La Unión Cívica Radical (UCR) realizó su acto de conmemoración del 39° aniversario de la victoria electoral del expresidente Raúl Alfonsín en el que primaron discursos de unidad dentro de Juntos por el Cambio (JxC), pero con un abierto desafío al PRO en la discusión del liderazgo modelo 2023, después de haber cargado con la cruz de "furgón de cola" en la era Cambiemos. Fue un evento sabatino en el que el radicalismo revalidó las diferentes candidaturas distritales, como es el caso de la del senador Martín Lousteau para jefe de Gobierno porteño y del diputado Rodrigo De Loredo en Córdoba, con la expectativa de anticipar una ola que le haga sombra al partido amarillo.
El cierre final estuvo a cargo del presidente del partido y gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, que aprovechó la oportunidad para enviarle un mensaje a Mauricio Macri, una pulseada ya vuelta tradición en la coalición opositora. "No acepto la descalificación de quienes nos dicen populistas y creen que somos unos atrasados porque nos abrazamos a los principios y los ideales de nuestro partido, aún vigentes. Hay ideas, hay liderazgo y hay capacidad de gestión", remarcó, al recordar las declaraciones del expresidente sobre Hipólito Yrigoyen que aún duelen entre la tropa de boina blanca.
"Liderar es tomar decisiones y asumir las consecuencias, marcar un rumbo, tener la capacidad de escuchar, tener la humildad de saber que hacemos cosas bien y mal. Liderar no es creernos que somos el mejor equipo de los últimos 50 años y después fracasar”, agregó Morales.
En una de sus últimas frases, el mandatario jujeño dejó entrever la estrategia que utilizará la UCR en 2023 para llevar esa discusión a la mesa de JxC. “Tenemos ideas, un proyecto, estamos trabajando en el marco de Juntos por el Cambio por el plan de gobierno que necesita la coalición, porque en 2015 no garantizamos un gobierno de coalición”, admitió.
En la cúpula de la UCR buscan aprovechar que las elecciones provinciales van a ser desdobladas en su mayoría para procurar conseguir la mayor cantidad de victorias posibles en el prólogo de la discusión por las listas, para posicionar candidatos de “la renovación”, especialmente en la Ciudad, Córdoba, Santa Fe, La Pampa y Chaco. Con ese caldo de cultivo, apuestan a preparar una postulación nacional que garantice “militar una boleta de más de dos dígitos”.
Una cosa son los modos, por lo que eso no quiere decir que haya un consenso general sobre las formas. En Costa Salguero hubo tres grandes ausencias: que auguran un 2023 distinto: el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, el diputado Facundo Manes y el expresidente radical Ernesto Sanz, socio fundador de Cambiemos. En cada caso hubo un aviso parroquial para que no fuera una sorpresa el faltazo. Sin embargo, existen motivos políticos para explicar las sillas vacías. Dentro del radicalismo hay diferencias con respecto a la conducción que lleva adelante Morales, frente a la sospecha que el jujeño busca recostarse en el partido para negociar con el PRO, dejando afuera al resto de sus correligionarios, como el trío mencionado. El correntino figura en la lista corta para acompañar a Horacio Rodríguez Larreta y el neorocientífico sigue anotado como presidenciable, en el camino de Morales.
El malestar quedó en evidencia en el momento más álgido contra el PRO durante el discurso del titular partidario. Quienes estaban en el escenario se pusieron de pie, salvo algunas figuras que permanecieron sentadas, como Alfredo Cornejo, que se mueve como posible compañero de Patricia Bullrich en una boleta.
Un párrafo aparte merece el mensaje de Lousteau y su reconfirmación de ser candidato a jefe de Gobierno. Con Morales apuntando a Mauricio, El senador terminó de validad que enfrentará a otro Macri, Jorge, el ministro porteño también anotado para recibir la herencia larretista. Durante la semana, circularon versiones que dieron cuenta que el radical mantenía sus chances de competir por la Presidencia, pero el exministro de Economía lo dejó en claro este sábado.
“Yo soy candidato a jefe de Gobierno de una coalición, porque hay algunos que parecen no entender qué significa una coalición. Afianzar lo que se hizo bien, pero traiga también ideas nuevas y renovación y por eso decimos que queremos fórmulas cruzadas”, sostuvo en una clara respuesta a Bullrich. Horas antes, la titular del PRO había acusado a Larreta de querer entregarle la Ciudad a la UCR. Las declaraciones cruzadas forman parte del Fotogate: después de las actividades compartidas entre Lousteau y el alcalde, la exministra de Seguridad le brindo su apoyo al primo del exmandatario. Los celos dieron sus frutos: no cayó bien en el gabinete metropolitano la jugada de Macri.
Justamente, en un evento con pronóstico de lluvia de dardos a ambos Macri, el jefe de Gobierno estuvo presente en la previa del acto. Larreta llegó a Costa Salguero como otras figuras societarias de la UCR en JxC; la diputada Margarita Stolbizer y sus pares Diego Santilli, Emilio Monzó y Rogelio Frigerio. El alcalde pasó, se sacó una foto y partió.