Un asesinato a plena luz del día tensó al máximo la interna de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE), que irá a elecciones el próximo 21 de diciembre. Mauricio Cordara, de 45 años, chofer de Pablo Ansaloni, vicepresidente de la obra social del sindicato, fue asesinado el viernes último al ser atacado a balazos en el partido bonaerense de Colón. La Justicia investiga si el hecho ocurrió en el marco de los enfrentamientos del gremio, en el que Ansaloni se postula para desbancar al secretario General, el chaqueño José Voytenco, quien busca revalidar su conducción en el Congreso de la organización y ahora quedó en la mira de la pesquisa, que ordenó allanamientos en busca de llamadas que pudieran incriminar a la conducción del sindicato.
La sorda disputa entre Voytenco y Ansaloni por el liderazgo del gremio de peones rurales lleva más de dos años, tras el fallecimiento del dirigente Ramón Ayala, quien había asumido la conducción del sindicato luego de secundar al histórico Gerónimo Momo Venegas. A la vez, la organización mostró un viraje en términos políticos que agregó otro condimento picante a la interna. Transformada en el brazo sindical del macrismo bajo la mano férrea del Momo, la UATRE comenzó a virar hacia el peronismo con Ayala y Voytenco aceleró ese proceso: se mostró con las principales figuras del Frente de Todos y enroló a la organización en el moyanista Frente Sindical para el Modelo Nacional.
La investigación está en manos de la fiscal Magdalena Brandt, a cargo de la UFI N°1 descentralizada en Colón. Según dejaron trascender fuentes de la pesquisa, Cordara transportaba a los hijos de Ansaloni en un Volkswagen Vento el viernes pasado por la tarde. Cuando el conductor se detuvo y se acercó al baúl para agarrar las mochilas de los menores, que venían del colegio, fue sorprendido por el atacante, quien le disparó varias veces a corta distancia. Cordara murió en el acto y el informe preliminar de la autopsia confirmó que el chofer recibió “entre seis y siete disparos” de calibre 9 milímetros.
La Justicia no descarta que el crimen sea parte del conflicto gremial y busca confirmar o desechar las diferentes versiones sobre el móvil del crimen. Además de tomar testimonios y de ordenar el peritaje de líneas telefónicas de la sede central de la UATRE, la fiscal también ordenó pericias sobre el teléfono de Cordara, para determinar con quienes se contactó en las últimas horas de vida y si se eliminó información importante para la causa.
“Se investiga hechos previos como discusiones en asambleas del gremio. Hasta el momento no descartamos ninguna hipótesis, hay varias líneas de investigación” señalaron fuentes con acceso al expediente.
En las últimas horas, las medidas judiciales estuvieron acompañadas por versiones que indicaban que Voytenco se encontraba prófugo junto a Marcelo Urban, abogado del gremio, debido a las sospechas que los implicaban en el asesinato del chofer de Ansaloni.
"No estoy prófugo de la justicia, como falazmente lo publica algún medio, por el contrario me encuentro a disposición de la justicia, como siempre lo he estado", desmintió Voytenco en sus redes sociales.
Sin embargo, el hecho policial enturbia el tramo final de la campaña rumbo a las elecciones del 21 de diciembre, en las que el dirigente chaqueño se proponía revalidar su conducción y sepultar los cuestionamientos que recibió durante su gestión.
La interna entre Ansaloni y Voytenco se mantuvo bajo fuego cruzado durante largos meses. De hecho, el secretario general presentó una denuncia penal contra el exdiputado y otros tres exintegrantes del Consejo Directivo de la obra social, Osprera, por “estafa y asociación ilícita”, en lo que calificaron “un festival de viáticos, por sumas millonarias", que tenían como beneficiarios a quienes los autoriazaban.
En octubre de 2021, los dos referentes parecían haber enterrado viejas rencillas. El trigésimo Congreso Nacional de la UATRE, realizado en la localidad rionegrina de General Fernández Oro, los había mostrado juntos, con el respaldo del 85 por ciento de congresistas del país. Sin embargo, la interna entró de nuevo en ebullición, rumbo a un nuevo Congreso.