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Los malabares de Rosario y Córdoba para sostener los colectivos

El interior rasca la olla para compensar el desequilibrio de los subsidios nacionales. Parches, aportes y un déficit que pone en riesgo el sistema.

En las municipalidades de Rosario y Córdoba rieron con sorna cuando escucharon al jefe de Gabinete porteño, Felipe Migueladvertir que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires “no tiene” los “recursos económicos” para afrontar la posible quita de los subsidios nacionales a los colectivos que transitan sus calles. Con recursos infinitamente menores, las ciudades más grandes del interior inventan parches y rascan la olla junto a los gobiernos provinciales para sostener el sistema de transporte urbano y que la tarifa que paga el usuario no se vuelva aún más onerosa.  

 

En pandemia, el transporte de las ciudades del interior estalló y, desde entonces, los intendente de Rosario, Pablo Javkin, de Córdoba capital, Martín Llaryora, y de la capital santafesina, Emilio Jatón, comenzaron a agruparse en una miniliga para exigir más subsidios. Sin usuarios durante la cuarentena, el sistema entró en una crisis total y hasta estuvieron en juego los salarios de los choferes. Toda la movida de las intendencias para equilibrar los subsidios del interior con los del AMBA desembocó en la decisión de unificar la tarifa del boleto en $59,35, que contrasta con los $18 que paga un habitante de la Ciudad de Buenos Aires.

 

Ese importe, establecido a principios de febrero, es un valor que se define en función de lo que el usuario “puede pagar”, según explicaron en la Secretaría de Movilidad de Rosario. Sin embargo, para llegar a eso, hace falta un recorrido, varias cuentas y sacrificio. En principio, el estudio de costos calcula que el boleto promedio en Rosario debería valer $214. Como resulta inviable pagar eso, comienzan a aparecer las compensaciones.

 

Los subsidios de los tres niveles del Estado aportan $108,70 en total: $44.72 de aportes nacionales, $44.63 provinciales y $28.91 municipales. Con esa compensación, la tarifa arroja un total de $104,70, que es lo que “deberían” pagar los pasajeros y las pasajeras, aunque sigue siendo imposible de afrontar. A este número se le descuentan los $59,35 que finalmente afronta el público usuario. El resto es déficit del sistema que implica, por ejemplo, la no renovación de la flota.

 

En la ciudad de Córdoba son similares el esquema y la proporción de aportes. El secretario de Transporte de la ciudad, Marcelo Rodio, simplificó la ecuación. “El 57% son subsidios nacionales, provinciales y municipales y el 43% lo paga el usuario y se va a pérdida”, detalló. Al igual que en Rosario, el sistema tiene dos concesionarias privadas y una estatal. “Les está pasando lo que nos pasó a nosotros hace 20 años”, agregó a Letra P.

 

En tanto, en la capital santafesina, la Municipalidad no aporta recursos directos, más allá de alguna ayuda para boletos para estudiantes de secundaria. Sin embargo, operar el sistema en Rosario y Córdoba es más caro, con costos superiores en rodados (combustible, mantenimiento, etc), personal, que representa un 51% del total del costo por kilómetro, y otros gastos.

 

Números

Para dimensionar el dinero que se pone y que se requiere, el Presupuesto 2021 estableció unos $28.500 millones para todo el interior, de los cuales el 14,38% correspondió a Santa Fe, es decir, unos $4.000 millones para todo el año. Vale recordar que, a principios de 2019,  el gobierno de Cambiemos eliminó los subsidios al gasoil, que eran un alivio directo a las empresas. 

 

En tanto, el gobierno de Santa Fe asistió al sistema provincial con unos $380 millones mensuales, constituidos por el impuesto al Sello y otras fuentes, de los cuales el 48% se designa a Rosario y el resto, a otras localidades. A fines del año pasado, la ciudad que gobierna Javkin recibió unos 150 millones de la provincia, mientras que el Fondo Compensador municipal fue de 117 millones de pesos el mes pasado. Este se compone de recaudación de multas y del Derecho de Registro e Inspección (DReI), una tasa a comercios que es más alta y con destino específico para bancos y shoppings. Los aportes provinciales no están exentos de disputa política entre las administraciones.  

 

En la ciudad de Córdoba, el mes pasado, los aportes nacionales fueron por $198 millones, unos $170 millones provinciales y $60 millones de compensaciones municipales. Las tres ciudades le pidieron al ministro de Transporte de la Nación, Alexis Guerrera, el establecimiento de un boleto federal que unifique la tarifa en $18 y se sustente con mayores subsidios nacionales.  

 

El Presupuesto nacional 2022 proyectaba un aumento interanual del 70% en los subsidios para el interior, es decir que elevaba los $28.500 millones de 2021 a unos $46.000 millones. Las provincias festejaron y creyeron que iban a tener un año de relativa calma en materia de transporte. Sin embargo, todo quedó trunco con el rechazo de la oposición a la ley de leyes. A su vez, el Presupuesto santafesino, que contemplaba un 55% de aumento de las partidas, quedó postergado para febrero luego de la tensión entre la oposición y el oficialismo. Hoy, es una incógnita.

 

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