En el medio de la pulseada interna del PRO donde el alfil del jefe de Gobierno porteño Diego Santilli ya camina la provincia de Buenos Aires y Cristian Ritondo, la carta de la exgobernadora María Eugenia Vidal, asoma la cabeza pidiendo pista para competir por la gobernación en 2023, el intendente Néstor Grindetti (Lanús) volvió a insistir con que un intendente debiera ser el próximo candidato del espacio para suceder a Axel Kicillof en Buenos Aires. “Me gustaría que el próximo gobernador fuera un intendente”, dijo en línea con el proyecto que tiene a la figura de un jefe comunal como potencial protagonista de la elección 2023.
“Me gustaría que el próximo gobernador fuera un intendente porque tiene un recorrido y conocimiento del territorio y la experiencia en la administración de todos los aspectos públicos, que lo hace muy valioso”, argumentó Grindetti durante una entrevista en Radio Mitre.
El planteo es conocido: junto a su par platense Julio Garro, Grindetti trabaja en la ampliación de un frente que ubica a un intendente en la carrera electoral, posicionamiento que busca ganar volumen político y resistir la avanzada porteñista sobre el territorio bonaerense de cara a la construcción de candidaturas para la gobernación.
En tren de propuesta, el jefe comunal plantea la necesidad de traspasar la Policía Local a manos de los municipios porque, sostiene, en su distrito están “peor que hace dos años”. “En 2015 en Lanús tuvimos 15 asesinatos en ocasión de robo, en 2019 logramos llevarlo a cero. Sin embargo, ahora volvemos a tener crímenes violentos.”
En esa línea, indicó que el municipio no tiene “buena coordinación a nivel provincial de seguimiento del mapa del delito” e indicó que un camino “para empezar a solucionar la problemática del delito” es que “la Policía Local pase a depender del intendente, que es el que conoce el terreno”.