Un grupo de intendentes queda habilitado para competir por un tercer mandato consecutivo al frente de los municipios bonaerenses pese a la ley que limita las reelecciones indefinidas. No se trata de una gambeta vía judicial, como plantearon algunos, ni por interpretaciones rebuscadas del articulado de la norma, esgrimidas por otros: la salida son las licencias, las que en el contador de años les deja margen para volver a candidatearse en 2023.
Como contó Letra P, el límite a las reelecciones indefinidas es un tema que preocupa a la dirigencia bonaerense y sobre la cuestión se han elaborado distintas teorías para saltar la ley sancionada en 2016, que deja sin margen de competencia a 95 de los 135 intendentes e intendentas en 2023. Sin embargo, más de una docena ya tiene resuelto el asunto debido a la toma de licencia en sus cargos antes del 10 de diciembre próximo.
Los casos más recientes son los de los intendentes Martín Insaurralde y Leonardo Nardini, de Lomas de Zamora y Malvinas Argentinas, respectivamente, quienes ingresaron al gabinete de Axel Kicillof. La mudanza antes de que se cumplan dos años desde la última vez que fueron elegidos evita que el actual mandato se contabilice como un período, por lo que estarán habilitados para volver a competir por el cargo en 2023. El malvinense transita su segundo mandato. El lomense conduce el distrito desde 2009, con una interrupción de un año cuando se fue al Congreso como diputado nacional.
La ley, sancionada a mediados de 2016 por impulso del actual presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Sergio Massa, y respaldada por la entonces gobernadora María Eugenia Vidal, cuenta como primer mandato aquel que comenzó en diciembre de 2015 y “abarca a quienes habiendo sido reelectos en el mismo cargo para un segundo mandato consecutivo, hayan asumido sus funciones y ejercido por más de dos (2) años, continuos o alternados”.
Con las licencias en curso, el cronómetro puede pausarse y deja un margen de meses que posibilitaría una nueva incursión electoral.
Una situación semejante se presenta para los intendentes que dejaron sus pagos chicos tras ser convocados por Alberto Fernández al gobierno nacional: el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis (General San Martín); el ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta (Hurlingham); el titular de Hábitat y Desarrollo Territorial, Jorge Ferraresi (Avellaneda), y el secretario de Hábitat, Santigo Maggiotti (Navarro).
Lo mismo podría suceder con los jefes comunales y la intendenta que son candidatos este año en la provincia de Buenos Aires. Como se ha indicado, son nueve los aspirantes a ocupar cargos legislativos.
Por el Frente de Todos podrían tomar licencia antes del 10 de diciembre y esquivar la norma de la reelección el massista Carlos Puglielli (San Andrés de Giles), tercero en la lista de aspirantes a una diputación por la Segunda sección; Mariano Cascallares (Almirante Brown), cabeza de la lista de la Tercera y Walter Torchio (Carlos Casares), líder de la nómina de la Cuarta sección.
Si los resultados de las próximas elecciones le fueran favorables, también podrían sumarse a este grupo el recientemente llegado al oficialismo y momista Cecilio Salazar (San Pedro), quinto en la lista de diputados por la Segunda; Ricardo Alessandro (Salto), anotado en el séptimo lugar en la misma nómina, y Alberto Gelené (Las Flores), que firmó en tercera posición en la lista de la Quinta.
En Juntos, podrían tomar licencias Claudio Rossi (Rojas), que encabeza la nómina de la Segunda, y Érica Revilla (General Arenales), líder de la lista de la Cuarta, ambos del radicalismo. El jefe comunal de Puán, Facundo Castelli, también tendrá la chance, si, como al resto, lo acompaña el resultado electoral.