LA PLATA (Corresponsalía Buenos Aires) Envalentonado con el masivo acto del 17-O que encabezó en La Matanza, donde plantó bandera para defender las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) y lanzó la candidatura a la intendencia matancera de la diputada bonaerense Patricia Cubría, el Movimiento Evita avanza a paso lento pero sostenido con el armado de su sello partidario, el Partido de los Comunes, que espera tener listo para el comienzo formal de la carrera electoral de 2023, pero que busca, además, convertirse en un proyecto a largo plazo. Mientras avanza en pasos burocráticos ante la Justicia electoral, negocia con otras organizaciones y despliega mesas promotoras en el territorio en busca de avales y afiliaciones.
Hace al menos seis meses que el Evita que conduce Emilio Pérsico trabaja de forma silenciosa en el armado de su sello partidario, con la organización política de Eduardo Ancona, el asesoramiento del exjefe de Gabinete de la nación Juan Manuel Abal Medina y la ayuda en lo legal del abogado Alejandro Rusconi. Ya logró conformar la junta promotora requerida y juntó los avales para presentar en la conformación del partido a nivel nacional y sigue juntando en territorio bonaerense para cuando tenga que presentar los provinciales.
Lo hace a través de mesas promotoras que se despliegan en el territorio. A través de estas se organizan reuniones, se convoca a la militancia del espacio o simplemente vecinos y vecinas y se los invita no sólo a afiliarse sino a formar parte del proyecto político. Esto –según explican las fuentes– implica reuniones, equipos administrativos, legales y políticos en cada lugar.
“En la medida que la justicia vaya dando los okey correspondientes lo vamos a ir haciendo más visible, pero avanzamos con calma”, explicó a Letra P uno de los armadores.
Mientras tanto, los líderes del espacio como Pérsico y Fernando Navarro trabajan en las alianzas con otras organizaciones. Estiman que las quince organizaciones que acompañaron en el acto por el 17 de octubre van a sumarse al partido y por estos días se negocia con Barrios de Pie, la organización que conduce Daniel Menéndez, que todavía está evaluando qué hacer. El de la Corriente Clasista y Combativa (CCC) es un caso aparte porque tiene su sello propio.
De cara a la elección de 2023 y en medio de una guerra abierta de Todos contra Todos, el Evita sigue diciendo que con sello y todo apuesta a la unidad y que aprendieron, hace ya bastante tiempo, que divididos pierden todos. Es por eso que la intención primaria es poner el armado electoral en el que están trabajando al servicio del Frente de Todos. Sin embargo, saben que la discusión interna no será sencilla y que el poder de la lapicera de la vicepresidenta Cristina Fernández y de su hijo Máximo Kirchner puede perjudicarlos. El mismo camino inició la CGT, lanzando este lunes el Movimiento Nacional Sindical Peronista.
“Nuestra intención es que se sostenga la unidad y aportar todo el armado electoral que estamos construyendo a este frente, pero también tener tu propio partido te da, si no te tienen en cuenta, poder daño”, afirmó a este medio una fuente de peso de la organización. Y agregó: “Tener el sello no asegura tener después lugar en las listas, pero te da una herramienta más para jugar en momentos de tensiones”.
Sin embargo, pese a esta lectura cortoplacista, hay también detrás de este armado un plan estratégico de crecimiento a largo plazo. Aunque el objetivo es poder lanzar el partido entre marzo y abril del año que viene con el inicio de la carrera electoral, en el Evita aseguran que tampoco los “desespera” tener el partido para jugar en el 23.
“Hay también una decisión más estratégica que surgió del congreso nacional del Movimiento Evita, de desarrollar un partido propio con una perspectiva de mediano y largo plazo. Obviamente que si ya tenemos los papeles para integrar el frente el año que viene lo vamos a hacer, pero lo que queremos en el futuro es construir cada vez más candidaturas propias, tener cada vez más candidatos y candidatas”, sostuvo a Letra P un dirigente de la conducción provincial.
La fuente analiza además que tener la herramienta partidaria abre nuevos escenarios y permite desarrollar diferentes estrategias a lo largo y ancho del país, ya que cada provincia tiene sus particularidades, y pone como ejemplo Santa Fe y Santiago del Estero, donde estaría en condiciones de tener sus propios armados a la hora de competir electoralmente.
“Para nosotros, tener el partido es un punto más de cualificación de la fuerza, lo que hace veinte años era el MTD haciendo piquetes, hoy además de desarrollar una herramienta sindical de la economía popular como la UTEP, además de desarrollar un movimiento político como es el Evita, incorpora ahora esta línea electoral que es el partido propio”, explicó un funcionario con despacho en la Casa Rosada.