JUNTOS EN EL BARRO

Juez busca mantener viva la grieta entre Negri y De Loredo para llegar a 2023

El senador tomó nota del peso de su joven socio de la UCR. Quiere tener de su lado al veterano radical para una interna que juzga inevitable. Banquete de sapos.

CÓRDOBA (Corresponsalía) El precandidato a gobernador por Juntos por el Cambio (JxC) en la provincia, Luis Juez, soportó estoicamente el acto de no lanzamiento de su compañero de lista en las elecciones legislativas, Rodrigo de Loredo. El evolucionista mantiene viva la incógnita sobre su futuro político, sin embargo, logró componer el sábado anterior la foto de una UCR pujante en el mítico Comedor Universitario.

 

Ante la mirada atenta de referentes de las fuerzas aliadas, la prole de Alem presumió a una centena de intendentes; a legisladores y legisladoras provinciales y nacionales; concejales,  autoridades partidarias nacionales y locales; a las viejas camadas de “boinas blancas”, las intermedias y las juveniles. Todas estas expresiones, con algunos matices, rindieron culto a sus colores partidarios.

 

Quienes asistieron al acto quedaron con los ojos bizcos. Uno, apuntaba al escenario; el otro, a Juez, que ratifica que su relación con De Loredo es “buena”. En off the record, el juecismo completa que están tranquilos, mientras se muestran respetuosos con los juegos de artificio de esta etapa de instalación política. Es lógico: con liderazgos electorales irresueltos y sin reglas para hacerlo, no queda más remedio que mantener viva la expectativa endógena y aumentar músculo para cuando llegue la hora de embarcarse en la interna o pelear por la lapicera en una mesa de negociación.

 

En el búnker del Frente Cívico desdramatizan el despliegue deloredista. “Si nosotros logramos articular una oferta para el año que viene con esa UCR unida, la apuesta será la mejor de los últimos 30 años”, aseguró a Letra P un miembro de la mesa chica de Juez. Completan el análisis ponderando al joven radical y bajándole el precio a quienes estuvieron ausentes virtuales y presenciales del evento sabatino: “De Loredo demostró su preeminencia dentro de su partido. Puede haber bucaneros sueltos, pero sin incidencia”.

 

El palo no está dirigido para el exintendente Ramón Mestre,  que se niega a entrar en el lote de “jubilados” como se propuso el extitular de Arsat desde la interna partidaria y las elecciones legislativas del año pasado. “Es un hombre de partido”, resaltan, para apartarlo del pelotón de intendentes del radicalismo que tiene sintonía fina con el peronismo y le hicieron el vacío al anfitrión.

 

Detrás de este palabrerío no queda respondida la pregunta sobre el impacto que tuvo el acto de De Loredo en los planes provinciales de Juez. El senador se aseguró su presencia en la primera fila para contener el lanzamiento; y el propio diputado logró que Mario Negri fuera uno de los oradores para socavar la confianza del juecismo. Cabe recordar que los adalides de Juez sostienen que cualquier acuerdo debe cerrarse con la “orgánica del partido”, es decir con Negri y Mestre.  

 

Juez comienza a asumir que De Loredo integrará inevitablemente la triada de interlocutores. Tiene a un partido que lo respalda, pese a guardar silencio sobre sus planes y tapar otras líneas de armado radicales. La interna, a su vez, penetra en las canteras del exembajador como la salida más viable a este incordio.

 

Por esta razón, Juez quiere que las relaciones con Negri sean inmejorables de ahora en adelante. “La relación es muy, muy buena”, exageran portavoces autorizados del senador, poniendo énfasis en la definición del vínculo que lo une al otro jefe radical en Diputados.

 

Juez tiene razones para cimentar la línea de juego con Negri. No es novedad que el exjefe de interbloque aspira a liderar la campaña legislativa nacional, con la esperanza de recalar en el gobierno nacional si se impone JxC el año que viene. Sin embargo, su real desvelo es la carrera de su hijo, el concejal Juan Negri, declarado precandidato a intendente de Córdoba. Mientras De Loredo juegue a dos bandas, los planes del edil se complican. En el juecismo entienden natural una alianza con Negri porque los intereses de ambos no se chocan.

 

Azuzar a De Loredo puede ser el principal objetivo de esta línea de trabajo que emerge en el juecismo después del acto en el Comedor. Ahora bien, si el horizonte que se plantea es el de la interna abierta, la sospecha entre quienes integran la alianza es que Negri y Juez formalizarían un acuerdo, hasta ahora tácito; o bien, de conversaciones en cafetines.

 

En el deloredismo no se acobardan y deslizan muy campantes que “Juez no tiene margen para sacar los pies fuera del plato”. La experiencia de Marcos Juárez dejó en claro en el aliancismo que la marca y la unidad, en un contexto de renovación peronista, levanta ostensiblemente sus chances.

 

Banquete de “sapos”

Juez deberá atravesar algunas instancias duras antes de que el Mundial se encargue de lobotomizar a las audiencias. El radicalismo tiene intenciones -por ahora solo eso, porque no logró llegar a un acuerdo en la reunión del miércoles por la noche- de hacer un gran acto el sábado 29 de octubre para conmemorar el triunfo en 1983 de Raúl Alfonsín, tras más de siete años de dictadura militar.

 

Juez confía en los buenos números que marcan las encuestas, aunque sabe que el problema real está en casa. Si bien no pierden la confianza de que De Loredo terminará apostando por la ciudad, la atención también está puesta en los popes de la alianza nacional.

 

Como ya contó Letra P, el expresidente Mauricio Macri disparó munición gruesa en su última visita local y todo pareció indicar que el objetivo fue Juez. El fundador del PRO prohijó a De Loredo y exigió a quienes pujan por ganar en 2023 que expliquen “para qué” quieren gobernar la provincia.

 

El jueves, una foto tomada en España recordó a la tropa de JxC en Córdoba que Macri está dispuesto a intervenir a través de su alfil, Gustavo Santos. El exministro y precandidato a gobernador por el PRO, escoltado por Macri y por el escritor Mario Vargas Llosa, envió un mensaje con perfume de interna: “No alcanza con llegar, hay que saber para qué hacerlo. Los cordobeses se tienen que enamorar de un plan, de un programa que les asegure que van a vivir y a estar mejor. Hay que discutir propuestas y no nombres”.

 

La tensa calma continuará hasta marzo, si es que el gobernador Juan Schiaretti no los sorprende con un recorte de los plazos electorales.

 

Osvaldo Fernández y Rogelio Frigerio.
Julio Serna con Sebastián Etchevehere y otros dirigentes provinciales. En la visita del operador porteño a Entre Ríos.

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