisco, Lucas Sarmiento será el conductor de la seccional, al imponerse con la Lista Verde del oficialismo por más del doble de los votos que obtuvo la lista contrincante.

 

En numerosas seccionales lograron la reelección encabezando lista única los actuales caciques metalúrgicos. Tales fueron los casos de Ricardo Magallanes en Río Cuarto (Córdoba), Antonio Donello en Rosario y Diego Romero en Firmat (Santa Fe). En terreno bonaerense, se estira el liderazgo de décadas al frente de la UOM San Nicolás por parte de quien actualmente también es diputado provincial del FdT, Naldo Brunelli, miembro además de la comisión directiva nacional de Caló. En San Miguel, seguirá como secretario general Diego Espeche, lo mismo que Humberto Perdiguero en Mercedes, donde una línea opositora, liderada por Franco Gioia, denunció que no le permitieron participar de la elección.

 

En Chivilcoy, sigue al mando el oficialismo que sintoniza con Caló, pero ahora con Maximiliano Moro al timón, quien venía desempeñándose como adjunto de Daniel Mazzeo, el cual ya tenía pautado cederle la secretaría general a su segundo en esta seccional.

 

En La Matanza, deja el mando Hugo Melo, una de las voces internas de peso que han sido más críticas a la conducción nacional de Caló. Lo sucederá en el tablero de control de la seccional Esteban Cabello. Pero, antes de irse, Melo tuvo un gesto de concordia con el líder nacional de los metalúrgicos: lo invitó a participar en la sede matancera del gremio de una reunión junto también con Pablo Moyano (Camioneros) y Omar Plaini (Canillitas) en aras de lograr la unidad de la fragmentada CGT en el distrito más populoso del país. En ese mitin se instó a “dejar atrás las diferencias” y “construir para adelante”. Toda una señal que en algunas fuentes sindicales matanceras fue vista como una movida de pacificación para quitarle a la próxima conducción seccional la herencia de tensión con la plana mayor del gremio.

 

Bajo este escenario, aunque aún resta resolverse el destino de un par de seccionales, Caló tiene frente suyo un mapa donde varios de sus leales soldados lograron la reelección sin lista opositora, otros que fueron revalidados midiéndose en internas y algunos que se catapultaron al timón de sus seccionales con el padrinazgo del secretariado nacional.

 

Pero la salida de viejos barones de su tropa como Gutiérrez y la irrupción de nuevas figuras que hablan de renovación no dejan de ser señales de las que el líder nacional de los metalúrgicos toma nota mientras camina hacia un nuevo mandato en un esquema de elección indirecta que también empieza a despertar algunas críticas en aquellos que piden someter los liderazgos nacionales al voto directo de los metalúrgicos. Aunque eso no será para el futuro inmediato.

 

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