La miniliga de intendentes del interior se agranda y endurece la pelea por el transporte. Luego de un encuentro fallido de este miércoles con la Nación, los jefes comunales Pablo Javkin( Rosario), Emilio Jatón (Santa Fe), Adán Bahl (Paraná) y Martín Llaryora (Córdoba) sumaron un quinto integrante, el barilochense Gustavo Gennuso. Al mismo tiempo, juntos, instaron a los legisladores nacionales de sus provincias a gestionar un reparto más equitativo de la torta subsidiaria.
En la reunión de este miércoles no hubo avances. La Nación mostró buena predisposición, pero se niega a dotar de mayor cantidad de fondos al sistema del interior. Este viernes volverán a verse las caras. Mientras tanto, continúa el paro en decenas de grandes ciudades del interior del país.
Mientras tanto, en su lucha, los intendentes del interior acumulan músculo para presionar a la Nación. Afirman que la movida solo obedece al reclamo por el transporte, pero las caracteríticas de las ciudades que gobiernan y el ADN político de cada uno los hermana y los presenta como un importante polo de poder.
En las últimas horas, los santafesinos, el entrerriano y el cordobés consiguieron el aval del sureño Gennuso, que al igual que sus pares tiene la particularidad de no integrar las filas del núcleo duro del Frente de Todos.
El quinteto les envió en conjunto una nota a 63 legisladores nacionales, 51 diputados y 12 senadores, que representan a las provincias intervinientes. Les pidieron que gestionen “la extensión y refuerzo de las compensaciones nacionales” a fin de permitir el sostenimiento de las empresas prestatarias de muchas de las ciudades del interior del país.
La situación es de extrema gravedad. Para el caso de Rosario, las pérdidas por ingresos tarifarios superaron los diez millones de pesos diarios y se estima una baja en la recaudación de 680 millones de pesos en los primeros 65 días del aislamiento. En tanto, en la ciudad de Santa Fe, las pérdidas ascienden a un promedio de $2.200.000 diarios y el déficit supera los 120 millones de pesos desde el dictado del estado de aislamiento. En San Carlos de Bariloche, las pérdidas ascienden a $1.500.000 diarios, incluyendo la disminución del servicio en un 70 por ciento.
En la nota, a la que tuvo acceso Letra P, los intendentes recuerdan las “históricas asimetrías” de distribución de compensaciones nacionales con respecto a las jurisdicciones nacionales y las destinadas al interior. En criollo, subsidios.
Sobre todo Javkin y, más acá en el tiempo, Llaryora, los de mayor peso político, hicieron hincapié en el reparto inequitativo. “De cada 10 pesos de subsidios nacionales, nueve pesos se reparten en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA)”, bramó el cordobés. El grupo, a la vez, proyectó un futuro sombrío. “Demandará una reestructuración integral del sistema para que sea sostenible a lo largo del tiempo, sin que se afecten fuentes de trabajo y se pueda reconvertir en pos de la sustentabilidad”, remarcaron.
El juego sigue en el plano de los intendentes. Los gobernadores eligieron el silencio, no hicieron declaraciones y no se pusieron al frente del conflicto como los mandatarios del nivel más bajo del Estado.